VALÈNCIA. Ciudadanos se enfrenta el próximo mes de marzo a una Asamblea General decisiva para su futuro. Tras la salida de su máximo referente desde su fundación, Albert Rivera, el partido naranja debe elegir quién pilota la nave después del desastre electoral sufrido el pasado 10 de noviembre, cuando esta fuerza política pasó de 57 escaños en el Congreso a tan solo una decena. La favorita, sin duda, es Inés Arrimadas, aunque todavía no se descarta que pueda enfrentarse a una candidatura alternativa.
Para conducir al partido a este fundamental cónclave, se eligió a finales de noviembre una gestora -órgano de dirección provisional- poblada, curiosamente, de un buen número de dirigentes que estaban en la anterior dirección del partido. Una gestora que, a tenor de lo visto estos días, está tomando decisiones que pueden resultar chocantes tratándose de un órgano de transición de cara a un congreso que está a la vuelta de la esquina.
Una forma de actuar que choca con las reivindicaciones de varios referentes autonómicos del partido, entre los que se encuentra el valenciano Toni Cantó, que apuestan por que las estructuras regionales tengan mayor capacidad de decisión de la que han dispuesto hasta el momento. En este sentido, cabe recordar que Ciudadanos es un partido absolutamente centralizado en el ámbito orgánico: es la cúpula estatal la que se encarga de designar a dedo a los responsables de las distintas áreas en las autonomías.
Un estilo que obliga a los referentes autonómicos a depender de las directrices nacionales a la hora de conformar los equipos, encontrándose en ocasiones con grupos humanos que no obedecen a sus preferencias o a la hoja de ruta estratégica planteada para la comunidad autónoma de turno. Un hecho del que el propio Cantó se lamentaba días atrás en una entrevista concedida a Valencia Plaza: "Me gustaría poder tomar decisiones sobre Ciudadanos en la Comunitat", subrayó el síndic en Les Corts.
Y es que el actor y diputado, que consiguió como candidato 18 diputados para Cs en las autonómicas, ni siquiera ha podido a día de hoy convertirse en el portavoz autonómico de la formación naranja en la Comunitat, puesto que todavía ostenta el concejal Fernando Giner.
A priori, se justificaba que, con una Asamblea General en marzo, era lógico que la Gestora no tomara decisiones sobre relevos puesto que estas las adoptaría la nueva dirección que surgiera del cónclave. Sin embargo, este martes el citado órgano se encargó de nombrar a nuevos portavoces autonómicos del partido en Cataluña, Baleares, Cantabria y Galicia, donde estos puestos estaban vacantes. Pese a que esto tampoco sería una justificación -la nueva dirección podría cambiarlos de nuevo dentro de un par de meses-, los cambios fueron todavía más allá, dado que la dirección provisional del partido sustituyó a los portavoces en Asturias, Nacho Prendes, y en Castilla-La Mancha, Orlena de Miguel, que se habían mostrado críticos con decisiones de la dirección nacional.
Así pues, la Gestora no se ha limitado solo a ocupar puestos vacantes, sino que también ha hecho relevos de dirigentes en el cargo. Una situación que no se ha dado en la Comunitat Valenciana, pese a que meses atrás se daba por hecha la entrada de Cantó sustituyendo a Fernando Giner, por lo que la maniobra de la dirección provisional, además de evidenciar que el citado control centralista al que se oponen referentes autonómicos, deja en una posición de debilidad al diputado al no ser nombrado.
Más aún cuando desde la Gestora sí se promovió este martes la designación de un nuevo secretario de Organización para la provincia de Alicante, José Aix, quien ocupa el puesto que dejó vacío Luis Crisol con su dimisión. Una incorporación por orden del responsable de Organización de la Gestora (ya lo era antes del partido), Fran Hervías, que mantiene buena relación con el encargado de este área en la Comunitat, Emilio Argüeso, precisamente el rival interno de Cantó que, junto con su sector, trata de impulsar a la diputada Marta Martín como futura portavoz autonómica.