VALÈNCIA. Jordi Juan (1983), matemático de profesión y docente de la materia durante años en la Universidad de València, se convirtió a poco a poco en uno de las nuevos talentos locales del Bloc, la formación nacionalista mayoritaria en la coalición Compromís. Alcalde de su localidad natal, Tavernes de la Valldigna, desde 2015, también es diputado en Les Corts Valencianes a partir de ese mismo año. Un doble cargo institucional que puede estar amenazado por la modificación de la ley electoral que su propio partido y el PSPV quieren impulsar en el parlamento valenciano para evitar que se pueda dar esa doble condición.
Aunque tiene un papel relevante en cuestiones como la tasa del azúcar que tanto revuelo ha causado en el empresariado valenciano, Juan destaca por ser uno de los rostros del denominado sector crítico del Bloc. Alineado en su día con el exportavoz de los nacionalistas, Rafa Carbonell, dimitió de la Ejecutiva de Compromís junto con otros miembros de este sector tras el pacto de los valencianistas con Podemos para las elecciones generales de diciembre de 2015. Y, ante el VII Congreso del Bloc, se posicionó del lado de Carbonell. La marcha del líder de este sector y el surgimiento de una corriente crítica como Bloc i País, ha hecho que Juan apoye alguna de las medidas de Bloc i País, sin llegar a formar parte de él.
Valencia Plaza se reúne con él para hablar de la incertidumbre sobre el futuro proceso de primarias para las elecciones de 2019 que Iniciativa no quiere acometer, del estado actual de la coalición que aglutina a tres sensibilidades tan dispares como Bloc, Iniciativa y Verds-Equo, y de la continuidad de Mónica Oltra como número 1 de la UTE electoral. Pero también de las últimas y polémicas propuestas en el parlamento valenciano con las que no esconde su desacuerdo.
-Una de las cuestiones que se habían discutido de la ley electoral valenciana, pese a que hay consenso entre cuatro grupos, es la bajada del listón al 3%. ¿Será una realidad en los próximos comisios de 2019?
-Será una realidad porque ahora tenemos una oportunidad histórica de saldar esta deuda con la Comunitat Valenciana. No podemos seguir viviendo con este sistema electoral que es una anomalía democrática. Tanto Compromís como el Bloc hemos defendido históricamente esta propuesta y vamos a poner todos nuestros esfuerzos para que sea una realidad. Necesitamos dos tercios para aprobarla, pero no tengo ninguna duda de que lo conseguiremos.
-Lo que sí que no verá la luz durante esta legislatura es la tasa turística. ¿Usted está de acuerdo con la posición que ha tomado Compromís de no pelear por este impuesto para asegurar la estabilidad del Consell?
-Desde Compromís, estamos a favor de la tasa turística porque va en pro de los servicios públicos y defendemos la calidad de los servicios públicos. Como ciudadano y usuario he viajado y pagado una tasa turística y lo he vivido como una cuestión natural. Es cierto que cuando se establece un impuesto de este tipo se debe hacerse con el máximo consenso posible, no solo político sino también de los agentes sociales, y, en este caso, la cuestión no estaba lo suficientemente madura. Por lo tanto, vale la pena que continuemos reflexionando para que llegue el día en el que podamos implantar una tasa turística. Creo que la postura de Compromís en esta cuestión ha sido correcta y es normal que Podemos presione. Entiendo que actúen como un lobby dentro del propio Botànic, es totalmente lícito. Pero ahora mismo no había consenso parlamentario, ni con los agentes sociales, por lo que creo que hemos hecho bien en no aprobar la tasa turística.
-¿Considera que la actitud negociadora de Podemos durante estas semanas ha sido la más adecuada?
-A mí me gusta empatizar. Cuando una persona es alcalde, habla con muchísima gente y debe ser capaz de ponerse en la piel de otra persona o de otro grupo político. La actitud y estrategia que han seguido es totalmente normal y esperable, creo que nadie se ha sorprendido de que esta fuera su estrategia.
-¿Cree que han tensado demasiado?
-No. Los presupuestos se han aprobado cuando tocaba, no se han retrasado. Debemos tener en cuenta que Podemos, aunque se abstuvieron en su día para que se formara el Gobierno y están implicados en el cambio, no llevan la gestión de ninguna conselleria. Por lo tanto, la aprobación de este presupuesto era, de alguna manera, su gran última oportunidad de marcar posiciones y agenda política.
