Las aguas turbias de la natación valenciana

VALÈNCIA.-¿Se imaginan que el contable de una empresa no informara al consejo de administración, socios o dueños de esta de las cuentas de la entidad? ¿Que esta empresa, que además percibe subvenciones públicas todos los años, no haya pasado jamás una auditoría de los organismos que deberían supervisar su gestión y estado financiero? 

Pues este improbable escenario, casi surrealista, se ha producido durante años y se sigue produciendo en el ámbito de las federaciones deportivas, entidades autónomas e independientes financiadas en gran parte con dinero público. Uno de los mayores exponentes de estos reinos de taifas es la Federación de Natación de la Comunidad Valenciana (FNCV), que se lleva la palma por su opacidad y polémica administración. 

La FNCV ha ocultado durante años a sus asambleístas las cuentas de la gestión de dos instalaciones públicas de València, el complejo La Petxina y el polideportivo de Benimàmet. Teniendo en cuenta que la Asamblea es, según la Ley del Deporte valenciana, el «órgano supremo de representación y gobierno» de una federación deportiva, el asunto desprende un aroma que pone en entredicho la propia gestión federativa, el papel de las últimas juntas directivas y asambleas de la entidad y los mecanismos de control de las administraciones públicas, con la Generalitat y el Ayuntamiento (a través de la Fundación Deportiva Municipal) a la cabeza. 

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La FNCV jamás informó a sus asambleístas de la gestión de casi un millón de euros anuales. Según datos proporcionados por el Ayuntamiento de València, los ingresos de explotación de ambos complejos deportivos fueron de 968.065 euros en 2016, mientras en 2017 alcanzaron los 964.072 euros. En la documentación a la que ha tenido acceso Plaza, los gastos de personal de ambas instalaciones sumaron 702.093 euros en 2016 y 705.928 euros en 2017. En las actas que la FNCV publica en su web sobre la liquidación del ejercicio 2017, la única referencia a la explotación de los espacios polideportivos es la siguiente: «De la gestión de instalaciones queda un beneficio de 13.169,20 euros que pasan a fondo social». En las cuentas del ejercicio 2016, la FNCV simplemente apunta un beneficio de la gestión de Petxina y Benimàmet de 25.000 euros, sin reflejar más detalle. 

* Lea el artículo completo en el número de marzo de la revista Plaza