La sección Cuarta acuerda peritar las obras investigadas y deniega el sobreseimiento para Vedri en la pieza de los 'zombies' de Imelsa
VALENCIA. La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha emitido un auto, cuyo ponente ha sido el magistrado José Manuel Megia, en el que niega el sobreseimiento de la causa de los zombies de Imelsa a José Aldolfo Vedri y, por otro lado, valida la decisión del magistrado instructor de la Operación Taula, Víctor Gómez, de peritar los contratos bajo sospecha del Ayuntamiento de Valencia, entre ellos, el de La Rambleta donde Vedri es uno de los socios.
Megia, en un auto especialmente duro, dice literalmente que "en esta (pieza de Rambleta) se busca en determinadas obras alguien, o muchos, se llevaron crudo el dinero de los contribuyentes por medio de cualquier mecanismo que, alterando el precio de las obras, los enriqueciese".
Esta pieza investiga los indicios de presuntas mordidas en los contratos para la limpieza y el mantenimiento de la fachada de la Lonja de Valencia, el de las Torres de Quart, la restauración de los Puentes de Serranos y de Quart, la concesión de la construcción y explotación del centro cultural La Rambleta y la XXVII Mostra de Valencia.
El magistrado prosigue explicando "no es prospectivo investigar cuatro concursos o contratos públicos de entre todos los que el equipo de gobierno encargado de ello durante muchos años concertó o convocó. Eso sí sería perspectivo, pero en modo alguno lo es investigar las contrataciones a que se refería el investigado Benavent cuando hablaba con la también investigada Alcón. Y desde luego no es investigar si en lo que esta consideraba poco menos que la joya de la corona de las contrataciones, el Centro Cultural La Rambleta, alguien metió la mano y se llevó dineros".
Y apostilla: "Por eso hay que ver si en esa concesión, cierto que la Rambleta es algo más que una obra, se produjeron desviaciones o reformados difícilmente explicables, desproporcionadas y contrarias a cualquier criterio de razonabilidad. Como sostiene el auto denegatorio de la reforma, no se trata de hilar fino y sí de buscar lo burdo y soez con lo que, como es sabido, se suelen producir estas cosas sorteando por cualquier vericueto los controles administrativos ordinarios”.
En referencia a la petición de sobreseimiento para Vedri en la pieza de los zombies, la que investiga a trabajadores que presuntamente cobraban de la empresa pública Imelsa sin realizar trabajo alguno, el juez explica que: "y el que en las diligencias, Pieza Separada B de las contrataciones de Imelsa y los zombis, pueda ser reprochado a Vedri lo que allí se investiga, en relación a la contratación de trabajadores, no alivia del todo su postura de investigado".
Llama la atención la dureza de las respuestas del magistrado ponente a las afirmaciones de la defensa de Vedri. En una de ellas deja claro que "desde luego la presunción de inocencia del recurrente permanece incólume y no ha sido sometido en modo alguno a pena de banquillo".
Y con respecto a las conversaciones telefónicas que la Guardia Civil grabó de Vedri, Megia les dice a sus abogados que “no puede dejar de culminarse la investigación con lo que se tiene acordado, más allá de si la UCO no tiene indicios de pago, de si nadie impugno la adjudicación o si lo que habla el recurrente por teléfono es más que prueba de sus virtudes o buenas intenciones, pues hablar de otra forma es de inconscientes y ligeros”.