las críticas de bonig PROVOCAN MALESTAR EN LA patronal

La sintonía entre Puig y los empresarios descoloca al PP

El patinazo de Bonig pone el colofón a una semana que empezó mal con los ecos de las declaraciones de Antonio Beteta y empeoró con el tono "excesivamente político" del delegado del Gobierno

24/10/2015 - 

VALENCIA. "Vieja política y viejos actores". El calificativo con el que la portavoz del PP en Les Corts, Isabel Bonig, se refirió a sindicatos y patronales el pasado jueves desde la tribuna del parlamento no pasó desapercibido entre los principales líderes empresariales y sindicales valencianos. La intervención de Bonig fue objeto de debate este viernes en el seno de estas organizaciones, que de manera unánime la califican de desafortunada e inoportuna. Incluso en el PP, tanto en el partido como en el grupo parlamentario, se reconoce el desatino de su secretaria general, un paso en falso que amplía un poco más la brecha que comenzó a abrirse entre los empresarios y los populares mientras estos estaban en el gobierno.

Para su ataque conjunto contra contra el presidente de la Generalitat, empresarios y líderes sindicales, Bonig no dudó en utilizar una imagen tan simbólica como la que sirvió para escenificar la recuperación del diálogo social. En círculos empresariales se atribuye ese exceso a la desorientación que ha producido en el PP, acostumbrado a sintonizar con los empresarios, el clima de colaboración que el presidente de la Generalitat ha construido con los agentes sociales en los poco más de cien días que lleva al frente del Consell.

La conexión con Puig se ve reforzada por la mayor confianza que inspira a los empresarios frente a sus socios de Compromís

Son varios los ejemplos de buena sintonía que se han podido apreciar en las últimas semanas, en particular con los líderes de las principales organizaciones empresariales, una conexión que se ha visto reforzada, además, por la mayor confianza que les inspira el jefe del Consell frente a sus socios de gobierno de Compromís.

El ingrediente fundamental para ese maridaje ha sido el tono creciente de las reivindicaciones que los empresarios valencianos han dirigido al Gobierno central, particularmente las relacionadas con las inversiones en infraestructuras y la financiación autonómica.

El incidente con Bonig es el último de una semana salpicada de desencuentros entre el PP y los empresarios valencianos. Hace justo una semana, el secretario de Estado de Hacienda, Antonio Beteta, se encargó de caldear el ambiente en Alicante, donde vino a reconocer que la Comunitat está mal financiada, pero que el Estado la sostiene con instrumentos como el FLA.

Días después, una visita del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, a la patronal autonómica Cierval, sirvió para evidenciar la creciente distancia que les separa en asuntos como el Corredor Mediterráneo. El delegado, a quien se le reprochó que está adoptando un tono "excesivamente político", sacó pecho de las inversiones del Gobierno de Rajoy en el Corredor, a lo que el presidente de los empresarios valencianos, José Vicente González, respondió que el tercer hilo "es un carril bici".

EN POCO MÁS DE CIEN DÍAS DE GOBIERNO, EL CONSELL HA ESCENIFICADO TRES ACUERDOS CON LOS AGENTES SOCIALES

El remate ha sido el episodio de Bonig en Les Corts. "Están descolocados", valoran fuentes empresariales que ven en el clima de entendimiento entre empresarios y Consell el origen del nerviosismo de la síndica popular. La sintonía, no obstante, no es incondicional, subrayan.

Incluso dentro del PP se reconoce el error estratégico que supone situarse de perfil ante los empresarios en lugar de trabajar por recuperar la conexión de antaño.

Un apoyo temprano para mejorar la financiación

La financiación autonómica ha actuado como principal nexo de unión. Los agentes sociales se pusieron rápidamente a detrás del presidente de la Generalitat para darle apoyo en sus reclamaciones frente al Ejecutivo del PP y sacar a la sociedad valenciana a la calle si fuera necesario. En apenas cuatro meses, el Consell ha propiciado tres grandes acuerdos para escenificar el consenso en este asunto.

La primera foto de Ximo Puig con los líderes de la patronal autonómica Cierval, UGT-PV y CC OO-PV llegó con apenas tres semanas después de su toma de posesión con motivo del llamado 'Pacto por la Comunitat'. Previamente, Puig ya había mantenido un primer encuentro con la junta directiva de la patronal de la provincia de Valencia (CEV)

El acto con Cierval y los sindicatos fue el embrión de lo que recientemente se materializó con la firma conjunta de agentes sociales y universidades del manifiesto aprobado un día antes por unanimidad en Les Corts para pedir una reforma del sistema de financiación.

La última imagen de este clima de sintonía institucional ha sido la que escenifica la recuperación del diálogo social de esta misma semana, la que Bonig utilizó para arremeter indistintamente contra el jefe del Consell y sus interlocutores, los "viejos actores de la vieja política".

En el ámbito de la financiación, una de las muestras más claras de unidad ha sido el posicionamiento del presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, a favor de la condonación de la deuda "ilegítima" de la Comunitat, uno de los ejes del discurso del conseller de Haciencia, Vicent Soler, con quien además le une una buena amistad.

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