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Seis lagos de la Comunidad Valenciana que debes visitar

13/07/2022 - 

Desde Valencia Plaza hemos hecho una selección de los lagos más bonitos y fotogénicos de la Comunidad Valenciana. 

Todos ellos son perfectos para pasar un día en la naturaleza, darnos un chapuzón o presumir de fotos en las redes sociales.


¿Lo mejor? Están mucho más cerca de lo que piensas...

Laguna de Torrevieja, un fenómeno natural hecho "viral"

Con casi 2.000 menciones en Instagram, la laguna de Torrevieja es, sin duda, uno de los lagos más espectaculares de la Comunidad Valenciana debido a su color rosado, originado por una bacteria que libera un pigmento de esta tonalidad y que, lejos de perjudicar al entorno, le otorga una particularidad única. 

De hecho, aunque estas salinas han sido utilizadas con fines industriales para la extracción de sal hasta hace poco tiempo, en los últimos años se han convertido en un auténtico fenómeno turístico que atrae a cientos de visitantes.

El lago de los Deseos de Serra, un paisaje de cuento de hadas

En esta ocasión, nos desplazamos hasta el Parque Natural de la Serra Calderona, en el término municipal de Serra (Valencia), donde se encuentra el lago de los Deseos, ubicado en el Barranc dels Tramussos, dentro de la bautizada como Senda del Agua de Serra, y muy cerca de la conocida Font del Marinet.

De este rincón con encanto desatacamos, fundamentalmente, sus colores, especialmente llamativos durante el otoño (con los tonos amarillos y naranjas como protagonistas) y en la primavera, cuando los verdes invitan a los primeros baños de la temporada. 

El Charco Azul, ideal para pasar un día en familia 

El Charco Azul es un manantial de aguas cristalinas creado por una pequeña corriente que, después de atravesar una chopera, desemboca en el río Buñol. 

Está situado en una zona fluvial rodeada de hermosos paisajes, como el Parque de San Jaime, el Lugar del Milagro, el Molino de la Luz o el Valle Feliz. Todos ellos forman parte de la "Ruta de los Molinos", un sendero temático que recorre las antiguas edificaciones que aprovechaban la fuerza del agua hasta principios del siglo pasado. 

Cerca del Charco Azul se encuentra la Cueva del Turche, uno de los enclaves más conocidos de la comarca de la Hoya de Buñol y perfecto pasar un día en contacto con la naturaleza.

Lagos de Quesa, las piscinas naturales del Canal de Navarrés 

Los Lagos de Quesa son cuatro grandes piscinas naturales (Charco de las Fuentes, Charco la Cacerola, Charco del Chorro y el Azud) formadas por el río Grande. Se trata de zonas de baño, de diferentes tamaños y profundidades, perfectas para desconectar y realizar actividades en la naturaleza. 

Cabe destacar que Quesa, municipio cercano a estos lagos y del cual reciben su nombre, es un auténtico tesoro natural: forma parte de Natura 2000, una red europea destinada a garantizar la conservación de la biodiversidad, y ha sido declarado Zona Zepa (zona de especial protección para las aves) y Zona Lic (Lugar de Importancia Comunitaria). 

Lago de la Tinença de Benifassa, un tesoro oculto en la provincia de Castellón 


La Tinença de Benifassà es un Parque Natural situado al norte de Castellón, haciendo una frontera natural con la provincia de Tarragona, y a tan solo 40 kilómetros del Mediterráneo. 

Su paisaje se caracteriza por las formas abruptas, con zonas montañosas que ascienden desde los 400 a los 1300 metros, ideales para la práctica del turismo activo.

En la Tinença de Benifassa encontramos dos grandes zonas fluviales: el embalse de Ulldecona, alimentado por el río Sénia y construido aprovechando la confluencia de 4 barrancos (el de la Fou, el de Teulatí, la Tenalla y el de la Pobla) y el lago cercano a la Font de San Pere, perfecto para darse un baño cuando el calor aprieta mientras recorremos la zona a pie o en bici.

Lago de la Albufera de Anna, un lugar lleno de leyendas

En la localidad de Anna encontramos una espectacular laguna que, además de formar un bonito paisaje natural, está rodeada de leyendas. 

Este lago se encuentra a apenas unos kilómetros del casco urbano de Anna. Se trata de una albufera con una extensión de unos 300 metros de ancho, con un pequeño islote en su centro en el que anidan aves autóctonas como garzas, patos y ocas. 

Según algunas personas, el lago de Anna es un auténtico espectáculo sensorial, ya que, cuando la zona está en calma, surgen de las profundidades del mismo los “brotadores” o “ullals”, pequeños manantiales que simulan ser los chorros de una fuente y que sobresalen hasta la superficie. 

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