VALÈNCIA. El mercado inmobiliario a nivel nacional vive un periodo de ralentización, pero con crecimientos que durarán todavía "entre dos y cuatro años". Así lo asegura Héctor Aznar, director general de REvalora, consultora especializada en valoraciones y tasaciones de capital 100% valenciano, quien, sin embargo, advierte de las posibles consecuencias negativas que tendrá el decreto ley que regula los alquileres, cuya principal novedad es un índice estatal de referencia sobre los precios.
"Cualquier mercado en el que se interviene acaba creando deficiencias. El mercado se autoregula solo. Si intervienes con una ley que te fuerza a un valor o a un plazo eso va a encarecer el precio de la vivienda porque habrá menos gente que la pondrá en alquiler. Esto va a ralentizar", subraya Aznar para quien el sector del alquiler estaba creciendo a un ritmo que igualaba a España con el resto de Europa en donde más del 50% de la población vive en régimen de alquiler frente al 5% que lo hace en este país.
Asimismo, cree que se puede generar un mercado paralelo con pagos opacos o con accesorios por servicios. "No se puede poner puertas al campo. Si el mercado dice que eso se tiene que alquilar a 1.000 euros y una ley dice que tiene ser a 800 euros nadie va renunciar a 200 euros", considera.
"Todavía estábamos en niveles tan bajos con respecto al resto de Europa y del mundo que yo creo que habría que haberlo dejado subir. El problema que tienen en Barcelona y Madrid en determinados barrios aquí (València) no lo tenemos ni de largo y no era necesario paralizar el sector durante dos años. No era el momento. Se podía haber hecho un control menos férreo", considera.
Respecto a la situación del mercado inmobiliario, asegura que a nivel nacional, se han registrado fuertes subidas motivadas por el tirón de Madrid, Barcelona, Baleares y la costa alicantina con ciclos ascendentes tanto en valores como en número de transacciones desde hace dos años. En València, en cambio, el repunte llegó en 2016 y se ha mantenido con importantes crecimientos desde entones. No obstante, reconoce que la tendencia ahora es de ralentización debido, principalmente, al contexto político tanto nacional como internacional.
"Si estuviéramos en un momento más bien estable tanto a nivel mundial como a nivel nacional seguiríamos con esa senda de crecimiento razonablemente estabilizada hacia arriba. Ahora tenemos un pequeño parón por los cambios legislativos y la situación política, pero seguimos en un periodo de crecimiento que durará todavía entre dos y cuatro años", afirma.
En este punto, comenta que el valor del residencial en el mercado inmobiliario en València está todavía "entre un 20 y un 40% por debajo de los niveles máximos que se alcanzaron en 2007" y, por tanto, existe "cierto margen de subida". "Es verdad que en los dos últimos trimestres ha subido el valor en la Comunitat Valenciana, especialmente en València, pero aún estamos por debajo de los niveles precrisis. Alicante suele ir por delante de nosotros en valores inmobiliarios y de evolución porque el sector es más ágil allí por la costa y tiene más recorrido", subraya.
De hecho, apunta que frente a los precios en Madrid con inmuebles en el centro de a capital que no bajan de los 6.000-7.000 euros el metro cuadrado incluso estando en mal estado, en València los valores se mantienen en los 3.000-4.000 euros. "La gente no se tiene que asustar", remarca respecto a la subida de precios.
Los últimos datos del Ministerio de Fomento apuntan a una caída de la compra de viviendas en el primer trimestre en la Comunitat Valenciana por primera vez desde 2013, una situación que achaca a "la inestabilidad política" que, en consecuencia, se traslada al sector financiero, actor importante en las transacciones inmobiliarias. "El gobierno de Mariano Rajoy fue muy cicatero, pero es que el de Pedro Sánchez ha ido al albur de anuncios y leyes de lo que le apetecía sacar en prensa o a Podemos", señala.
En la ciudad, las zonas con mayores crecimientos en los precios son Ruzafa y el Cabanyal con incrementos, en esta última zona, que se han duplicado en un año y medio. Y es que como reconoce ambas zonas han pasado de ser las grandes olvidadas de la ciudad a transformarse y atraer el interés de compradores y fondos de inversión.
"Hay muchísimo dinero e inversores interesados en el país. En València ese interés también existe. El Cabanyal está siendo literalmente comprado por fondos extranjeros y nacionales", subraya. Ese interés viene motivado por las condiciones que ofrece España frente al resto de países de la Unión Europea. "Tenemos estabilidad jurídica y estabilidad política comparado con países de nuestros entorno como Italia, Grecia o Reino Unido", señala.
Además apunta que los grandes atractivos del país como son el clima y su oferta turística siguen intactos. "Todo eso hace que seamos un país super atractivo. Somos de largo el mejor países del mundo para invertir, y dentro de eso, València la mejor ciudad para vivir y con un recorrido tremendo", afirma y apunta que la situación política en Cataluña ha ayudado a que los extranjeros pongan a la capital del Turia en su punto de mira a la hora de invertir y comprar. "Mi percepción es que se desvía dinero a València a todos los niveles y en todos los sectores y en inmobiliario también, especialmente en residencial", asegura.
De cara al futuro, cree que habría una ralentización del mercado inmobiliario a nivel nacional, pero que seguirá con subidas. También en València. Eso sí, el repunte vendrá de otras zonas tradicionalmente con menos actividad como Castellón, Jaén o Huelva.
A su juicio, la gran incógnita ahora es el futuro del mercado del alquiler. "La ley creo que va a ser mala porque va a retraer al inversor, pero igual sorprende", manifiesta. En cualquier caso, señala que el sector está "esperanzado y con ganas de que se estabilice todo y ver en qué se traducen los cambios legislativos".