PLATO DE LA SEMANA

NUEVA APERTURA

Bar Badis: la familia Camaleón crece en el barrio de Arrancapins

Tras algo más de dos meses de reforma integral, El Globo de Camaleón reabre no solo con una renovación de nombre y local, también lo hace con una propuesta gastronómica que mira más al producto e incorpora otras opciones como los platos de cuchara.

  • Rocío López y Enrique Campos
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 Para la mayoría de su clientela fija, la espera se ha hecho eterna y la expectación ha ido en aumento a medida pasaban las semanas. Dos meses y catorce días cerrados han sido los necesarios para volver a la casilla de salida, pero con más ganas que nunca: El Globo de Camaleón renace como Bar Badis. 
 

Pero aviso a navegantes, a pesar de mantener ubicación, dueños, familia y esencia, no esperemos sólo un cambio de nombre y un poco de ‘chapa y pintura’ en el local. La nueva vida de Bar Badis llega con una reforma integral que proporciona un espacio mucho más confortable, que destaca por una gran barra capitaneada por las reconocibles piezas de Maora en forma de escamas; y una oferta culinaria que presume de productazo y a las que se añaden bocados diferentes donde no faltan los bocadillos más gourmet o los guisos, que comienzan a tener protagonismo en las cartas de los restaurantes valencianos y que tanto  apetecen en estas jornadas de frío que parecen no tener fin. 

 

 

Al frente del proyecto, los reyes gastronómicos de Arrancapins, Rocío López y Enrique Campos, que llegaron en 2017 con la apertura de Camaleón y desde entonces no han parado en su empeño de poner en valor a este barrio que está en plena ebullición. Desde entonces y hasta ahora, somos muchos (los del barrio y los que no), los que nos hemos acercado a cualquiera de sus restaurantes a disfrutar de una comida o cena en la que la mayoría coincide: satisface a todos los paladares
 

Ahora toca añadir una parada más en nuestro itinerario, porque nuestro próximo homenaje nos lo tenemos que dar en Bar Badis. Y te lo dice alguien que ya se pasó por ahí hace unos días y está deseando volver a repetir para seguir descubriendo el resto de su carta. 
 

“Bar Badis lo he hecho a imagen y semejanza del bar al que me gustaría ir a mí como clienta habitual. Tanto Enrique como yo nos consideramos personas disfrutonas y echábamos en falta en el barrio un espacio que se adaptara a las necesidades de cada momento, desde una comida con amigas mientras nuestros hijos juegan en el parque o una cita en pareja donde tomarnos unas ostras y abrimos una buena botella de champagne”, señala Rocío López a Guía Hedonista. Dicho y hecho. 



Una familia que no para de crecer

Pero antes de continuar contando en profundidad el proyecto, echemos un poco la vista atrás para entender el contexto que les ha hecho llegar hasta aquí y lo más importante: por qué El Globo ya no es El Globo y ahora ha nacido Bar Badis. 

Tras formarse en l’Escola d'Hostaleria, Turisme i Industries Agroalimentaries en Castellón y con una trayectoria de más de 20 años dedicados a la hostelería sobre todo en hoteles de Valencia, Barcelona y Girona, fue en el 2017 cuando Enrique Campos decidió abrir junto con su pareja Rocío López el restaurante Camaleón en el número 18 de la calle Albacete. ¡Ya van por una década juntos y sumando!

“La ilusión de Enrique desde siempre era montar algo propio. Teníamos el local fichado desde hacía tiempo, pero se nos iba de precio. Un día tras una desilusión viendo otro establecimiento por la zona de Reino de Valencia, decidimos apostar por este. Él me dijo que todo al rojo. Arriesgamos y ganamos”, recuerda Rocío. 

“Los comienzos fueron bastante duros y agotadores. En aquel momento yo dejé mi trabajo para dedicarme 100% a Camaleón, pero Enrique seguía en el departamento de I+D de Muerde la Pasta y al principio trabajaba durante el día ahí y por la noche venía a hacer el servicio a Camaleón. Fueron días de dormir poco y a veces se quedaba hasta las tres de la mañana haciendo croquetas”, añade. Pero mereció la pena. ¡Vaya que si la mereció! 

