VALÈNCIA. La belga Fosbury & Sons está más cerca de aterrizar en la antigua Estación Marítima. Después de adjudicarse el pasado mes de noviembre la concesión del espacio por 25 años, la compañía ya ha firmado el contrato que la habilita para ponerse en marcha con el proyecto presentado: Valencia Innovation Bay. Su misión es poner en marcha un espacio de trabajo colaborativo, con un ambiente atractivo y que aporte valor a emprendedores, nómadas digitales, creativos, startups y empresas.
Casi cinco meses son los que han tardado la adjudicataria y la Marina de València, a quien pertenece el espacio, en firmar el contrato. Y es que desde que la compañía fuera la ganadora de la licitación, existía la amenaza por parte de los impulsores de la otra oferta, Valencia Innovation District, de recurrir el resultado. Esta candidatura ya presentó un recurso, que fue rechazado por el consejo rector del Consorcio Valencia 2008. Actualmente, no han especificado si han presentado un recurso contencioso-administrativo, que podría llevar el concurso a la vía judicial.
Mientras, la vida sigue, y Fosbury & Son espera inaugurar el espacio en 2020. En él tiene como misión humanizar la innovación y hacer la tecnología más accesible a la ciudadanía. "El objetivo es poner a disposición de la ciudad una plataforma abierta para crear a todos los niveles”, señala Maarten van Gool, cofundador de Fosbury & Sons. La compañía contará con un equipo local de trabajo para el desarrollo de Valencia Innovation Bay, que también será primera sede de la compañía belga en España.
“Estamos contentos de que València sea nuestra primera sede en España. Es una ciudad llena de oportunidades, muy humana y creemos que tiene un futuro prometedor. Nos ha llamado especialmente la atención la estrategia a largo plazo de la Marina y estamos orgullosos de ser parte de ella, conectando València con otras ciudades a todos los niveles", apunta. La estrategia de Fosbury & Sons es ocupar espacios que considera singulares en las ciudades y de ahí la atracción por estos casi 5.000 metros cuadrados. La compañía contará a finales de año con tres sedes en Bruselas, dos en Ámsterdam y una en Amberes.
"Las obras comenzarán con la mayor brevedad posible tras la firma del contrato", aseguran desde la compañía. El estudio Ánima Arquitectura, liderado por Santa Morro, será el encargado del proyecto técnico del edificio. “Queremos montar un proyecto local atractivo sobre una plataforma internacional fuerte”, afirma van Gool. El proyecto también incluye una oferta gastronómica y de restauración, mientras que la propuesta gastronómica es de Tándem Gastronómico, consultora de innovación en gastronomía de Germán Carrizo y Carito Lourenço, también fundadores de los restaurantes Fierro y Doña Petrona.
Siguiendo con sus planes de desarrollo internacional, ciudades como La Haya, Rotterdam, Utrecht, Gante o València, entre otras, se unirán a un proyecto internacional que quiere contar con una red de 15 sedes conectadas para el 2021. El canon aportado por la compañía será del mes 7 al 12 un pago mensual fijo de 15.250 euros, el segundo año de concesión un importe mensual fijo de 20.950 euros y a partir del tercer año el importe mensual fijo ascenderá a 26.650. A ésta propuesta la oferta suma un canon variable del 1% sobre los ingresos de Fosbury & Sons Valencia.