VALÈNCIA. Vicente Lafuente se distingue por la contundencia con la que acostumbra a expresar sus opiniones. Como presidente de la federación empresarial metalúrgica (Femeval) y miembro del núcleo duro de la patronal autonómica CEV y la Cámara de Comercio de Valencia, es una de las voces más representativas del empresariado valenciano. Como tal, Lafuente considera incomprensible el giro del PP de la Comunitat al haber pasado de impulsar la Ley de Participación Institucional, que garantiza las subvenciones de los agentes sociales más representativos, a renegar de ella.
El también presidente de la recién creada patronal industrial Confeindustria CV reprocha a la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, que no se hiciera acompañar de los empresarios valencianos cuando visitó al ministro de Hacienda pocos días antes de la manifestación por la financiación justa del pasado 18 de noviembre.
En esta entrevista, Lafuente también expresa la inquietud de los sectores industriales ante la posible paralización del Plan Estratégico de la Industria Valenciana (PEIV) por los problemas internos de la Conselleria de Economía y explicita su apoyo a José Vicente Morata para resultar reelegido en las elecciones a la presidencia que la Cámara de Valencia celebrará en los próximos meses.
–¿Qué opina de la enmienda del PP para reducir las ayudas a la patronal y la propuesta para modificar la Ley de Participación institucional?
"los partidos políticos también tienen sus ayudas porque cumplen un papel y nadie las cuestiona"
–Creo que hay que ampliar la perspectiva de este debate. Las organizaciones empresariales estamos cambiando desde hace tiempo para adaptarnos a lo que las empresas y la sociedad nos pide. Está claro que cumplimos un papel social importante en la negociación colectiva que beneficia a toda la sociedad. En un momento dado se pensó que eso debería tener una ayuda por el trabajo que nos cuesta. Además, en su día fue el PP el que lo propuso en Les Corts. Consideramos que ese sistema es totalmente válido y no hay que cambiarlo porque somos absolutamente necesarios. Nadie duda del papel que ejercemos; los partidos políticos también tienen sus ayudas porque cumplen un papel y nadie las cuestiona. Si se cuestionan unas se tendrían que poner en cuestión también las otras.
–¿Se sienten atacados con esta propuesta?
–No. Creo que estamos haciendo las cosas razonablemente bien, con transparencia y lealtad a las instituciones. Si un partido piensa que no es correcto, es lícito que lo defienda. Pero no es comprensible que en su día el PP lo propusiera y ahora diga que no lo ve correcto. Son ellos los que tienen que explicar ese cambio.
–Lo propuso cuando estaba en el Consell...
–Por eso insisto, son ellos los que tienen que explicarlo.
–Isabel Bonig ya ha explicado que cree que esas ayudas deberían abrirse a todos...
–¿Y por qué no las de los partidos políticos? Sería exactamente el mismo caso. Nosotros cumplimos una función social. Trabajamos, justificamos lo que hacemos y no hay razón para ponerlo en duda.
–¿Están pagando el haber salido a la calle a pedir una financiación justa para la Comunitat Valenciana?
–No creo que tengamos que pagar o no. Hicimos lo que creíamos correcto; una reivindicación que era buena para la Comunitat y, como agente social importante que somos, pensamos que debíamos estar ahí. Creo que se debe respetar el hecho de que fuéramos igual que nosotros respetamos a quien consideró que no debía ir. Cuando uno tiene necesidad de buscar enemigos inexistentes, es que no tiene proyecto.
–Con esta propuesta, ¿no cree que se cuestiona el papel mismo de los agentes sociales tal y como esté recogido en la Constitución?
–Si alguien quiere hacer cambios, lo que ha de hacer son propuestas. Nosotros pensamos que el modelo de reconocimiento de los agentes sociales es válido y efectivo. Si se cuestiona el papel de los agentes sociales, debe decir por qué o dar una solución diferente.
–¿Va a haber respuesta de la CEV a esta propuesta?
–La CEV lo debatirá en la próxima reunión de sus órganos de gobierno.
–Dos semanas después de la manifestación por la financiación justa, tenemos un nuevo retraso en la reforma del sistema y una aprobación exprés del cupo vasco con el apoyo de todos los partidos –excepto el voto en contra de Cs y Compromís– que aumenta las desigualdades en financiación por habitante, ¿de qué ha servido salir a la calle?
–Todos teníamos claro que la situación no iba a cambiar de la noche a la mañana por la manifestación, pero fue una expresión de unión de todo el empresariado y la sociedad. Hay que poner en valor que los valencianos defendemos las cosas como las tenemos que defender, desde el diálogo y con una postura firme. Otras comunidades han elegido otro camino y han llegado a una situación que nadie queremos. El Gobierno debe leer que tiene que resolver los problemas cuando surgen, y la financiación es un problema que debe atajar. Si no, estaremos premiando a los que hacen las cosas mal.