-¿Cree que serán los últimos presupuestos que apruebe el Botànic?
-No sé si en 2019 se aprobarán o no los presupuestos, pero desde luego sí que intentaremos que así sea. Los compañeros que están en el Consell pondrán todos los esfuerzos por presentar un presupuesto y nosotros como grupo parlamentario trataremos de mejorar todo lo que esté en nuestras manos. Pero está claro que el contexto será diferente, mucho más enrarecido. Apelaremos a la responsabilidad, porque las elecciones serán en mayo y la formación del gobierno resultante se verá a final de junio, y no creo que sea positivo que la Comunitat Valenciana esté sin presupuestos seis meses. Pero siendo sinceros, el ambiente será más raro y la negociación política mucho más complicada.
-¿Piensa que la situación con Podemos se puede reconducir?
-No veo que la relación esté tan degradada como para hablar de una reconciliación. Veo que cada uno ha marcado su posición, ha negociado desde el buen parlamentarismo. Ahora tenemos un año por delante que será clave.
-Pero la abstención de Podemos con la enmienda a la totalidad de PP y Ciudadanos a la ley de Acompañamiento sí que molestó a los partidos del Botànic...
-Evidentemente hubiésemos preferido que eso no hubiera pasado. Ahora bien, Compromís en una situación similar, probablemente, habría hecho lo mismo. Cada uno, desde la posición que tiene y las herramientas con las que cuenta, las aplica al máximo. Si por una cosa se caracteriza Compromís es por que somos unos grandes negociadores. Tampoco debemos olvidar el gran ejercicio de responsabilidad que hicieron los cuatro diputados no adscritos ex de Ciudadanos que con su voto a favor permitieron su tramitación. Y en cambio, en el momento de la votación, cambiaron las cosas: votaron en contra y Podemos a favor. Se intercambiaron los votos.
-Otra tasa polémica, pero que, en este caso, impulsaba Compromís era la relativa al azúcar. ¿Estará lista durante esta legislatura?
-No sé si estará en vigor. Quizá por mi condición de alcalde soy prudente a la hora de decir fechas para no equivocarme. Al menos, sí estoy convencido de una cosa: que la proposición se habrá presentado en el parlamento valenciano, que de una manera u otra se habrá aprobado, y estará en marcha después de realizar los estudios previos pertinentes. Ahora, si estará implementada, no lo sé. La tasa no tiene afán recaudatorio y estamos pensando en la salud de las personas, sobre todo en la de los más pequeños. Desde los poderes públicos, no nos podemos poner de perfil, sino tomar medidas. Aunque las empresas del sector digan que no, está demostrado que en los países donde se ha implementado ha ido bien.
-Compromís y PSPV quieren modificar la ley electoral para que solo ocupen el escaño en las Corts aquellos que no son alcaldes. Como diputado autonómico y primer edil de Tavernes de la Valldigna, ¿qué opinión le merece la propuesta?
-Probablemente me busque un lío en mi partido por lo que voy a decir, pero considero que esta cuestión se debería regular internamente en cada partido político. No veo la necesidad de regularlo por ley. La pregunta es clara: ¿Un concejal de un municipio de 300 habitantes, por ejemplo, no puede ser diputado pero un conseller o consellera sí? ¿Qué se busca con esto? No lo sé. Ese debate no lo hemos generado en el grupo parlamentario, pero yo creo que es más conveniente que esto se regule por cada partido político y que cada grupo parlamentario decida qué rol le quiere dar a un alcalde o concejal.
-Dice que este tema no se ha hablado en el grupo parlamentario, ¿quién ha tomado la iniciativa entonces de tratar de incluirla dentro de la reforma de la ley?
-No era necesario hablarlo a priori dentro del grupo parlamentario porque el Bloc, por ejemplo, como partido ya lo había incluido en sus estatutos. Para nosotros no es nuevo. Yo no veo la necesidad de elevar la incompatibilidad de diputado y concejal a rango de ley. Igual detrás hay una buena intención de conseguir aquello de una persona-un cargo. Es una medida de regeneración democrática buena, pero no arregla nada. Porque entonces habrían otros cargos políticos, como por ejemplo conseller, que sí podrán serlo cuando es evidente que las personas que somos alcaldes o concejales de municipios grandes como es mi caso, la dedicación que le hacemos a Les Corts o al grupo parlamentario no es tanta como la que le pueda hacer otro que se dedique en exclusiva a ello. Pero sí que es más que la que hace un conseller o consellera. Aportamos mucho más.
