Eva Davó lleva más de vida trabajando de cocinera con la misma filosofía: cocina tradicional, basada en el producto y la proximidad. La misma que elabora desde hace años en La Cantina de Ruzafa, el restaurante que abrió junto a Jaume Vila hace años. Antes regentaron durante diez años otro restaurante en Cornellá de Llobregat (Barcelona), pero la llegada de su primer hijo empujó a la pareja hacia una vida donde fuese algo más fácil la conciliación. Pertenecientes al movimiento Slow Food desde 2013, la cocina saludable y sostenible que elabora Eva en este local que fue una antigua fábrica de guitarras y también sede del Partido Comunista –y donde se puede comer muy bien un menú por 12 euros, además de almorzar– es un forma de entender la vida. Esta semana presentaron el libro “29 sabores de agradecimiento”, un homenaje a los voluntarios que ayudaron en la Dana de Valencia hace algo más de un año.
1. ¿Qué preparas en casa cuando tienes invitados?
Soy una persona altamente sociable, pero dedicandome a cocinar, intento escaquearme una vez me quito la chaquetilla, jajaja. Aún así, he de reconocer que me toca muchas veces pringar. Yo prefiero invitar a cenar fuera de mi casa y así todos felices, sobre todo si son amigos de fuera de la terreta, soy muy de recomendar lugares únicos.
2. Darte un homenaje para ti significa…
Me encanta descubrir mundos sencillos pero diferentes al mío. Viajar y mezclarme con los lugareños, conversar o intentarlo (llevo fatal los idiomas) y por supuesto descubrir maneras de comer y compartir. Es lo que disfruto más, sin duda.
3. Tu último descubrimiento gastronómico
Me flipó mucho el trabajo de Saboritas, una gente extraordinaria con un proyecto muy bonito, recuperar cultivos de olivos en la zona de Alto Palancia. Hacen un aceite excepcional con variedades locales como la Serrana. Como dice David, uno de los fundadores, son Militantes del Rural y mantienen el paisaje tal como lo dibujaron nuestros ancestros, tienen varios campos de olivos milenarios, hacen un trabajo impagable estos jóvenes emprendedores.
4. Tu última cena consistiría en…
Improvisaré, me divierte más que planificar, seguro será original.
5. ¿A qué le tienes miedo?
A mil y una cosas, pero tengo una vena aventurera, así que...¡Palante como las de Alicante!
6. ¿Qué guiso o plato familiar forma parte de ti?
La Paella como no, el Putxero de Nadal, el Arròs en Fesols i Naps, el Arròs al Forn... No puedo decantarme… ¡Ah! ¡El bullit era uno de mis plato favoritos en la infancia!
7. Para combatir la resaca lo mejor es…
Una Orxateta en Alboraia, aunque mejor ser prudente y una retirada a tiempo, ya no estamos pa esos trotes que ya voy por 51 y soy madre.
8. Lo que menos me interesa de la gastronomía es...
Repetir, repetir y repetir. Creo en una cocina vitalista, de temporada, fresca, sencilla. Me encanta jugar con lo que me ofrecen nuestros productores, de hecho, cada semana voy a ciegas (bueno, no tanto, algo se tiene que notar la experiencia ;-) Soy fan de la cocina realista de Aprofitament, así que cambiamos cada día el menú, adaptandonos a sacarle partido a las verduras de la temporada. Por supuesto, no soporto un trabajo mecánico basado en el dios Escandallo y la cocina al vacío, soy más de una rotación natural y menos plástico, que ya hay bastante.
9. La cocina del futuro debería ser…
Como reza María Nicolau: “Cocina o Barbarie”, vamos a ver si recuperamos la cordura y cocinamos más el producto local, fresco y pagamos precio justo a los agricultores y ganaderos. Porque de lo contrario, anem malament. La cocina del futuro, debería ser de economía circular y sostenible, aunque parece que nos preparamos para pisitos de habitación, baño y poco más, con espacio para microondas y prou. El tema de la vivienda es otro gran qué, a este paso, cocinar va a ser de ricos.
10. ¿Por qué te gustaría que te recordaran?
Mi ego es bastante austero y me siento bastante librepensadora, creo que es mucho, así que si la gente me tiene consideración y estima, soy feliz. Bueno, puestos a soñar, llevo años formulando que quiero ser la "Pep el Botifarra" en cocinera. Me flipa mucho la conexión con las personas mayores que ha tenido y cómo ha sabido recuperar patrimonio de letras, dichos, maneras... pasar a la historia como recuperadora de memoria sería un puntazo.
11. Última vez que pediste delivery y qué fue.
Uf, creo que cuando pillamos el Covid en casa por el 2021, no me gusta el concepto, soy más de ir a bares y restaurantes.
12. ¿Cómo es tu restaurante perfecto?
Me encanta descubrir sitios auténticos, llevados con pasión. Creo que hay hueco para todos y la perfección como concepto no me interesa, así que apuesto por la diversidad.
13. Tu momento más feliz asociado a la gastronomía.
Soy disfrutona comiendo, sobre todo verduras bien cocinadas. Pero con diferencia, soy inmensamente feliz, cuando descubro una receta antigua ligada a la gastronomía local.
14. ¿A qué cocinero/a o persona vinculada al sector admiras?
A muchas, creo que Carme Ruscadella me rompió la cabeza en una conferencia y su energía arrolladora me iluminó ;-) Me encanta Ada Parellada, muchas, sobre todo, las mujeres, me identifico más fácilmente con ellas y creo que hay que hacer piña.
15. ¿En qué país del mundo se come mejor?
En España, obviamente. He vivido fuera de Valencia desde los 19 años, en Bilbao, Galicia, Cataluña, Madrid... en todos estos lugares se disfruta mucho y son muy diferentes, me chifla.
16. Un placer culpable a la hora de comer.
El vino.
17. ¿Qué haces para desconectar del trabajo?
Muy difícil, mi trabajo es mi vida.
18. ¿Has conquistado a alguien por el estómago?
A mis clientes, espero ;-)
19. ¿Crees en los influencers foodies como herramienta de visibilidad para tu negocio?
Creo que mi trabajo aporta ideas, valor y alma y me encanta que se hable de él, pero creo que siempre es mejor, que sea de manera orgánica y “espallet amb bona lletra”. Si se paga por que hablen de tí, creo que no mola tanto, pero es mi humilde opinión.
20. Un plato o ingrediente que pienses que está sobrevalorado.
Veo muchos infravalorados, por ejemplo, las naranjas, el pan bueno de panadero… Creo que se da la espalda a nuestro sector primario y nuestros artesanos, y aixó, no pot ser!