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decano del Colegio de Economistas de Alicante

Francisco Menargues: «La administración nos escucha menos de lo que nos gustaría»

| 22/11/2018 | 3 min, 11 seg

ALICANTE. Francisco Antonio Menargues es auditor y también el decano del Colegio de Economistas de Alicante, donde desempeña ahora su cuarto mandato. Bajo este último periodo se produjo uno de los principales hitos de la entidad, que representa a 1.800 economistas de la provincia, y que fue la inauguración de la reforma de la sede, en la calle San Isidro. Su gran preocupación es la ralentización de la economía de la provincia. Entre sus retos está conseguir la unificación de economistas y titulares mercantiles.

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— ¿Qué aporta el Colegio de Economistas al desarrollo de la profesión?
— En principio, hay que dejar claro que no es obligatoria la colegiación, aunque sí muy beneficiosa para sus profesionales. Por eso nos esforzamos en darle un valor añadido y orientarlo al servicio de ellos y del interés general. No obstante, para determinados trabajos como administrador concursal, sí es imprescindible ser colegiado. Para ser auditor, casi también. Somos un colectivo preocupado por la calidad de su profesión y por ello hacemos hincapié en la formación. Hemos realizado, por ejemplo, ochenta cursos en los que han participado tres mil personas. Debemos ser un marco de referencia para la profesión.
— ¿Cuál es la valoración de su mandato al frente del Colegio?
— Estamos en un buen momento. Este es el primer mandato en el que estamos dando nuestros servicios en una nueva sede. Para el Colegio es un hito importante porque, de este modo, podemos dar formación en nuestras instalaciones a las personas colegiadas y mejorar, a su vez, la atención a todas ellas. Además, haciendo balance, la crisis económica que ha pasado nos ha servido para valorar más la profesión y la necesidad de que sea una rama fuerte de la sociedad. Hubo elecciones en el Consejo General de Economistas y ahora englobamos a economistas y titulares mercantiles estando representados ambos en todos los órganos especializados.
— ¿Qué retos quedan por cumplir y le gustaría hacer realidad?
— Creo que uno de los hitos que nos quedan es culminar la unificación con los titulares mercantiles. Próximamente, tendremos una reunión con la directora general de la conselleria de Justicia, precisamente para hablar de ello. Estamos pendientes de los trámites administrativos en marcha para poder promulgar una ley que permita esa unión. En la práctica ya trabajamos juntos, pero nos falta tener la posibilidad de que haya unión jurídica.
— ¿A qué problemas principales se enfrenta la economía alicantina?
— La economía en Alicante es un reflejo de la nacional. Hoy no es tan boyante como hace años, sobre todo de cara al comercio exterior. La contribución que hacemos en exportaciones es menor, se ralentiza. Nuestra provincia es exportadora y, si baja en España, en Alicante se nota. El paro es otra de las preocupaciones, y la provincia se sitúa un poco por encima de la media nacional. Además, nos encontramos con que el producto interior bruto está a la baja y en el último semestre creció una décima menos que en el anterior. En este sentido, el crudo está más caro y la tendencia es que los tipos de interés van a subir y podría haber trabas de cara al comercio internacional. Y es que, si a esta situación añadimos un posible incremento de impuestos, nos llevaría a un menor consumo, que es nuestro motor de crecimiento. Agudizaría los síntomas negativos.

* Lea el artículo completo en el número de noviembre de la revista Plaza

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