-¿Generará esta cuestión división en Compromís?
-El Bloc aprobó en su congreso esta cuestión, pero en Iniciativa sé que esa cuestión no se ha abordado. Por lo tanto, no sé qué opinión tienen ellos como partido político. Considero positivo que cada partido haga la reflexión de qué rol quieren que desempeñe un alcalde o concejal en su grupo parlamentario, pero ¿que un alcalde o alcaldesa puede aportar cosas muy positivas a un grupo parlamentario? Sin duda, muchísimas. Y más en una época en la que estamos tratando de tener una colaboración efectiva entre las administraciones. Estamos legislando en materias que afectan a las entidades locales, por lo tanto, en un contexto como el actual, creo que una persona que tiene un cargo o que ha tenido un cargo en la administración local puede aportar muchísimo. Por lo tanto, no veo la necesidad de regular por ley la incompatibilidad de ser concejal y diputado.
-Usted se mostró a favor de la propuesta de Bloc i País, una corriente del Bloc, que había presentado una propuesta para ocupar el cargo de portavoz en la formación que dejó Rafa Carbonell. ¿Por qué no se atendido, de momento, esta petición?
-Nosotros, el Bloc como partido, no hemos encontrado todavía a una persona que esté dispuesta a desempeñar el cargo con el consenso que deba reunir esta figura.
-Pero usted en su momento se posicionó a favor. ¿Cree que Bononat no conseguiría un amplio consenso?
-No lo sé, porque esa propuesta aún no se ha hecho efectiva, no ha llegado a los órganos a los que debía llegar.
-¿Es necesario que el Bloc cuente con un portavoz? Desde el sector más oficialista dicen que respondió a la bicefalia que se dio en el pasado VII congreso y que ahora no está justificado.
-No es una cuestión de vida o muerte, ni tampoco ahora vamos a exagerar las cosas o darle una importancia vital. Pero sí que creo que es importante que el Bloc tenga un portavoz. Primero, por una cuestión de formas, porque se aprobó esa figura y se debe cubrir. Pero también por fondo, porque puede ser una figura que genere más consensos de los que hay. Aunque he de decir que dentro del Bloc estamos pasando por una época de estabilidad política. Creo que nos hacía falta calmarnos un poco y centrarnos en mejorar la vida de las personas que es el motivo por el que estamos aquí.
-¿Que nota pone a la gestión llevada a cabo por Àgueda Micó al frente de la secretaría general de la formación nacionalista?
-¿A Àgueda Micó o a la ejecutiva?
-A Àgueda Micó.
-Un 8.
-¿Y a la Ejecutiva?
-Un 7.
-¿Por qué?
-Porque Àgueda ha sabido liderar el partido, tiene una línea muy clara de reforzar el mensaje del Bloc dentro de Compromís, su liderazgo orgánico es indiscutible a día de hoy, y por tanto, le doy una nota sensiblemente superior a la de la Ejecutiva.
-¿Y por qué a la Ejecutiva menos?
-He sido siempre una persona muy exigente y considero que las cosas se están haciendo bien, que desde el Congreso hasta aquí, conforme se ha organizado el partido en la Ejecutiva estamos mejor que antes, que la estructura y los engranajes funcionan mejor, pero para poner un excelente deberían darse más condiciones.
-¿La incorporación de Àgueda como coportavoz de Compromís ha hecho que la coalición se impregne más de las sensibilidades más valencianistas que anidan al Bloc?
-A esa cuestión todavía no hemos llegado, todavía no hemos hecho un debate en Compromís a ese respecto. Pero yo creo que las intenciones son buenas, y veo en Àgueda Micó a una coordinadora general con muchas ganas de darle al Bloc el protagonismo que tiene dentro de la coalición Compromís. Y en ese aspecto ella sabe que tendrá todo el apoyo del Bloc Nacionalista Valencià.
-La coalición ya he hecho los primeros debates internos sobre las primarias. ¿Es partidario de repetir el sistema que se utilizó en 2015?
