En la calle Micer Mascó llama la atención una enorme cristalera que deja ver una pila de lavadoras y unas cajas de suavizantes o detergentes sobre ella. También se divisan camisas colgadas. Una estética que te lleva a Estados Unidos y al siglo pasado, con esos letreros en inglés de colores resultones y… ¿unas mesas?
Ese elemento que no debería estar ahí hace agudizar la mirada, lo que lleva a ver que hay personas disfrutando de una hamburguesa. Que pasa, ¿que aquí las lavadoras hacen una colada de burgers? Pues sí, aunque parezca futurista, del tambor de la lavadora sale una única hamburguesa, unas únicas patatas fritas y una única tarta. De ahí el nombre del nuevo local de moda del Grupo Voltereta: One Burger.
El nombre es toda una declaración de principios: una única hamburguesa. Pero no es una burger cualquiera, es el fruto de viajes, experiencias y del recuerdo de aquellos bocados que permanecen en la memoria. Es también el tesón de los hermanos Pablo y Gonzalo Calvo y de Carlos Vera por ofrecer la hamburguesa en mayúsculas, aquella con la que disfrutas cada bocado, que sea trasgresora, única y te haga regresar. Porque, al final, cada viajero tiene su norte al que siempre vuelve y donde es feliz.
Así, One burger es la última propuesta de Voltereta que, como ya hace en sus restaurantes, ha logrado irrumpir con su creatividad, sustentada por una sólida propuesta gastronómica. Y es que, para ellos la experiencia no es solo a través del gusto sino a través de los sentidos, de ahí que apuesten por locales evocadores y, en este caso, algo trasgresor porque… ¿a quién se le ocurriría comer una hamburguesa en una lavandería?
Para dar con esa hamburguesa trasgresora comieron hamburguesas hasta saciarse y se inspiraron de sabores de aquí y de allá para dar con la combinación perfecta, aquella con la que “nos sentíamos orgullosos”. California, Hawaii o Nueva York son destinos que han inspirado a elaborarla, aunque Pablo recuerda con mucho cariño una que comió en un bar de Vietnam regentado por un americano. Pero, como ocurre en los viajes, los buenos recuerdos con el paso del tiempo se engrandecen.
Y, ¿cómo es esa hamburguesa que idearon? Está elaborada con carne de vaca de raza Rubia Gallega (doble patty de 90 gramos cada una) madurada durante treinta días —les provee un carnicero de Museros—. Una carne jugosa, con sabor que es envuelta por el queso cheddar y entre medias tiene el relish (pepinillo y cebolla). Además, está coronada por un bacon crujiente y bañada en la salsa secreta Rico —elaborada por Rico, un miembro del equipo—. Una hamburguesa con la que te manchas las manos —como tiene que ser—, con abundante salsa, pero que no empaña el sabor de la carne y hace un interesante contrapunto con el bacon y el relish. Todos los ingredientes brillan en equilibrio. Precisamente, es el relish el que rompe el clasicismo del que podría pecar la hamburguesa, dando ese toque arriesgado que buscaban. De soporte, un pan brioche, que actualmente lo hace un panadero.
Junto a la hamburguesa hay dos variedades de patatas fritas: One Fries (con sal de trufa) y One Special Fries, con salsa cheddar, salsa secreta y chips de bacon. También hay un postre, una tarta de queso. La opción two burgers no la contemplan de momento, pero sí la opción vegana, que tendría los mismos ingredientes pero las dos patty estarían elaboradas con vegetales. Una idea en la que están trabajando en la actualidad y que esperan tener a finales de año.
Un proyecto que nació hace un año (junio 2022) como delivery, pero que debido a decisiones tomadas durante la pandemia dio el salto para convertirse en un restaurante (diciembre de 2022). “En pandemia creamos una cocina ciega para el delivery, pero con el fin de las restricciones el volumen de negocio descendió y vimos que ya no era necesario tener una dark kitchen”, comenta Pablo Calvo. Así que, fruto de esa decisión tomada en un contexto concreto y gracias al éxito que tenía One Burger en el ámbito del delivery, decidieron emplear esa cocina y el almacén anexo para conceptualizar One Burger en un espacio con el sello de Voltereta.
Un espacio disruptivo ambientado en espacios americanos cotidianos en los que “no te comerías una hamburguesa pero te trasladaría por su esencia a Estados Unidos”. Y es así cómo surgió la idea de la lavandería, aunque también surgieron otras que Pablo prefiere no desvelar porque la idea es expandir la marca e ir generando otros espacios. “Cuando hacemos un proyecto le queremos dar un valor añadido, que impacte al cliente cuando lo consume, así que cuando alguien del equipo planteó la idea de coger la hamburguesa dentro de una lavadora lo vimos claro”, explica. Y literalmente es así pues recoges el pedido dentro del tambor de la lavadora.
Lo cierto es que One Burger se ha convertido en el local de moda, por su originalidad y por la calidad de sus hamburguesas, que nada tienen que ver con las que ofrecen otros restaurantes y locales. Una apuesta a un solo número y color ganadora, de ahí que no necesiten jugar con más números o colores. Un acierto que también se ven en sus números y sus planes de futuro: de media preparan 250 hamburguesas al día (entre delivery y local) y en otoño abrirán One Burger en el centro de Alicante.