VALÈNCIA (EP). La dirección general de Deporte de la Generalitat ha elaborado un protocolo de prevención y actuación frente a la violencia en el ámbito deportivo respecto a niños y adolescentes, con el objetivo de prevenir, detectar y responder eficazmente ante cualquier forma de violencia que pueda afectar a la infancia y la juventud en el contexto deportivo. Incluye casos concretos de aplicación, como el uso indebido de redes sociales.
Entre los objetivos específicos, persigue establecer medidas preventivas, proporcionar herramientas y procedimientos para la detección precoz de posibles casos de violencia, definir líneas claras de actuación y responsabilidad para todos los agentes involucrados en el deporte con menores Y garantizar una respuesta rápida, efectiva y coordinada ante cualquier incidente de violencia.
Se convierte así en una referencia al servicio de las entidades deportivas para poder establecer medidas preventivas además de proporcionar herramientas y mecanismos de actuación. Así lo han expuesto el director general, Luis Cervera, y la jefa del servicio de Asuntos Jurídicos e Inspección Deportiva, Míriam Fernández, en la presentación de esta herramienta, informa la Generalitat.
Se trata de crear "un entorno seguro en la práctica deportiva, minimizando riesgos, fomentando la cultura del buen trato, el respeto a todos/as las participantes, la no discriminación y la inclusión en el ámbito del deporte". Se ha elaborado en cumplimiento de la ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI).
Se aplicará en toda la Comunitat Valenciana y abarca todas las actividades deportivas organizadas o supervisadas por entidades deportivas, clubes, federaciones, centros educativos, o cualquier otra organización que desarrolle actividades deportivas en las que participen menores de edad.
En concreto, el sistema de monitorización que desarrollen las entidades deportivas en cumplimiento del protocolo se aplicará a todas las modalidades y disciplinas deportivas, tanto de competición como de tiempo libre, tanto regulares como eventos puntuales como torneos o campus. Incluye las instalaciones deportivas de cualquier titularidad (pública o privada) donde se desarrollen actividades con menores.
Todas las personas involucradas en la práctica deportiva de la infancia y la juventud deberán conocer y aplicar de forma coordinada el documento: deportistas menores de edad, entrenadores, monitores y personal técnico, árbitros y jueces deportivos, así como directivos, personal administrativo y de apoyo, voluntarios, colaboradores y familiares y espectadores de eventos deportivos.
Según el protocolo, las tipologías que se pueden presentar en los entornos van desde la incapacidad de los adultos de referencia de proporcionar al menor una atención adecuada a sus necesidades físicas, de seguridad, cognitivas y emocionales hasta la violencia sexual, incluida la cometida en el ámbito digital.
Por lo que se refiere a la gravedad, se establecen tres niveles: leve, como críticas deportivas desproporcionadas, pero no sistemáticas; grave, ejercicios excesivos como forma de castigo, y muy grave para aquellos incidentes que suponen un riesgo inmediato y severo para la integridad física o psicológica del menor o que constituyen un delito. Entre estos últimos se enmarca el acoso sexual o la incitación al consumo de sustancias dopantes o drogas.
Para garantizar la efectiva implementación y seguimiento de este protocolo, se crea una estructura organizativa con roles y responsabilidades claramente definidos. Se establece así una persona delegada de protección, figura con la que debe contar cada entidad deportiva, con formación específica como establece la LOPIVI.
Este delecado deberá fomentar una cultura de buen trato y protección a la infancia y adolescencia frente a la violencia en la entidad a la que pertenezca, a través de medidas de sensibilización, prevención, detección y protección de los niños y adolescentes participantes. Además, será el canal principal de comunicación dentro de la organización.
El protocolo recoge que el uso de dispositivos móviles y las redes sociales en todos los ámbitos, incluido el deportivo, presentan "desafíos específicos en la protección de datos y la imagen de los menores". Aunque la mayoría de centros deportivos ya disponen de sus propias recomendaciones, este documento detalla de forma exhaustiva cómo proceder al respecto.
Presenta casos específicos de cómo proceder en situaciones concretas. Por ejemplo, se recomienda qué hacer si una persona del cuerpo técnico publica fotos en una red social sin consentimiento o si una persona participante en un partido de baloncesto agrede a una persona del equipo rival.
En definitiva, se trata de una guía para la intervención rápida en todo tipo de situaciones cotidianas que puedan producirse en el ámbito del deporte y la infancia y adolescencia.