La Ruta vive en pleno siglo 21 un reconocimiento cultural por parte de las nuevas voces que veneran una historia que ni han llegado a vivir
VALÈNCIA. Hay un salto de 40 años entre la cartelería de Paco Roca y Mariscal y la reinvención gráfica de Fausto Furioso, y hay un rescate de los ritmos de Chimo Bayo en los temas de Selecta, que entonan a día de hoy el mítico "Sube, sube, sube", sample de radical. La nostalgia ha hecho que se retomen ciertas líneas y estéticas inspiradas en la música, los videoclips y la cartelería valenciana de los años 80 y 90, un momento sin redes sociales en el que las fiestas y los eventos tenían que entrar directamente por los ojos. Los carteles y folletos de locales como Spook, Chocolate o Barraca tenían una breve pero intensísima vida entre los valencianos. El nivel de una fiesta se podía percibir a través del diseño y el arte, y a día de hoy se está recuperando gracias a la reinvención con nuevas técnicas y voces.
El retorno cíclico de lo artístico ha permitido que se elimine el tabú sobre la Ruta y que se valore. Para para Joan Oleaque, autor de ‘En éxtasis', lo interesante de este estudio es ver como lo que antes era tratado como una cosa maldita ahora se evoca desde la modernidad: “Sigue siendo algo muy magnético y que a la gente le llama la atención. La gente lo echa de menos de dos formas diferentes: los que lo vivieron porque ya no está y los que no porque les hubiera gustado vivir lo que era”. A día de hoy parece que por fin el fenómeno se estudia, se admira y se reinventa.
La Ruta generalmente ha sido un movimiento que no ha contado con un respaldo por parte de los círculos culturales e intelectuales, para Oleaque siempre se ha visualizado en el imaginario colectivo como “una escena de bárbaros”. Sin embargo contempla que a través del sentido artístico y cultural se está desarrollando hacia el enfoque a través de un nuevo mundo: “Para mi la Ruta ha planeado, siempre se ha comentado el fenómeno pero nunca se ha tratado con precisión. Creo que hacía falta atender y valorar esta parte a través del arte, es cultura pop de nuestros días”.
Este análisis y estudio se lleva a cabo por ejemplo a través de ‘Ruta gráfica’, un proyecto de libro que ha terminado convirtiéndose en exposición en el IVAM. Según explica Alberto Haller, cocomisario de la exposición, es una buena forma de hacer radiografía y atraer a un nuevo público a adentrarse en este imaginario: “A nivel político quedó como una mancha en el imaginario colectivo durante décadas pero los trabajos actuales están poco a poco cargándose ese estigma. Mirar hacia esa época pasada cada vez es menos prejuicioso. Ahí es cuando nos damos cuenta del verdadero valor estético y artístico en esos años”. Para Haller esta es la explicación plausible de por qué se atiende ahora a querer recuperar todo aquello.
Para artistas como Fausto Furioso el recuerdo más antiguo de la Ruta pueden ser la vaga imagen mental de un logo de ACTV pintado con una plantilla y spray en una carretera camino a València. Considera que es interesante volver a esa estética en guiño a la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor: “Persiste una nostalgia que te devuelve y te da ganas de rememorar aquello que no has vivido. Es normal utilizar como referencia trabajos de una época en la que se ponía mucho énfasis en la calidad gráfica de la marca. Es importante rendir culto a algo que está tan bien hecho, y eso se está haciendo a través de la nueva escena actual”. La clave de esto para Haller persiste en el doble factor de los jóvenes: “Por una parte se contempla el factor tiempo, al no haberlo vivido mirar hacia atrás sin sacar la negativa es mucho más fácil. Otro factor es que ellos no cargan con el prejuicio que cargaba la generación anterior, y son capaces de admirar la Ruta desde un punto de vista estético sin pensar en ningún tipo de carga negativa”.
El cantante Pablo Jimenez, conocido en el mundo artístico como Selecta, escuchaba con 14 años algunos de los temas más populares de la etapa del clubbing. Para la grabación de su nuevo videoclip 'Niña piensa en ti' (remixeando el famoso tema de Los Caños) quiso rememorar una estética que no había llegado a vivir: "Nunca antes había ido a la Spook, pero sí que sabía que era una de las discotecas más míticas de la época. Como no he tenido la oportunidad de vivirlo ahora intento reinventarlo, lo hago a través de la cultura musical, las vestimentas y los ritmos. Es mi clave para revivir ese movimiento que a día de hoy ni puede ni va a volver".
Furioso contempla la clave en la reinvención: “La cultura suele ser autorreferencial, creamos un remix de algo que ya existe. Lo que antes se hacía con reprografía ahora se hace a través de una herramienta digital. Es normal que surja un revival de algo que fue tan potente y que estaba tan bien hecho”. Este remix se puede ver en cartelería como la de Gordo Club, a través de la que el artista contempla los clásicos carteles de los 80 y los 90 y los adapta al entorno actual intentando reinterpretar la esencia de alguno de ellos. Lo hace a través del símbolo del murciélago, la imitación de tipografías y colores y la reinterpretación de algunos conceptos clásicos en estilo modernizado. Esta información se corrobora junto a Elisa Ayala, que trabajaba en Armando Silvestre Serigrafía durante los 80 y los 90, por sus manos han pasado centenares de carteles de la Ruta, en ellos encuentra factores en común claves: la tipografía Avenir, las letras gordas y rellenas, los colores llamativos y el símbolo único del murciélago, todos ellos presentes en los carteles de Furioso.
En lo referente a la escena musical Selecta busca la clave en modernizar el estilo: "No quería asustar a la gente, por lo que genero una mezcla entre música urbana y electrónica. Antes estaba muy estigmatizada este tipo de música y todo se asociaba a lo que engloba la idea de estar tres días de fiesta". A través de los ritmos y la estética se recupera una historia que no podría persistir a día de hoy, pero que ha supuesto un fenómeno crucial para el desarrollo cultural en València, tal y como lo afirma Oleaque: “La cultura establecida no puede mirar hacia otro lado en relación a esto. Tiene que atender y comportarse de una manera lógica y avanzada frente al fenómeno. No puede negarlo ni puede hacer como que fue una cosa de 4 locos. València es una ciudad que no ha tenido fenómenos culturales similares que hayan llegado a tanta gente durante tantísimos años y que hayan provocado tanta reflexión durante tanto tiempo". Para el escritor el merecido reconocimiento cultural y artístico de la Ruta llegará a través de las nuevas corrientes, como los jóvenes por ejemplo: "Estamos hablando de que en el siglo 21 sigue influenciando algo de los 80, no se me ocurre otro fenómeno valenciano en el que suceda esto con tanto nivel”.
Tony Vidal Batiste, o como popularmente se le conoce: Tony ‘el Gitano’, publica su biografía No es fácil ser dios, de la mano de NPQ editores. El libro se publica al mismo tiempo que ‘el Gitano’ anuncia su adiós definitivo de las cabinas, de las que se despide con una fiesta por todo lo alto (como no puede ser de otra manera)