VALENCIA. La historia se repite en el Instituto valenciano de la Óptica, el Color y la Imagen (Aido). El centro de investigación, que acaba de presentar un ERE de extinción para toda su plantilla, ha pactado la salida de su exdirector general al margen del expediente de regulación con el fin de que pudiera marcharse con una indemnización mayor.
Se da la circunstancia de que Emilio Pérez está imputado por fraude y malversación en el marco de la investigación sobre presuntas irregularidades en la justificación de las subvenciones que el centro recibe para proyectos de investigación. Cuando se destapó el caso, el exdirector general fue detenido y llego a pasar una noche en prisión.
Según desveló ayer la Cadena SER, el exdirectivo negoció con el centro a principios de agosto su salida con una indemnización de 71.000 euros. Pocas semanas después, Aido presentó un ERE para toda su plantilla, a la que debe casi cinco nóminas.
No es la primera vez que el centro despide a un directivo al margen de un ERE con el aparente propósito de abonarle una mayor indemnización. El año pasado, el exsubdirector del centro se marchó con 170.000 euros de finiquito poco después de que el centro llevase a cabo un proceso de despido colectivo.