VALÈNCIA. La Marina de València ha iniciado la puesta en marcha de un plan de mejora del espacio público que pretende reducir el paso de vehículos a motor por la parte interna de la dársena, donde confluyen peatones y ciclistas que pasean por un tramo hasta ahora también transitado por coches.
Muchos vehículos que no tienen como destino la propia Marina de València utilizan los viales como paso, en muchos casos a velocidades inadecuadas y que crean situaciones de riesgo.
Los vehículos que ahora estacionan de forma irregular se dispondrán en una sola hilera delimitada en la calle J.J. Dómine y se corregirá la duplicidad del tráfico de paso existente entre el vial de servicio y los viales urbanos.
Por otro lado se encuentra la existencia de plazas de estacionamiento sin ninguna regulación y sin tener una mínima carga económica. Actualmente existen unas 1.000 plazas donde nadie paga y en muchas ocasiones se convierte en un espacio dormitorio de vehículos.
Sin embargo, personas que se acercan a la Marina a realizar actividades no encuentran aparcamiento porque trabajadores del ámbito portuario o de alrededor de la dársena lo utilizan de forma recurrente como zona de estacionamiento.
Por eso, introducirán una rotación de plazas con un parking de pago, con una tarifa diaria o mensual. Se plantea un abono mensual de 20 euros y un abono diario de unos 2 euros en el caso de aparcar todo el día. Se trata de una tarifa para disuadir a la gente de que deje el coche durante varios días en el mismo lugar.
Además, se realizará el proyecto de rehabilitación del entorno del Tinglado 2, una de las principales actuaciones de este año del Consorcio València 2007, y que recuperará en verano de 2019 para uso ciudadano un área de 12.250 metros cuadrados que aún alberga el trazado de la Fórmula Uno y está ocupada principalmente por coches.