VALÈNCIA. El bulevar cultural planteado desde la concejalía de València para las céntricas calles de Xàtiva y Guillem de Castro no ha gozado de un entusiasta recibimiento por parte de los comerciantes del casco histórico y de la gerente del Mercado Central, Cristina Oliete, que han criticado la actuación proyectada bien por falta de prioridad o bien por la afección que puede tener en el acceso de clientes y vecinos al centro del Cap i Casal.
El proyecto que departamento que dirige la socialista Sandra Gómez se basa en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en el último mandato del PP de Rita Barberà, y deja únicamente dos carriles para el transporte público y uno para el tráfico privado desde el final de la calle Colón y la Plaza de Toros hasta el cruce con la calle Jesús, y a partir de este punto, y hasta el final de Guillem de Castro, se mantendría un único carril de cada tipo. Todo en favor de ampliar aceras y espacio para los viandantes y que supondra, además, la eliminación del túnel entre Guillem de Castro y Ángel Guimerà.
La propuesta, si bien todavía ha de ser concretada en la redacción del proyecto definitivo que licitará el consistorio, se ha labrado el desaire de los comerciantes. En este sentido, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València consideró este miércoles "poco prioritaria" la iniciativa dado que se trata de una “acción centrifugadora de movilidad”, que a su juicio debería plantearse una vez estuvieran ya ejecutados los ejes conectores transversales del centro con los distritos periféricos.
La organización que agrupa a los comerciantes del centro de la ciudad se mostró favorable a "todo proyecto que implique una mejora urbanística y que ponga en valor nuestro patrimonio, pero se ha de hacer siempre y cuando se garanticen previamente la ejecución de lo verdaderamente prioritario para la ciudad que es la conectividad y la conexión de sus barrios con el centro". En esta línea, reclamó que "lo primero" que hay que hacer es "dotar de los medios necesarios para que los ciudadanos puedan llegar al centro", antes que "embarcarse en un proyecto circular" como el bulevar.
Por ello consideró el proyecto como una actuación "precipitada" que puede "ocasionar un perjuicio" mientras se mantiene un servicio de transporte público "muy deficitario". De ahí que reclamara "una estrategia urbanística coherente" y pidió coordinación a las concejalías de Urbanismo (PSPV) y Movilidad Sostenible (Compromís).
Así, desde la organización se instó a que el esfuerzo económico se realice en conectar mejor el casco histórico antes que desarrollar "otras iniciativas" como la del bulevar. "Por todos es sabido que hay pendientes acciones que son verdaderamente urgentes y necesarias, que afectan no solo a los negocios sino también a todos los ciudadanos que necesitan de una mayor conexión del centro con el resto de los distritos", explicaron desde la Asociación.
Por ello, exigieron agilizar iniciativas que están todavía en previsión de ejecución como el proyecto del eje que discurre desde Plaza de España hasta Plaza de Brujas, incluida Plaza de San Agustín. Un proyecto que, dijeron, llevan reclamando los comerciantes desde el año 2004. "Esta obra es ahora mismo una prioridad y es donde se deberían concentrar los recursos económicos para su impulso, una vez finalicen las obras del entorno de Lonja y el Mercado Central".
Por otro lado, la Asociación calificó de "muy importante" el eje de la calle Quart por su importancia patrimonial que, "a fecha de hoy, desconocemos cómo el Ayuntamiento lo va a resolver". Y a ello sumó "otra de las asignaturas pendientes", como es la rehabilitación y mejora urbana del entorno de las Calle Pelayo y Convento Jerusalén, que deberá ejecutarse desarrollando otro eje conector.
En el Mercado Central tampoco fue del todo bien recibida la noticia, y aunque fuentes internas señalaron que la junta fijará un postura común en los próximos días respecto al bulevar cultural y la restricción de carriles, la gerente del Mercado, Cristina Oliete, quiso mostrar su opinión personal al respecto en las redes sociales, y criticó los "accesos en vehículo cada vez más restringidos", las "escasas plazas de rotación" y "un acceso en transporte público ridículo".
Así, Oliete aseveró que "con resignación y confianza, el Mercat Central de València ha invertido mucho esfuerzo para convencer a los clientes de que cambien de hábitos para entrar al centro, haciéndoles ver lo fácil que es acceder por Guillem de Castro", por lo que ahora lamentó que se haga "más de lo mismo" en cuanto a las restricciones que se han empezado a aplicar en otras vías céntricas: "Un solo carril en los accesos alternativos".
Al hilo, la gerente del Mercado Central se mostró sorprendida al enterarse "por los medios de actuaciones municipales que afectan a mucha, mucha gente" y sentenció respecto al Ayuntamiento: "Quien de verdad te valora y respeta, jamás te debilita". Por ello, reflexionó que "para que toda relación funcione, hay que saber respetar, ser generoso, pero sobre todo generar confianza", algo que parece que no ha ocurrido en este caso.
Oliete subrayó que es imposible desarrollar una actividad comercial como la del Mercado, con más de 300 empresarios vinculados y 1.500 trabajadores, y un volumen de compras importante, "con accesos en vehículo cada vez más restringidos, con escasas plazas de rotación y un acceso en transporte público ridículo".
Así pues, dijo no querer que el Mercado Central, "un referente mundial en la venta de alimentación y buque insignia del comercio en la Comunidad Valenciana, se convierta en otro Mercado de Colon, ni en La Lonja, ni el Mercado de Budapest, ni en un mercado como San Miguel". Finalmente, sentenció: "La idea del boulevar es preciosa, idílica ¿pero por qué no se hace cuando el acceso al centro esté garantizado?", en la misma línea que plantearon los comerciantes del centro.
