Grupo Ribera estudia construir un nuevo hospital en València tras comprar el Imske

VALÈNCIA. Grupo Ribera está a punto de tener su primer hospital en la ciudad de València gracias a la compra del centro especializado en traumatología Imske, una operación que fue aprobada por la parte vendedora este lunes y que muy probablemente se firmará ante notario este mismo martes. 

Además, según ha podido saber Valencia Plaza, la compañía liderada por Alberto de Rosa y participada mayoritariamente por el grupo francés Vivalto Santé estudia construir un segundo edificio junto al Imske para abrir otro hospital que albergaría el resto de especialidades.

Inaugurado en 2020, Imske, ubicado en la calle Suīza, en el barrio de Las Moreras, fue impulsado por los reconocidos médicos Ignacio e Isabel Muñoz Criado. Un centro en cuya promoción también participaron empresarios valencianos como Francisco Lorente, presidente de la filial española de la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC) y otros directivos de la naviera suiza. La sociedad gestora del hospital, que es la que adquirirá Grupo Ribera, está participada al 50% por los hermanos Muñoz Criado, por un lado, y por los inversores que les apoyaron, por otro. La adquisición será del 100%.

La compra no incluye el edificio que alberga el hospital, que se queda en manos de Lorente, los directivos de MSC y otros empresarios como Enrique Silla, fundador de Jeanología. El proyecto del Imske se creó mediante dos sociedades, una promotora del inmueble y otra dedicada a la gestión hospitalaria, y así continuará.

A día de hoy, el edificio está íntegramente dedicado al aparato locomotor, distribuido en 10 plantas y con 50 personas fijas en plantilla, además de especialistas que utilizan sus instalaciones. En el hospital se despliega un amplio abanico de servicios relacionados con la traumatología: desde reumatología, medicina deportiva, rehabilitación y cirugía plástica aplicada a la fisioterapia, hasta ortopedia infantil, podología, nutrición, psicología, dermatología y neurología. 

Posible ampliación

La intención de la compañía que lidera Alberto de Rosa es mantener la marca Imske, pero la construcción de otro centro en la parcela anexa está sobre la mesa tras el ofrecimiento del dueño del terreno, que no es otro que Francisco Lorente. 

No obstante, la compañía tiene que estudiar la viabilidad de impulsar un proyecto de dichas características, dada las numerosas aperturas de hospitales privados previstas para los próximos años en València. Entre éstos, el proyecto del grupo hospitalario Imed en la antigua sede de la compañía Iberdrola en la calle Isabel la Católica. El grupo ya tiene un centro hospitalario a la entrada de València, en el término de Burjassot.

Otro proyecto en marcha son el Hospital Vithas València Turia, ubicado en el barrio de Malilla. Un centro de 27.000 metros cuadrados que tiene previsto inaugurarse en 2025. Será el tercer hospital del grupo Vithas en València, tras el Virgen del Consuelo y el 9 de Octubre. Ya en construcción está el Hospital Biomédico Ascires, con una superficie de 30.000 metros cuadrados y ubicado en la intersección de la avenida Tres Cruces y la calle Campos Crespo. . Mientras, Quirón Salud también pondrá en marcha un hospital en el barrio de Malilla, junto a la salida de Ausiàs March hacia la pista de Silla, a pocos metros de La Fe.

Un hospital en Moreras

El Hospital Imske se encuentra ubicado en el PAI de Moreras -en una parcela entre el Oceanografic y el centro del barrio de Nazaret- desde hace años al alza en el mercado inmobiliario. El barrio fue uno de los más damnificados por el estallido de la burbuja inmobiliaria por tratarse de un espacio de nuevo desarrollo que levantó grandes expectativas pero que permaneció ajeno a todas las miradas durante la crisis y que después volvió a retomarse.

El Imske será el primer centro privado de Grupo Ribera en la Comunitat Valenciana, donde hasta ahora su negocio se basaba en concesiones de departamentos de salud públicos. Gestionó los departamentos de La Ribera y Torrevieja, que volvieron a manos públicas en 2018 y 2021 respectivamente. Ahora, mantiene Dénia, del que compró el 65% a DKV pero que volverá a la gestión pública en febrero de 2024. Le quedará el de Elx-Vinalopó, cuyo contrato finaliza en julio de 2025 aunque el Gobierno que preside Carlos Mazón se ha mostrado abierto a prorrogarlo. 

"Queremos estar en la Comunitat Valenciana", señalaba hace unos meses Alberto de Rosa en una entrevista concedida a Valencia Plaza. "Estamos abiertos a analizar cualquier proyecto o construcción". A día de hoy, cuentan con una clínica en la zona de Torrevieja, en Ciudad Quesada. Una clínica ambulatoria, sin hospitalización, y que es la primera presencia que tienen en el ámbito privado en la provincia de Alicante y en la autonomía. 

Reversión de las concesiones 

Recientemente, el Gobierno valenciano daba a conocer que no prorrogaría la concesión de Dénia, que finalizará el próximo 31 de enero, mientras se mantiene la incógnita de si continuará con la de Elx-Vinalopó más allá del periodo de finalización del contrato. Entre los últimos proyectos abordados por la compañía está la gestión del hospital municipal de Talavera de La Reina o la compra del Hospital Povisa en Vigo. 

En este proceso de ampliar su negocio, formalizó a finales de 2022 la adquisición del Grupo Centro Médico Virgen de la Caridad, el mayor operador sanitario privado de Murcia. También gestiona un hospital en Ferrol y cuenta con la mayoría en la eslovaca Pro Diagnostic Group, entre otros proyectos. En este sentido, la compañía sigue buscando oportunidades de compra o construcción en zonas estratégicas como el norte de España o la zona del Mediterráneo.

Cabe recordar que, a finales de 2022, Grupo Ribera fue adquirido por Vivalto Santé al grupo estadounidense Centene Corporación. El grupo francés estaba en crecimiento en Europa impulsado por el fundador de la compañía, Daniel Caille, a través del fondo Vivalto Partners. Tras su entrada, la compañía ha mantenido una etapa de crecimiento, diversificación y expansión. Una estrategia que puso en marcha después de que el Gobierno de Ximo Puig llegase al Palau de la Generalitat en 2015 con la promesa de acabar con este modelo de gestión, conocido como 'modelo Alzira', impulsado por gobiernos del Partido Popular.