VALENCIA. Iberdrola volvió ayer a los mercados mayoristas pero no para colocar deuda al uso sino para vender 700 millones de euros en 'bonos verdes', pagando un 0,375% de cupón anual, el precio más bajo obtenido por la compañía en operaciones a ese plazo en los mercados de capitales en euros. Se trata de la tercera operación de estas características que acomete la eléctrica presidida por José Ignacio Sánchez Galán.
Conviene recordar que en abril de este año colocó 1.000 millones de euros a diez años en 'bonos verdes', pagando un cupón anual del 1,12%. para financiar proyectos renovables. La eléctrica, que junto a Abengoa son las dos únicas cotizadas españolas en emitir este tipo de activos, fue pionera al acometer la primera operación en enero de 2015, cuando vendió 600 millones también al 1,12% anual a ocho años de vencimiento.
Precisamente Iberdrola está trabajando en el mayor proyecto español de la historia en el sector de las renovables como es el parque eólico marino East Anglia One. Un ambicioso proyecto que desarrolla actualmente en aguas inglesas y que antes de ayer adjudicaba un contrato a Navantia y Windar un contrato de unos 120 millones de euros. Y precisamente esta emisión de bonos le viene muy bien para la financiación.
Para conocer más sobre este tipo de inversión nada mejor que hacerlo con Guillermo Ramón Gregori, que cuenta con una de las pocas empresas de asesoramiento financiero independiente (EAFI) unipersonales en la Comunitat Valencia. Hace diez meses ofreció una interesante ponencia sobre los 'bonos verdes' dentro del seminario de economía internacional en la Universidad de Valencia -en colaboración con Climate-KIC y el Instituto de Economía Internacional- bajo el nombre 'Afrontando el cambio climático desde los mercados financieros'.
-En primer lugar, ¿qué le ha parece que Iberdrola pague un cupón anual del 0,375% en su emisión de 'bonos verdes' que colocó ayer?
-En este entorno de tipos ultra bajos que Iberdrola tenga un cupón tan reducido en una emisión a medio plazo ya no es noticia. Los accionistas muy contentos porque el coste explícito de financiación se reduce cada vez más. Sin embargo, los inversores en renta fija salen perdiendo una vez más.
-¿Son una fórmula rentable estos activos financieros?
-Financieramente son como cualquier tipo de bonos; lo único que cambia es desde el punto de vista del emisor que tiene que demostrar que los fondos se van a utilizar para unos determinados fines 'verdes'. También hay bonos de entidades catalogadas como 'verdes' donde sus bonos ya tienen dicho calificativo
-¿Por qué se enfocan estas emisiones a los grandes inversores y no a los minoristas?
-Porque el mercado de bonos en sí es un mercado mayorista. Si analizamos las nuevas emisiones, los nominales suelen ser de 100.000 o de 200.000 euros y eso ya 'elimina' a mucha gente con ganas de invertir. El minorista puede comprar este tipo de bonos indirectamente a través de fondos o ETFs. Sería una buena opción que el Tesoro vendiera 'bonos verdes' para minoristas, con nominales de 1.000 euros para que mucha gente concienciada pudiera comprar.
-¿Atisba un aumento del interés de la inversión socialmente responsable en España?
-Demanda latente hay, poca pero la hay. De momento la gente no tiene conciencia uniforme de lo que significa este tipo de inversión. Ahora mismo algunos inversores lo que hacen es limitarse a no invertir en determinados sectores (armas, juego, alcohol, farmacéuticas) o compañías con escándalos reputacionales.
-¿Por qué siguen siendo los 'bonos verdes' unos grandes desconocidos?
-Es un compendio de muchas cosas. Echando un vistazo a los mercados de renta fija, el mercado SEND o el propio MAB no existen muchas emisiones, ni hay mucho volumen. Hasta ahora el español medio se conformaba con el deposito bancario y ahora 'compra' lo que le 'vende' el banco y precisamente no le ofrecen estos productos.
-¿Por qué en España solo Iberdrola y Abengoa se han animado a emitirlos?
-Porque tienen que ser empresas con determinado tamaño para hacerlo, dado que los costes son más altos que en una emisión de bonos normal y porque los fondos deben de destinarse a fines específicamente 'verdes' que serán evaluados por agentes externos. Esperemos que en el futuro, ADIF u otros organismos lo hagan.
-En un entorno de simbólicos tipos de interés y con unos mercados al alza, ¿no es un buen momento para animarse a lanzar nuevas emisiones?
-Sí y por eso llevamos año tras año batiendo récords de emisiones de deuda corporativa. Se cancelan emisiones viejas con cupones más altos, se consigue extender la deuda y se rebaja la carga financiera. Es todo muy lógico... hasta que la burbuja de la deuda estalle y ya veremos lo que pasa.
-¿Está España conciencia para potenciar los factores medioambientales, sociales y de gobernanza?
-Creo firmemente que sí y que no sólo se trata de poner un apartado en la página web sino que poco a poco va calando el mensaje dentro de los directivos. Evidentemente siempre van a aparecer escándalos pero en términos generales se está avanzando mucho. Incluso a nivel regulatorio a las empresas que quieren cotizar en mercados como el MAB se les valora por este tipo de aspectos.