Ernesto Colman, fundador de Vitaldent, tiene una sicav de 14,5 millones de euros

VALENCIA. La Policía Nacional detuvo ayer a los responsables de Vitaldent por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales. Y, entre ellos, a Ernesto Ramón Colman Mena fundador de la conocida empresa al que la Fiscalía Anticorrupción le acusa de liderar una "organización criminal". 

Los investigadores explican que para evitar sus obligaciones fiscales, el máximo responsable de la empresa ingresaba los ingresos obtenidos de las franquicias de la marca en entidades bancarias de Suiza o Luxemburgo. Posteriormente, parte de este capital era reinvertido en España mediante la adquisición de bienes inmuebles, vehículos y otros artículos de lujo, culminándose de este modo un proceso de blanqueo.

Este uruguayo que llegó a España desde Argentina a finales de los ochenta, prácticamente sin dinero -pero con las ideas de protésico dental bien claras-, puso en marcha con el tiempo la primera cadena de centros dentales baratos, cuando ir al dentista costaba lo suyo. Así fue como nació Vitaldent, cuyo negocio franquiciado ha dado millonarias ganancias a Colman.

Y para canalizar sus inversiones qué mejor que recurrir a una sicav, que en el caso de Colman se refleja en C. F. General de Inversiones Financieras, tal y como constató ayer por la tarde este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se trata de una sociedad de inversión de capital variable en franco ascenso, que el pasado año cerró con un patrimonio récord de 14,51 millones de euros.

Presidiendo dicha sicav desde junio de 2007, domiciliada en en Madrid y gestionada por el Banco Santander, aparece el propio fundador de Vitaldent junto a 235 accionistas más... aunque uno de ellos -no hace falta preguntar quién- tenía en la pasada Nochevieja un 99,93% de la cartera.

La negativa marcha de los mercados financieros durante 2015, tanto de renta variable como de renta fija, se plasmó en una caída de la rentabilidad de C.F. General de Inversiones Financieras del 1,89%.

La mayor parte de la cartera -y de ahí que solo bajara dicho porcentaje- estaba invertida en posiciones defensivas de renta fija -tanto nacionales como internacionales-, que copaban casi un 80%. Así, en el plano doméstico aparecían participaciones en bonos autonómicos de Extremadura, País Vasco, Madrid y Castilla León, así como renta fija de Bankia, Cajas Rurales Unidas (Cajamar) y Mapfre, amén de deuda soberana.

Posiciones defensivas

Del bando exterior -y siguiendo con las posiciones defensivas- aparecían nombres tan conocidos como EDP, Groupama, Novo Banco y Telecom Italia, entre otros. Además de participaciones en instituciones de inversión colectiva (IIC) como Goldman Sachs India y United States Oil Fund.

En cuanto a la renta variable pura, y en el apartado español, se dejaban ver una veintena de cotizadas entre las que sobresalían -por el peso de las inversiones- Banco Santander, Enagás, Abertis, Acerinox, REE, Almirall, Supermercados DIA e Inditex, todas ellas con más de 100.000 euros a 31 de diciembre de 2015. 

Bastante mayor era la nómina de cotizadas extranjeras -cerca de 40- donde las de mayor peso eran, por este orden, Roche Holdings, Swatch, Basf, Panalpina, Adecco, Microsoft, Sanofi y Nestlé, por citar unas cuantas.