En noviembre de 2021 llegó Ardacho en el número 17 de la calle San Francisco de Borja. Lo hizo al mismo tiempo en el que Voro se despedía de su bar en la misma plaza donde está ubicado Camaleón, tras más de 35 años en activo. “Era nuestro bar de siempre y donde mejores momentos hemos pasado. Como estábamos con la apertura de Ardacho no podíamos permitirnos una nueva aventura hostelera en ese momento, pero siempre nos quedamos con el gusanillo de rendirle ese homenaje a Voro con la continuidad de su negocio”, indica Rocío. 

Pero ya sabemos que cuando entra en juego el destino, poco tenemos que decir y tras un año de funcionamiento en otras manos, lo volvieron a traspasar. Con Ardacho y Camaleón a pleno rodaje decidieron ir a por el tercero: El Globo de Camaleón abrió sus puertas en septiembre de 2022.

“Al barrio le faltaba ese bar donde irte a tomar un buen bocadillo o unas tapas en la mejor compañía. Le dimos una lavada de cara, lo pusimos a punto y listo; pero siempre tuvimos claro que si funcionaba, más adelante tocaría cerrar para hacer una inversión fuerte, además de la necesidad de adaptarlo a la normativa en cuestiones de accesibilidad y movilidad reducida. Las obras que en un primer momento queríamos hacerlas en agosto de 2024, finalmente empezaron en enero de este año y duraron hasta el 15 de marzo, fecha en la que abrimos las puertas del bar de nuestros sueños”, añade. 

El por qué del nombre de Bar Badis no tiene mucha complicación. Tal y como nos cuenta Rocío, tan solo debemos teclear las palabras de ‘pez camaleón’ en nuestro buscador de confianza para encontrarnos con este pez que en su nombre científico, se le conoce como Badis Badis. 
 

“Al principio queríamos mantener el nombre de El Globo de Camaleón porque a Voro le queremos muchísimo, es una bellísima persona y era como nuestro pequeño homenaje a su bar. Pero desde que abrimos teníamos el problema de que mucha de la clientela, se confundía al reservar entre Camaleón y El Globo. Esto nos traía muchísimos quebraderos de cabeza, por lo que al final nos decantamos por solventar la situación cambiando de nombre al mismo tiempo que lo hacíamos con la imagen, propuesta y decoración del local. Un día libre tomando una cervecita en la nieve me llegó la inspiración de que podía existir un pez camaleón y el resto es historia”, reconoce. 
 

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Un local con elementos marinos  

 

La encargada de la decoración del local ha sido Mª Carmen de Ateiram Interiorismo. Es una de las integrantes que en su día hicieron lo propio con Ardacho y Camaleón por lo que ya conocía los gustos y peticiones del tándem formado por Rocío y Enrique. Una gran barra protagonizada con piezas de Maora formando las escamas que llevan ideando desde el primer local, una cocina a la vista de toda la clientela y una gran vitrina con el marisco y pescado fresco del día. 

 

La gran mesa final con las paredes de ambientación marina, ideal para los grupos de más de cuatro personas. Y ojo a los baños, el secreto mejor guardado del local y donde las fotos a golpe de Instagram están más garantizadas. 
 

 

¿De espacio? En la zona interior, un total de 30 personas sentadas (cuatro en la barra) y alrededor de 26 en la terraza. La joya de la corona y la mesa más deseada de todas, en la barrita de fuera justo al lado de la puerta con disponibilidad para cuatro comensales. Ya estamos vaticinando en ella, la mejor de las primaveras.

Ostras, guisos, bocados ‘gourmet’ y mucho más

Y ahora llega mi parte favorita, porque aquí hemos venido a jugar y a darnos un buen festín. Con un carta variada que versa entre entrantes fríos y calientes, platos para mojar, panes y bocatas, principales y postres, a los que se suman los mariscos y pescados de la vitrina que cambia a diario en función del mercado; la oferta de Bar Badis es lo que cada uno desee en cada momento. 

Una propuesta divertida, informal y desenfadada (que promete ir cambiando en función de la temporada), pero con este toque gourmet y un producto de alta calidad que la eleva y la hace especial. Aquí encontramos los clásicos que nunca fallan como las patatas bravas ‘estilo Voro’ con salsa brava Camaleón, la croqueta de bogavante, el buñuelo de bacalao con all i olí de membrillo o el torrezno de Soria; pero lo hacen acompañando a otras sorpresas donde han jugado con la creatividad y el saber hacer. 

