VALÈNCIA. Lleva año y medio de alcaldesa de Loriguilla. Montse Cervera logró acceder al cargo el pasado mandato tras una moción de censura. Para ello debió renunciar a las siglas del PP, al igual que lo hicieron los ediles del PSPV en junio de 2022.
Entró en diciembre de aquel año por acuerdo de relevo con el socialista -de nuevo lo es después de una suspensión cautelar de militancia durante unos meses por aquella moción que no respaldaba su formación, al igual que el PP- Carlos Rodado. Y en junio de 2023 consiguió otra vez elevar la vara de mando como candidata de Ucin tras un nuevo pacto de gobierno, en este caso postelectoral.
Cervera (un apellido tan popular en su municipio que acompaña al nombre de hasta cinco alcaldes de los que ha tenido Loriguilla desde 1979) sumó hace escasos meses una nueva responsabilidad a su labor: la presidencia de Unión de Ciudadanos Independientes en la provincia de Valencia.
Lo hizo con el reto de guiar su expansión. Para ello, entre sus primeros pasos destaca haberse convertido en uno de los principales rostros visibles de la Unión Municipalista, plataforma de partidos locales de la que Ucin es socio primigenio. Y uno de los segundos se basa en ampliar sus agrupaciones. En la actualidad cuenta con alrededor de una decena de concejales en la provincia.
Con el objetivo de impulsar ese segundo objetivo está potenciando su implantación en la capital. Lo hará con un acto de presentación, el próximo jueves, en el que participarán los dos nuevos coordinadores locales: Benjamín Lafarga y Alfonso Conesa. El primero proviene de RePo, la formación con predicamento valencianista de la que fue fundador; mientras que el segundo llega del Partido de Autónomos. Reforzarán la labor del hasta ahora referente de Ucin en la capital, Pablo Sabirón.
Su unión se nutre principalmente de personas que militaron en otros partidos. Del PP, por ejemplo, procede la propia Montse Cervera, al igual que sus candidatos en Alzira y Oliva, localidades emblemáticas para su formación porque cuenta con dos concejales en cada una de ellas que asientan los equipos de gobierno.
San Antonio de Benagéber, también, como Loriguilla, en la comarca de Camp de Túria, emerge como el otro municipio de la provincia con alcaldía ucinense, en este caso con Eva Tejedor en posesión de la vara de mando.
"Es muy fácil estar en Ucin. Nadie desde arriba te impone nada en tu localidad. No existen líneas rojas como en otras formaciones y la agrupación de cada municipio decide con quién pactar o cómo elabora su programa siempre desde el respeto a la Constitución Española", apunta Cervera.
Desde su perspectiva de alcaldesa señala que "por encima de cuestiones ideológicas en nuestra labor prima la gestión. Yo no sé si la gente que ha ido en mi lista ha votado en las recientes elecciones al Parlamento Europeo a partidos de izquierdas o de derechas. Al final, a escala local, se trata, por ejemplo, de construir aceras y, en general, de mejorar la vida de tus vecinos".
Titulada en Empresariales y máster en Gestión Bancaria, Cervera fue escogida como alcaldesa en 2023 con un abigarrado conjunto de votos que a los tres de Ucin sumaba los dos del PSPV (partido que, pese a renunciar a su militancia para suscribir la moción de censura del pasado mandato, volvió a confiar en Carlos Rodado como candidato) y el del concejal de Vox, Javier Cervera (la coincidencia del apellido en este caso sí que obedece a que la alcaldesa y él son hermanos). Este último fue expulsado de Vox y ahora se halla en el grupo de no adscritos de Loriguilla.
En la citada San Antonio de Benagéber el enroque todavía resulta más complejo, ya que la alcaldesa ucinense cuenta con su único escaño por su partido. Logró la alcaldía con el respaldo de dos concejales del PP y otros tantos de Vox y Compromís.
Pese a los abigarrados pactos de Ucin en la provincia (en Alzira dio la vara de mando a Compromís -como adelantó en exclusiva Valencia Plaza- con quien gobierna junto con el PSPV), apunta que "todos los acuerdos están funcionando y se suscribieron para llegar hasta el final de mandato. No tenemos problema en llegar a pactos con partidos diferentes, porque cada uno en su municipio es independiente y sabe lo que más interesa a sus convecinos".
En Loriguilla, por ejemplo, una de las cuestiones prioritarias consiste en potenciar la construcción de vivienda en un término municipal bastante más reducido que el que le dio nombre hasta la creación del embalse. Esta circunstancia provocó el traslado del nuevo casco urbano de la comarca de la Serranía hasta la de Camp de Túria.
En su actual ubicación, a una veintena de kilómetros de València por autovía, falta vivienda para un núcleo residencial que suma ya 2.165 vecinos. "Ahora mismo no tenemos. Queremos licitar suelo público para la edificación de VPO", apunta la alcaldesa.
A la ausencia de monumentos históricos en una localidad con 56 años de existencia en su actual etapa contrapesa su estratégica ubicación. "Nos hallamos en una intersección entre la A-3 y la A-7, a la misma distancia de Barcelona que de Madrid, en un nudo de carreteras que nos convierte en un lugar muy interesante para la instalación de empresa", indica.
Esa óptima comunicación le ayudará en su nuevo propósito que suma al de su alcaldía: expandir Ucin dentro de la provincia como marca propia de una formación nacional aunque se halle dentro del paraguas de la Unión Municipalista.