VALÈNCIA. Un gran bulevar cultural. Es el proyecto que ha emprendido la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de València para una de las vías más importantes de centro del Cap i Casal: la que va desde la Plaza de Toros hasta el antiguo cauce del río Túria y que comprende la calle de Xàtiva y la calle Guillem de Castro. La idea del departamento que dirige Sandra Gómez es reducir todo lo posible los carriles para el tráfico rodado en pos de más aceras y espacio para el peatón.
El magnánimo proyecto que ha ideado el departamento de Urbanismo se basa en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en el último mandato del PP de Rita Barberà, según el cual en estas vías estaban previstas "actuaciones de reducción de la intensidad del tráfico e incremento del espacio para peatones".
Eso, la concejalía que dirige ahora el PSPV lo ha trasladado al plano dejando únicamente dos carriles para el transporte público y uno para el tráfico privado desde el final de la calle Colón y la Plaza de Toros hasta el cruce con la calle Jesús, y a partir de este punto, y hasta el final de Guillem de Castro, se mantendría un único carril de cada tipo. Una propuesta inicial que será concretada y puede matizarse en la redacción del proyecto definitivo, que se licitará próximamente y que costará cerca de un millón de euros.
Así lo ha explicado este martes el coordinador del área de Urbanismo, Carlos Fernández, quien ha asegurado que la finalidad última es "mantener la accesibilidad del centro y que quien quiera ir al centro pueda llegar, pero eliminando todo el tráfico oportunista: el que usa el centro histórico como atajo". De esta manera, se limita el discurrir de vehículos privados al mismo tiempo que se ensancharán las aceras para ganar espacio para el peatón.
En cuanto al horizonte temporal, la concejalía no quiere pisarse mucho los dedos. Primero se licitará la redacción del proyecto, que pretende tenerse listo para el próximo año, si bien los concursos públicos muchas veces se alargan más de lo deseado. Más tarde, cabría licitar las obras, que se antojan magnánimas y que por ello, según el coordinador de Urbanismo, se tendrán que ejecutar por fases. Asimismo, el Ayuntamiento de València presentará este proyecto junto a los muchos otros que concurrirán para obtener financiación de los fondos europeos de recuperación Next Generation EU.
Se trata de un paso más en la política de movilidad que está llevando a cabo el consistorio, gobernado por Compromís y por el PSPV, tras los cambios implementados fundamentalmente en la calle de Colón desde la concejalía de Movilidad Sostenible, dirigida por Giuseppe Grezzi. Entonces, se limitó a un carril de tráfico privado la mencionada vía al tiempo que se ampliaba a dos carriles los dedicados al transporte público. Ahora, esto se quiere aplicar a la calle Xàtiva y Guillem de Castro, continuaciones de Colón.
La iniciativa comprende el ámbito de la ronda interior desde la calle de Russafa hasta el Paseo de la Petxina, en un recorrido que conecta con diferentes dotaciones culturales y de esparcimiento. Por ello la concejalía entiende el proyecto como un "bulevar cultural" que comprende, entre otras cosas, el IVAM, La Beneficència, el Colegio del Arte Mayor de la Seda y el MUVIM; monumentos como las Torres de Quart, la ermita de Santa Lucía, el conjunto del antiguo hospital, la iglesia de San Agustín, la estación del Norte y la Plaza de Toros.
Además, también busca conectar las zonas verdes del Jardín del Turia, los jardines de Guillem de Castro, el jardín de Hospital y el de San Agustín, y zonas educativas como la Universidad Católica, el CEIP Cervantes, IES Lluís Vives y la Biblioteca General. A estos enclaves de suman espacios de espectáculos y deportes como el Trinquet Pelayo y el Teatro Micalet.
Esto dará lugar a importantes cambios en la movilidad de estas dos importantes calles, especialmente en sus salidas. Uno de ellos es la conexión entre la calle Xátiva y la Gran Vía a través de la calle Alicante, entre la Plaza de Toros y la Estación del Norte. Fernández señaló que aprovechando que esta conexión va a estar cortada durante las obras del metro, "quizá debemos plantearnos que este cambio sea definitivo". Esto es, que este paso quede cortado al tráfico para siempre.
A juicio de la concejalía, esto tiene un sentido: la calle Alicante en muchas ocasiones se utiliza como vía de salida de los trayectos oportunistas, los que se quieren reducir al máximo. Además, la ubicación entre dos Bienes de Relevancia Local es incompatible con el mantenimiento de las aceras estrechas existentes. Pero este cambio provocaría a su vez un problema añadido: la salida de los autobuses de la EMT. Para ello, Fernández planteó como posibilidad la implantación de una plataforma única donde coexistieran los peatones, las bicicletas y vehículos de movilidad personal, y el transporte público, que pasaría de manera puntual. Con todo, no hay nada decidido al respecto.
Otro de los grandes cambios que con toda seguridad experimentará la movilidad del centro será la eliminación del túnel que conecta Guillem de Castro con la calle Ángel Guimerà. Un paso subterráneo que, según dijo Fernández, se usa exclusivamente "para saltarse un semáforo". Su supresión dejará libre una vasta superficie que se utilizará para ampliar las aceras de ese tramo que linda con el MuVIM y los Jardines del Antiguo Hospital.
Asimismo, un factor a tener en cuenta en el conjunto de esta actuación es la eliminación de las gasolineras de este primer anillo de la ciudad, que se trasladarán a Benimaclet. Esto también despejará un espacio valioso en las proximidades de las Torres de Serrano que permitirán ensanchar el espacio dedicado al viandante.
En total, se actuará sobre una vía de 1.965 metros de longitud y sobre una superficie de más de 55.000 metros cuadrados. Un gran proyecto que pretende cambiar los equilibrios existentes entre el peatón y el coche privado: se recuperarán 18.000 metros cuadrados en espacio público y se pasará de un 72% de espacio dedicado al vehículo a tan sólo el 39%.
El PP, tras tener conocimiento del proyecto planteado por el Ayuntamiento, acusó al gobierno municipal de "seguir estrangulando el tráfico en el centro de la ciudad, sin dar alternativas y con un transporte público deficiente". En esta línea, el partido lamentó que "todas estas actuaciones van a seguir sepultando el comercio" de esta parte de la capital valenciana. El edil Carlos Mundina resaltó que el planteamiento no ha tenido en cuenta ni a repartidores, ni taxistas, ni "a los miles de valencianos que acuden cada día a trabajar".
Así, Mundina pidió que se cuente con los resientes y trabajadores al plantear estas iniciativas y consideró una "barbaridad" eliminar el túnel entre Guillem de Castro y Ángel Guimerá. En este sentido, criticó que el ejecutivo local, "de nuevo", proyecte "cambios en la ciudad sin antes hablar con vecinos, profesionales y comerciantes que conviven cada día en ella". "Lo hacen alegando que es sólo para evitar un semáforo, cuando son varios, y se hizo para dar mayor fluidez al tráfico", apuntó en este caso.