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tribuna de opinión

La banca, entre el miedo y la realidad

El especialista en deuda financiera de Lazard Frères Gestion trata de separar los temores de de los hechos justificados para entender mejor las preocupaciones de los mercados

15/03/2016 - 

MADRID. Los recientes movimientos del mercado sobre los valores financieros (tanto de renta variable como de renta fija) han sido particularmente violentos. Frente a este tipo de movimientos, los analistas de Lazard Frères Gestion se han marcado como objetivo separar lo que son temores de lo que son hechos objetivos con el fin de entender mejor las preocupaciones de los mercados y ver si éstas están justificadas.

Nuestros economistas ya se centraron en el análisis coyuntural de los cuatro temores del mercado (crecimiento chino y estadounidense, precio del petróleo y situación de la banca europea). Como complemento a estas reflexiones, nuestros equipos especializados en pasivos financieros quieren con este informe exponer su punto de vista de mercado respecto del sector bancario. ¿Cuáles son las preocupaciones del mercado sobre estos valores? ¿Están justificadas? ¿Qué consecuencias pueden tener para el mercado de deuda híbrida financiera?

Los valores bancarios, bajo presión

Desde comienzos de año, los títulos ligados al sector financiero están sometidos a fuertes presiones (véase el cuadro 1):

  1. Las acciones del sector han perdido entre un1 0% y un 58% de su valor;
  2. El mercado de crédito ha resistido mejor, con pérdidas comprendidas entre el 6% y el 21% para las de capital adicional Tier 1 (AT1);
  3. Últimamente, los diferenciales sobre deuda híbrida financiera se están ampliado, tanto en Estados Unidos como en Europa. Con todo, se mantienen a niveles muy inferiores a los alcanzados en las dos últimas crisis financieras, las de 2008 y de 2011 (véase el gráfico 1).

Parece ser que los mercados están comparando la situación actual con las de las crisis bancarias de 2008 y 2011, vaticinando una 'tercera crisis bancaria'.

Si bien la volatilidad y los espectaculares vaivenes que se están registrando en el mercado, tanto en el de renta variable como en el de deuda híbrida financiera, pueden inquietar y traer malos recuerdos, no son comparables. Los indicadores de riesgo sistémico, que no dejamos de consultar a diario, son más bien tranquilizadores (véanse los gráficos 2 y 3).

Algunos elementos fundamentales que imperan

La publicación de los resultados anuales de la banca. Aunque faltan todavía datos por publicar, los resultados publicados hasta ahora no son para lanzar campanas al vuelo, ni mucho menos.

La situación actual refleja más bien una revisión a la baja de las perspectivas del sector, en un entorno de crecimiento menos favorable y de previsión, por parte de los mercados, de tipos más bajos.

A esta decepción por los resultados de 2015 se unen dos elementos que deberían influir, según nuestra opinión, el curso del año 2016:

  1. El petróleo o el sector energético en su conjunto. A la presión sobre los márgenes y los ingresos se añade el riesgo de una coyuntura más ligada al sector energético y que probablemente lastrará la rentabilidad de la banca este año, es decir, mientras el precio del petróleo siga tan bajo o incluso continúe bajando como algunos se atreven a pronosticar. A ello se debe que los analistas de JP Morgan se refieran a una crisis de rentabilidad (“Earnings Crisis”).
  2. La evolución de los tipos de interés. Un sesgo acomodaticio parece perfilarse en Japón y en la zona euro, hundiendo las curvas de tipos cada vez más en territorio negativo, mientras que el mercado ha descartado casi por completo la probabilidad de subida de los tipos cortos en Estados Unidos.

La situación actual parece ligada en mayor medida a un problema de rentabilidad que de solvencia. La calidad crediticia de las instituciones financieras europeas no se ha deteriorado desde 2015. Todo lo contrario, los fundamentales de los bancos permanecen sólidos y la tendencia se mantiene hacia la mejoría.

El aumento de la cuantía de fondos propios básicos desde 2007, sumado a un plan de compra de activos de 60.000 millones de euros mensuales iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) están fomentando una mayor solvencia y liquidez de la banca (véanse los gráficos 4 y 5).

Ello nos induce a pensar que el comportamiento de las acciones y del crédito financiero responde en mayor medida a preocupaciones genéricas del entorno (sobre todo teniendo en cuenta que el sector presenta más bien un beta alto y está estrechamente correlacionado con la coyuntura) que a un deterioro de los fundamentales.

François Lavier es especialista en deuda financiera de Lazard Frères Gestion

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