Ejemplo de ello es la ensalada de gamba, surimi, salsa rosa y cangrejo en tempura; la titaina con tartar de atún rojo, piñones, emulsión de miso y wasabi; la sepia bruta con piñones y aceite de picaeta; el corazón de alcachofa relleno de boletus y foie caliente; o la bandeja de solomillo con salsa strogonoff y patatas. 

 

 
 
 

Si nos detenemos en su vitrina de marisco y pescado, nos esperan manjares como las cigalas salteadas con ajitos tiernos (¡recomiendo no perdértelas!),  las vieiras, ostras francesas o gallegas, el tartar de atún rojo o las gambas rojas. Esta se actualiza cada día en el QR en función de lo que traiga  cada mañana de Mercavalència, Nicolás, uno de sus proveedores más preciados. “Antes tenía una pescadería en el barrio, pero ahora se dedica a comprarnos el producto y lo reparte con su furgoneta para abastecer a nuestros tres restaurantes”, señala Rocío.  Manolo hace lo mismo con las frutas y verduras,  desde la tienda Los Maños, ubicada en el número 9 de la plaza de Pintor Segrelles. 

 

 

En la parte de ‘panes y bocatas’ me sorprendieron con un sándwich crujiente de sobrasada de porc negre, cebolla caramelizada y queso curado; o el bocata ‘Badis’, el que para Rocío es uno de sus platos favoritos que se traduce en una pulguita de lomo, queso curado, huevo y pimiento verde frito. 

 


 

Con estas lluvias y este frío, los platos de cuchara entran más que nunca. En Bar Badis se han decantado por platos del recetario tradicional, pero con una vuelta de tuerca, y nos presentan propuestas como las albóndigas de carne con shiitake, guiso al vino tinto y patatas crujientes; el guiso de sepia y pulpo con garbanzos y acelgas; las lentejas estofadas con foie caliente; o el guiso de morro y oreja con chorizo ahumado y kimchi. Este último, uno de los favoritos de Enrique. 

 


 

“La gente que sale mucho a restaurantes merece encontrarse con una carta como la que hemos preparado. Estamos ante una propuesta diferente a lo que estamos acostumbrados a degustar habitualmente. Queremos que la clientela venga a disfrutar y a darse un homenaje”, comenta muy ilusionada Rocío. 
 

La idea a partir del mes de abril es permanecer abiertos desde el desayuno a la cena, potenciando bastante los almuerzos. Pero en palabras de Rocío: “Primero queremos asentar los conceptos que ya tenemos controlados y luego ir poco más allá, tenemos que ver si una cocina non-stop es rentable y si podemos ir a por ello en función de los costes y del personal”. 
 

En Bar Badis también hay espacio para los amantes del vino. Blancos, tintos, espumosos… alrededor de 80 referencias con el propósito de ampliarlas en el futuro y guardarlas en el altillo que ha salido con la obra del local donde se pueden almacenar muchas más en neveras. 

 


Aquí tienen cabida todo tipo de paladares, quien quiera cenar algo más gourmet y darse un auténtico festín o quien quiera gastarse veinte euros por persona, pero seguir comiendo bien. Bar Badis es lo que uno quiera cada momento. “Y es la ilusión de nuestra vida, por eso nos gustaría compartirla con todo el mundo. Al final los restaurantes son como mis hijos. Hay mucha gente que me pregunta para cuándo el segundo, y es que mi cabeza está más en los proyectos que en pensar en lo otro, aunque también me encantaría. Los restaurantes nos han hecho sufrir, pero también nos han dado muchas alegrías. Para mí son como mis hijitos”, reconoce emocionada Rocío. 
 

A la pregunta de si habrá un cuarto local, todo está por ver, pero por el momento toca centrarse en lo que ya tienen. "Todavía ni nos lo imaginamos, aunque nuestra aspiración si tenemos un cuarto, es tener un restaurante en el que podamos estar Enrique y yo solos con alguien que nos ayude, pero prácticamente solos. Aunque la realidad es que a día de hoy tenemos otros tres proyectos a los que les tenemos que prestar atención, cuidarlos y mimarlos, por lo que poco a poco”, añade. 
 

Este sueño llamado Familia Camaleón y en concreto Bar Badis no sería posible, sin su personal de confianza. Nombres como Vicente, Ernesto, Mili, Cristian, entre otros, hacen que cada día sea posible levantar la persiana de este local que en apenas una semana de vida ya se ha ganado el aplauso de muchos y el deseo de conocerlo de otros. ¡Y esto es solo el principio! 

  

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