–¿Y ahora qué?
–Seguir insistiendo. Tenemos pedida desde hace más de dos meses una reunión con el ministro (Cristóbal Montoro), ya que él dice que las cosas se solventan en los despachos, y ni siquiera nos ha contestado. Se hubiera valorado muy positivamente que Isabel Bonig nos hubiera pedido que la acompañásemos a la visita que le hizo al ministro. Esa debe ser la actitud.
–¿Echaron en falta a alguien en esa manifestación? Por ejemplo de la Asociación Valenciana de Empresarios.
–No podíamos ir todos. La propia AVE dio libertad a sus asociados para que fueran. Hay muchos asociados de la CEV que pertenecen a AVE y estuvieron codo con codo con nosotros en la manifestación. Creo que el empresario estuvo unido.
"nadie puede firmar en blanco el apoyo a unos presupuestos que ni se conocen"
–El PP, que se quedó voluntariamente al margen de la manifestación, ahora plantea búsqueda de apoyos para los Presupuestos Generales del Estado de 2018 y lo vincula a la financiación, ¿qué papel cree que han de tener los partidos valencianos en la negociación de los PGE?
–Los partidos valencianos han de defender a los valencianos allá donde estén. Pero nadie puede firmar en blanco el apoyo a unos presupuestos que ni se conocen. La actitud del Gobierno ha de ser hacer partícipe a todo el mundo de esas negociaciones.
–Apenas unos días después de aprobarse el nuevo cupo, ahora el País Vasco plantea bajar el impuesto de sociedades...
–Los empresarios estamos por la unidad de mercado. La situación es injusta desde hace muchos años y ahora parece que se está acrecentando. Desde la CEOE, que ha de ser la garante de la unidad de mercado, se han de tomar medidas y decir las cosas claras. Entendemos que hay unas razones históricas con el País Vasco, pero no podemos hacer más grande la brecha. CEOE no puede quedarse al margen de este debate porque afecta directamente a la economía.
–La federación que preside, Femeval, acaba de entregar sus premios anuales, ¿en qué situación se encuentra?
–Femeval está en continua evolución. Desde hace tiempo tiene asegurada la sostenibilidad económica, pero mantener eso pasa por ser eficientes y buenos para las empresas que libremente pagan una cuota a la federación. Este año estamos incidiendo en digitalización de las empresas e industria 4.0. Hemos registrado la marca Valencia Industria 4.0 para seguir generando valor añadido a nuestras empresas.
–¿Se sienten acompañados por la administración en ese proceso?
–La administración es un elefante con pies de plomo a la que le cuesta más adaptarse a estos cambios tan continuos. Nosotros tenemos mucho trabajo hecho y puesto sobre la mesa, nos gustaría que la administración tuviera capacidad de agilizarlo.
–¿Cómo afectarán todos esos cambios que vienen con la industria 4.0 a las relaciones laborales dentro de la industria?
–Creo que estamos ante la mayor revolución industrial de la historia. Quienes se sepan adaptar sobrevivirán, pero la necesidad de adaptación obliga a todos, desde las empresas hasta las universidades y las organizaciones empresariales. El sistema actual se antoja difícil de mantener, por lo que hay que abrir el debate. Si resulta que las máquinas tienen que cotizar porque estamos tirando de máquinas en lugar de personas, hay que planteárselo. Todos tenemos interés en que se mantenga el sistema, en primar la formación y en evitar que la digitalización ponga en riesgo de exclusión a los trabajadores menos cualificados cuyo trabajo puede hacer una máquina.
–Femeval lleva prácticamente desde el inicio de la legislatura pidiendo coordinación en la Conselleria de Economía, pero la situación no ha cambiado, sino más bien al contrario, ¿les preocupa?
–Estamos preocupados porque hay mucho trabajo hecho y hay un riesgo evidente de que se retrase. Esperamos poder sentarnos todo el sector industrial con la administración para pedirles que esa coordinación sea efectiva. Nosotros no vamos a entrar en guerras políticas, pero las cosas hay que hacerlas. En este caso, las empresas somos los clientes de la conselleria y los clientes en este caso somos los que tienen que marcar las necesidades del proveedor, en este caso la administración.
–¿Y qué les van a pedir?
–Hay mucho trabajo avanzado. Sería injusto decir que la Conselleria de Economía ha estado totalmente paralizada, pero la incertidumbre que existe en este momento es importante. Queremos que nos den la tranquilidad de que ese trabajo va a salir adelante. Es más, nos gustaría ir más lejos y que los planes industriales no terminasen con la legislatura. Por eso emplazaremos a todos los partidos para ver si hay posibilidad de consensuar una política industrial que fuera más allá de una legislatura porque ganaríamos en efectividad y optimización de recursos. Sería bueno para todos.
–Entiendo que la principal inquietud es que el Plan Estratégico de la Industria apenas está esbozado y la persona que lo ha impulsado, Diego Maciá, ya no está...