-Como mínimo sí. De ahí, en adelante. Dentro de la democracia interna y los mensajes que damos a la ciudadanía, creo que debemos ir un paso hacia delante, no podemos dar un paso atrás. Un paso adelante sería, por ejemplo, relajar las cuotas. Que no estuvieran tan marcadas. Yo me quedé el segundo más votado en las primarias por la circunscripción de Valencia, por lo tanto, debería haber ido el cuarto por detrás de Mónica (Oltra), Enric (Morera) y Fran (Ferri), y sin embargo, terminé yendo el número 8. Esas cosas la ciudadanía no las entiende. Porque la ven a Compromís como un partido, les pedimos una implicación máxima en las primarias, y si luego estas no reflejan el resultado de lo que ellos han votado... Por lo tanto, un paso hacia adelante sería ese: relajar las cuotas.
-¿Cómo pretende reaccionar el Bloc si Iniciativa se niega, como, de momento, defiende que no se deben hacer primarias en las cuales se pueda escoger a un candidato de los diferentes partidos que integran la coalición?
-El Bloc no reaccionará bien si Iniciativa no quiere hacer primarias. Sería dar un paso atrás y el mensaje que enviaríamos no sería positivo. Si tan buenas fueron las primarias que hicimos en 2015 y así nos autofelicitamos y autocomplacimos, ¿por qué ahora no se debería repetir? Así que no, la reacción del Bloc ante esta situación no sería nada buena. De una cosa estoy convencido, el Bloc Nacionalista Valencià es un partido más democrático a la interna que Iniciativa, PSPV o Podem. Si vemos cualquier síntoma de involución, pondremos todo los instrumentos para que esto no sea así. Otra cosa es que dentro de un ejercicio de madurez democrática, intentáramos dar esas batallas internas. Sería irreal negar que los hemos tenido, pero una vez han pasado ya casi tres años, deberíamos llevarlos de otra manera. Quizá con más tranquilidad y serenidad.
-¿Hay posibilidad de cuestionar la candidatura a la presidencia de Mónica Oltra, si se tensa la situación al extremo?
-No se cuestiona su candidatura. Creo que en Compromís cuando se han tensado las relaciones hasta el extremo ha sido una estrategia política. Por lo tanto, ese hecho no pasa por mi cabeza. El liderazgo institucional de Mónica Oltra en el seno de Compromís es una cuestión que hoy en día no se cuestiona. Creo que conforme se está desarrollando la legislatura, la coalición será la que más votos obtenga en las próximas elecciones y tendrá todas las papeletas para ser la presidenta de la Generalitat.
-¿Estaría a favor de un pacto con Podemos para las elecciones de 2019?
-Preelectoral no. Siempre he defendido esta postura. Y no solo yo, también la militancia de Compromís; se hicieron varias consultas internas que dijeron que no querían pacto preelectoral con Podemos. De la misma manera que no nos planteamos un pacto preelectoral con el PSOE. Son proyectos políticos diferentes, tenemos cosas en común, eso es evidente, sino no se hubiera firmado el pacte del Botànic que tan beneficioso está siendo para la Comunitat Valenciana, pero cada uno tiene su proyecto político. El proyecto de Compromís es exclusivamente valenciano y nosotros nos debemos reforzar y reafirmar como lo que somos: la única coalición que defendemos los intereses de nuestro pueblo sin ninguna dependencia de lo que pueda decir una dirección de Madrid. Es nuestra manera de entender la política, nuestro ADN. En cambio, un pacto postelectoral, claro que sí.
-El futuro debate de las primarias de Compromís tiene, sin embargo, un transfondo: denota la querencia de cada partido sobre el modelo de futuro de la coalición. ¿Qué solución propondía para el limbo en el cual se encuentran los adheridos? ¿Apuesta por una federación de partidos? ¿Se debería convocar un congreso de Compromís?
-Considero que conforme estamos no podemos continuar. Un instrumento tan potente para la ciudadanía valenciana, que está gobernando la Generalitat y los principales ayuntamientos, no puede ser una simple coalición de partidos. Debemos buscar las fórmulas con las que, dentro del consenso, nos encontremos cómodos y a la vez den una mayor garantía jurídica y política para buscar la estabilidad. Si eso se llama federación, pues federación. Y también una cosa muy importante: tenemos que darle una respuesta diferente a la que hoy tenemos a Gent de Compromís, la cuarta pata de independientes que se ha adherido a la coalición. No puede ser que un grupo tan numeroso de personas continúen en unas condiciones internas tan precarias. Debemos buscar modelos para avanzar porque no es serio para la ciudadanía ni para la militancia. Debería hacerse un Congreso.