VALÈNCIA. Hablar de José María Sainz-Pardo Zaragozá (València, 1964) es hacerlo de uno de los históricos financieros de la city valenciana. No en vano lleva más de 30 años a pie de obra en el sector y no solo en el cap i casal sino también dentro y fuera de España. Pero ¿cuándo le picó el ‘gusanillo’ por los mercados y decidió encaminar su vida laboral a través de ellos? «Desde muy jovencito porque lo vivía en casa. Mi padre, que era un buen empresario y un hábil inversor en bolsa, me enseñó que si haces tus deberes en la fase de análisis previo, inviertes en buenas compañías con dinero que no necesitas y lo mantienes años sin hacer caso al ruido del día a día, siempre te irá bien». Así lo reconoce este licenciado en Económicas y Empresariales por la Universitat de València, además de estar bien formado, por cuanto tiene el European Financial Advisor (EFPA), el Programa de Dirección General del IESE y el MBA por la Universidad de Houston (EEUU).
Precisamente dicho MBA fue fundamental para impregnarse bien de la cultura anglosajona a la hora de trabajar en el sector financiero. «Me ayudó enormemente el empezar a trabajar en un gran banco inglés, tener allí unos jefes con una visión muy avanzada para su tiempo y que se molestaron en enseñarme bien. Todo ello además de permitirme poder trabajar en varios países de Europa y desarrollar proyectos muy diversos dentro del mundo financiero», explica este amante de la pintura, escultura, senderismo, esquí, lectura y, sobre todo, la escritura. No en vano está escribiendo dos libros. «Tengo dos hijos, he plantado varios árboles y solo me quedaba escribir, a falta de uno voy por dos. Y hasta ahí puedo leer» [sonríe].
Barclays, Liberbank, Banesto, Degroof Petercam y, entre otras, Banco Madrid han sido las entidades financieras por donde ha pasado —ocupando puestos de responsabilidad en todas ellas— hasta que llegó 2018 y decidió fundar su propio family office (Lyncas). «Somos externos e independientes, que ofrecemos un servicio integral que acompaña, apoya, asesora, aconseja, genera y desarrolla proyectos. No solo tenemos el área financiera sino también inmobiliaria, proyectos, empresarial, legal y fiscal».
Pero ¿qué le llevó a dar este paso después de tanto tiempo trabajando en diversas entidades? «Tras estar años desarrollando proyectos para terceros, tienes experiencia, ideas, clientes y colaboradores, y viendo cómo puede ser el futuro próximo del sector financiero, decides que tu momento ya ha llegado. Lyncas es un proyecto que llevaba años rondándome la cabeza, pero cuando uno tiene un buen puesto de trabajo y un buen sueldo se vuelve cómodo y cobarde».
Tras más de tres décadas en el sector, tanto en la gestión como en el asesoramiento, señala que le vuelve loco «desarrollar nuevos proyectos de inversión, lo que te permite ampliar el abanico de áreas de trabajo, ya que estudias, analizas, negocias, contrastas, asesoras, comercializas, gestionas, mejoras… Todo esto te impide aburrirte y, sobre todo, acomodarte». De ahí que se embarcara también en 2021 en Kuntur Venture Capital Partners como socio fundador y consejero, firma que prepara el lanzamiento de una sociedad de capital riesgo (Kuntur Mobile Gaming), que invertirá en compañías europeas que desarrollan y comercializan exclusivamente videojuegos para móvil. «Si te quedas anclado en lo que todo el mundo hace, no eres capaza de distinguirte ni de aportar valor a tus clientes, estás condenado a una muerte lenta por asfixia. En nuestro trabajo es importante reinventarse todos los días y andar por el mundo sin orejeras. El sector del mobile gaming representa hoy en día —y de cara al futuro— una clarísima oportunidad de inversión».
Preguntado por los tres consejos que le daría a todo aquel interesado en labrarse un futuro profesional a través de las finanzas, su respuesta es clara: «Trabaja, trabaja, trabaja y un cuarto: haz siempre frente a la palabra dada, aunque no hayas firmado nada o te cueste dinero». Tajante, como a la hora de valorar lo que queda de la banca que conoció a principios de los años 90 cuando empezó a trabajar. «Queda poco o nada porque ya no están ni las personas, ni los procedimientos son los mismos. La banca ha dado un giro radical en procesos internos y servicio al cliente. Creo que todo ello no ha sido beneficioso para los clientes y los empleados del sector. En este sentido basta ver los continuos ajustes de personal y oficinas o, entre otras cosas, la transformación de la banca en algo parecido a un supermercado de productos».
Desde su vasta experiencia en la plaza valenciana, ¿ha mejorado mucho la cultura financiera? «En apariencia sí. Las nuevas generaciones vienen empujando muy fuerte y están más preparadas que nuestros mayores. Sin embargo, si escarbas un poco verás que, en términos generales, ha mejorado menos de lo que a los profesionales independientes nos gustaría. Sinceramente todavía queda mucho por hacer». La falta de cultura financiera está detrás de que las familias españolas tengan actualmente más de un billón de euros en depósitos y efectivo. Y con una inflación al 8% eso significa perder dinero. ¿Qué receta aplicaría para aumentarla? «Que se olviden de los pelotazos rápidos, que para ganar mucho dinero sin esfuerzo —y en muy poco tiempo— mejor que vayan al casino o jueguen a la lotería. Los mercados financieros son una mezcla de estudio, preparación, sacrificio, trabajo, constancia, sentido común, profesionalidad y algo de suerte»
* Este artículo se publicó originalmente en el número 93 (julio 2022) de la revista Plaza