–Si nos transmiten la tranquilidad de que no va a haber problemas, no tiene por qué haber ningún problema. Pero insisto, queremos ir más allá porque no queremos estar con los vaivenes de que todo pueda cambiar con el final de la legislatura. Con las necesidades de las empresas no hay que hacer política, sería bonito un proyecto de reindustrialización conjunto.
–No parece la mejor decisión dejar vacante la Dirección General de Industria...
–No soy quien para decir cuál ha de ser la solución. Dada esta situación, esperamos que en un breve plazo de tiempo nos digan que no va a haber ninguna paralización, los sectores industriales estaremos tranquilos. Si nos dicen que no va a haber solución, tendremos que hacer un planteamiento diferente.
–¿Qué es un planteamiento diferente?
–Si no nos dan solución, tendremos que analizar si tomamos otro camino o reivindicamos de una manera diferente. No podemos quedarnos parados cuando tenemos ya el trabajo hecho.
–Confeindustria se ha mantenido en un discreto segundo plano hasta que se completase la transformación de la CEV, ¿ha llegado el momento de lanzar definitivamente el proyecto?
–Confeindustria es un proyecto inteligente porque hemos optimizado recursos de muchos sectores que antes trabajaban separados. Ahora ha llegado el momento de incorporar a los sectores que quieran. Es un proyecto integrado dentro de la CEV, queremos ser su parte industrial. Somos el representante de la CEV en el Observatorio de la Industria y creo que estamos trabajando bien. Creemos que con Confeindustria cubrimos el flanco de la representación institucional y defensa de nuestros intereses.
–¿Qué papel va a jugar Confeindustria dentro de la nueva CEV?
–Somos la única organización que obliga por estatutos a sus miembros a pertenecer también a la CEV. Eso ya es una muestra de absoluta lealtad al proyecto. Lo único que queremos es tener una voz única dentro de la CEV y ante la administración. La organización autonómica más representativa de todas las empresas va a ser siempre la CEV porque no puede haber ninguna otra con peso específico importante sin tener a la industria.
–Hablando de la CEV, ¿va a ser usted uno de los vicepresidentes?
–Creo que las vicepresidencias han de ser puestos de confianza del presidente y hay que darles total libertad para que elijan. He de decir que no lo he hablado con el presidente, Salvador Navarro, ni le voy a preguntar. Él pondrá a quien considere, en ningún momento va a haber presión para que Confeindustria tenga una vicepresidencia.
–Usted también está en el comité de la CEOE. Algunos miembros han trasladado cierta incomodidad con la gestión de algunos asuntos como la crisis de Cataluña por parte de su presidente. ¿Detecta ambiente de contestación interno a Juan Rosell?
"Hay que dejar trabajar a Juan Rosell, CEOE no tiene que aportar más problemas a la sociedad de los que ya tiene"
–El tema de Cataluña ha abierto brechas en cualquier ámbito de la sociedad. No hay que esconder que cuando alguien es catalán, la sensibilidad a la hora de ver las cosas es diferente. El debate se ha puesto sobre la mesa en CEOE, pero creo que al final primará la coherencia. Al presidente le queda un año de mandato. Hay que dejarle trabajar e intentar apoyarle. CEOE no tiene que aportar más problemas a la sociedad de los que ya tiene. Creo que lo inteligente sería aparcar ese debate porque las empresas no entendería que nos metiéramos en batallas de sucesiones y de tronos.
–La Cámara de Valencia también vivirá en breve un proceso electoral, ¿ve alternativas a Jose Vicente Morata o cree que repetirá?
–Jose Vicente Morata ya ha dicho que se va a presentar. El proyecto de la Cámara está funcionando bien después de una serie de cambios por la retirada del proceso cameral que ha obligado a reinventarse. Cuando las cosas funcionan bien, no hay que cambiarlas. Esperemos que José Vicente Morata sea presidente. Los empresarios están contentos y yo le debo lealtad al presidente porque estoy en el mismo proyecto. El sentir general del empresariado es que el proyecto tiene validez y no sería inteligente cambiarlo.
–La planta de Ford en Almussafes es una parte muy relevante del sector industrial en la Comunitat, ¿cómo valora la reciente apuesta de la multinacional por la planta a largo plazo?
No deja de ser un reconocimiento de que se están haciendo bien las cosas. Tenemos muchas empresas que han crecido y aprendido a trabajar con Ford. Las empresas de componentes son un referente. Es un sector de alto valor añadido porque es intensivo en formación. Ese es el camino si queremos tener industria.
Y gran parte del éxito de Ford aquí ha sido la capacidad de la empresa de hacer inversiones acompañada del apoyo de los trabajadores al proyecto. Cuando se pide un esfuerzo adicional, hay que enseñar los beneficios que se van a conseguir con ello.