VALÈNCIA. La Conselleria de Medio Ambiente lleva desde finales de enero analizando la nueva propuesta de Metrovacesa para el PAI de Benimaclet. Un nuevo esquema, después de que la compañía introdujera ciertos cambios con ideas del arquitecto José María Ezquiaga, contratado por el consistorio en la pasada legislatura para diseñar un nuevo programa. Ahora, tres este periodo de tiempo, la Comisión de Urbanismo de la Generalitat debe emitir su informe para seguir con el cauce administrativo. Y, según explican a este diario fuentes de la Conselleria que dirige Salomé Padras, ese hito se producirá previsiblemente este mes de mayo.
De esta forma, será este mes cuando Medio Ambiente, del que depende la dirección general de Urbanismo, remita a la compañía sus conclusiones sobre la evaluación ambiental del proyecto, que se asienta sobre una superficie total de 269.775 metros cuadrados, unos terrenos que lindan con la Ronda Norte de València. En caso de existir consideraciones, Metrovacesa deberá atenderlas y modificar su programa.
Lo cierto es que el trámite ambiental es un paso más en el periplo administrativo de cualquier proyecto, pero su evaluación supone ir superando etapas hasta el final del proceso. Además, esta es una de las fases más costosas, según explican desde el sector inmobiliario. Fue a finales de enero cuando el Ayuntamiento de València, concretamente el edil responsable de Urbanismo en el consistorio, Juan Giner, elevó la iniciativa a la Conselleria para su evaluación ambiental estratégica.
Por tanto, una vez conocido el contenido del informe y de adaptar los posibles cambios, se deberá redactar una nueva versión preliminar, que saldrá a exposición pública para recoger las alegaciones de las diferentes asociaciones vecinales y actores implicados, como las administraciones públicas. La versión final se elevará al Pleno del Ayuntamiento de València para su aprobación definitiva.
Cabe recordar que el nuevo boceto de Metrovacesa mantiene las 1.345 viviendas proyectadas desde un inicio, de las que el 30%, es decir, unas 400 unidades, serán VPO. A ellas se sumarán otras 350 de dos parcelas para dotaciones públicas que el Ayuntamiento ha decidido reservar para uso residencial. Otra modificación sustancial es que se ha concentrado la edificación residencial más grande y el grueso del terciario en los extremos, por lo que los inmuebles frente a las rotondas de la Avenida de Cataluña y la Avenida de Alfahuir serán los de mayor altura, entre 20 y 25 plantas. El resto de edificios de la franja central tendrá 8 pisos, en consonancia con la trama urbana del barrio.
Además, reduce en más de 15.000 metros cuadrados la superficie de uso privativo, lo que permitirá más espacios públicos y zonas verdes, que aumentan en más de 20.000 metros cuadrados respecto al planeamiento inicial. También se proponen nuevos equipamientos a lo largo de todo el área, con un mercado de proximidad, instalaciones deportivas, dotaciones educativas y diferentes espacios multifuncionales, que se complementan con la recuperación de las alquerías de Casa Tello y Casa Bolea. Una propuesta que, eso sí, podría cambiar a lo largo del trámite burocrático.
El desbloqueo de esta actuación, muy polémica por el rechazo de ciertos colectivos vecinales y que incluso generó discrepancias en el anterior equipo de gobierno municipal de Compromís y PSPV, fue el resultado de un fallo judicial. Fue en mayo del año pasado, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) falló a favor de Metrovacesa en su recurso contencioso-administrativo contra la decisión del consistorio del gobierno de Joan Ribó de inadmitir su proyecto en el PAI de Benimaclet. Una decisión que obligaba al consistorio a tramitar la propuesta de la compañía.
No obstante, había que tener en cuenta las ideas de Ezquiaga, que se había adjudicado un contrato público, durante el anterior gobierno por valor de 230.000 euros, para definir el programa en Benimaclet. Por tanto, al ser un encargo público debía quedar plasmado en la nueva alternativa de la promotora. El equipo de Urbanismo, ya en manos del PP, y el experto estuvieron trabajando para sumar ambas propuestas y que fueran incorporadas por la promotora para modificar su plan inicial, vigente desde 2003.
Así también lo acordó en septiembre la Comisión de Urbanismo, que aprobó, con los votos de PP, PSPV y VOX y la abstención de Compromís, seguir con la tramitación del PAI. En ese momento se acordó dar traslado a la mercantil de los estudios y análisis que sobre el desarrollo del sector había realizado el experto en arquitectura. Y Metrovacesa cambió su planteamiento incorporando ideas del experto y de los vecinos.
Ahora, habrá que esperar a la decisión de Medio Ambiente para saber si existen cuestiones a subsanar o, por el contrario, se sigue adelante con la tramitación con el planeamiento presentado.