VALÈNCIA. La estafa a la EMT de València fue de poco más de cuatro millones de euros. Pero podría haber sido mucho más gravosa para las cuentas de la empresa municipal, alcanzando, al menos, los 11,4 millones de euros. Así se desprende de las comunicaciones entre la que fuera jefa de Administración -ahora despedida-, Celia Zafra, con los supuestos defraudadores.
Los estafadores comunicaron a la trabajadora que se iba a realizar una operación de compra de una empresa china, y cuyo adelanto ascendía a 11,4 millones de euros, IVA incluido. Para las comunicaciones, los defraudadores falsificaron el correo electrónico del presidente de la EMT, el edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, así como el de un representante de la firma Deloitte.
En los correos electrónicos a los que ha tenido acceso este diario, el supuesto Grezzi -ggiuseppe@emtvalencia.es y bajo el nombre de "Grezzi Giuseppe"- pide estricta confidencialidad, profesionalidad y "reactividad" a la trabajadora con el propósito de una "mejor trazabilidad" de la operación hasta el anuncio oficial de la Oferta Pública de Adquisición de acciones, con las siglas OPA. Este anuncio se iba a hacer supuestamente el 18 de septiembre.
Para esta operación, el presunto Grezzi le informa a la trabajadora de que ha firmado una carta de confidencialidad con Deloitte, una estrategia que, posiblemente, sirvió para convencer a la trabajadora y que mantuviera el silencio. La trabajadora contestó al supuesto abogado de Deloitte con la cláusula de confidencialidad firmada por ella también.
Más tarde, Zafra envíó otro correo a Deloitte, en el que asegura que el importe de la factura de adelanto es de 11.447.302 euros, lo que hace pensar que el importe de la estafa iba a ser todavía mayor, dado que se trataba sólo de un adelanto. Los pagos se iban a realizar a traves de Bankia, si bien finalmente se hicieron mediante una cuenta de Caixabank, que casualmente, y según hizo público el alcalde de València, Joan Ribó, había recibido hacía poco un ingreso millonario extraordinario procedente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la compra de autobuses.
Los pagos, sin embargo se produjeron entre el 3 y el 20 del mismo mes, y de media ascendieron a medio millón de euros cada uno. Se hicieron ocho transferencias alcanzando los 4 millones de euros en total, y se intentó hacer otra transferencia que paralizó la entidad bancaria en cuestión, Caixabank.
Según el correo electrónico de Zafra, había un procedimiento de pago establecido dependiendo del montante de la factura en cuestión. Si esta era inferior a los 180.000 euros, bastaba con la firma del presidente de la EMT, Grezzi, o del gerente de la empresa, Josep Enric García Alemany.
En otro caso, es decir, si la factura era mayor a esta cantidad, eran necesarias dos firmas. La de Grezzi y la de García, o en su defecto la de uno de ellos dos acompañada de otra: de la jefa de área María Rayón, o del "Sr. Martínez", quien presumiblemente sería el entonces jefe de gabinete del Gerente, Toni Martínez, -es el único con este apellido en el organigrama de la empresa colgado en el Portal de Transparencia-. Ahora, ha sido recién ascendido a Director Adjunto.