VALÈNCIA. Las cuentas cuadran en el Ayuntamiento de València. El alcalde, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, presentaron este viernes el incremento de 57’5 millones de euros en el presupuesto del consistorio para 2017, lo que supone un aumento porcentual del 7’3%.
De esta cantidad 42 millones corresponden al remanente de tesorería de 2016, incorporados después de que el gobierno central aprobase su propio presupuesto, 3’2 a los fondos de cooperación de la Generalitat y la Diputación de València y 12’3 se obtienen como fruto de una gestión de los fondos públicos que ha permitido reducir intereses de demora, intereses de préstamos y fondos de contingencia.
Uno de los aspectos más llamativos de las cuentas públicas consistoriales es que el periodo medio de pago a proveedores se ha reducido en junio a 2’8 días, una cifra que tal y como apuntó el concejal Vilar a Valencia Plaza constituye un “récord”. Y es que, tal y como recordó Ribó, cuando el Govern de la Nau llegó al Ayuntamiento el pago medio era a 60 días.
Este incremento presupuestario de 57’5 millones, que se someterá a la aprobación del Pleno en la sesión ordinaria de julio que se celebrará el próximo jueves, supone la incorporación de los 42 millones de remanente de tesorería que el gobierno central tenía bloqueados hasta la aprobación de sus propios presupuestos el pasado mes de junio.
Con todo, la letra pequeña existe. Y tal y como recordó Ribó legalmente este dinero solo puede destinarse a inversiones financieramente sostenibles y amortización de deuda. “No es dinero que se pueda utilizar para lo que quiera el Ayuntamiento, pero vamos sacarle el mejor provecho posible en beneficio de los ciudadanos”.
El destino del dinero se ha decidido por “consenso” entre las distintas concejalías del Govern de la Nau, según explicó Ribó, que desgranó seguidamente las inversiones a realizar. Así, citó 2’8 millones para renovación de alumbrado público; 2’5 millones para convertir la Alquería del Moro en un Centro de Interpretación de L’Horta, coincidiendo con la Capitalidad mundial de la Alimentación Sostenible; 800.000 para la rehabilitación de las dos primeras Naves de Ribes, la 2 como Universidad Popular y la 3 como infraestructura cultural; o 437.000 euros para remodelación de jardines.
También se dedicarán 2’2 millones para mejoras urbanísticas en todos los barrios y mejora de las escuelas municipales; 1’2 para mejoras en los mercados municipales de Russafa, Benicalap y de Castilla y alcantarillado; un millón para el Colector Norte; 360.000 para Cabanyal; un millón para renovación de instalaciones deportivas en el Jardín del Turia; 3’3 millones de euros para movilidad sostenible (renovación de paradas, parking de Brujas, Carril bici..); 800.000 para modernización de los sistemas informáticos; 370.000 euros para equipamiento de la Policía local; 400.000 para mejoras en los museos Fallero, Semana santa y Corpus y 160.000 euros para mejora de núcleos zoológicos destinados al bienestar animal.
En cuanto al destino de este incremento para gasto corriente, una parte importante se dedica a bienestar Social: viviendas sociales, comedores, centros de ocupación, Punto de Encuentro Familiar, mantenimiento de viviendas en el Cabanyal o EMT, “además de una partida significativa de 5’2 millones que dedicamos a amortizar deuda anticipadamente para poder librarnos el año que viene”, explicó el alcalde.
Ribó destacó la importancia de “este aumento significativo del presupuesto que dedicamos escrupulosamente a lo que podemos, no siempre a lo que nos gustaría, porque las leyes están para cumplirlas”. También resaltó que “ese aumento es consecuencia de la buena gestión y la reducción de intereses y contingencia y, por supuesto, también a que no tenemos corruptelas y el dinero está ahí, no se lo lleva nadie.”
Por su parte Vilar señaló que el acuerdo para la distribución de este incremente presupuestario “demuestra la buena salud del Govern de la Nau”. Por otro lado añadió que “ahora se concreta también sobre el papel lo que muchas veces hemos denunciado de pérdida de autonomía local, de secuestro de la autonomía local por parte del gobierno central, por el cual los municipios no pueden dedicar el superávit, el dinero que han generado, a lo que el Pleno de la ciudad estime que son las necesidades de la ciudad”.
En este sentido, Vilar habló de que ha habido “un secuestro hasta el día 28 de junio de estos remanentes de tesorería”. “En enero ya podía haber habido un decreto ley que liberara estos remanentes para que los ayuntamientos pudiésemos disponer de ellos, y no seis meses después y con unos importantes condicionantes. Es una merma de la autonomía local que seguiremos denunciando”, apuntó.
Igualmente añadió otro condicionamiento “que no viene del gobierno de España pero sí del mismo partido”, que son las expropiaciones que el Plan General heredado que obligan por sentencia judicial a asumir y que se elevan a 26 millones de euros en esta modificación de créditos. “Nosotros no entendemos la expropiación como un mercado paralelo del suelo, sino como un elemento para el desarrollo equilibrado y sostenible de la ciudad”, comentó.
Finalmente hizo hincapié en que el presupuesto de inversiones del año 2014, correspondiente al anterior gobierno municipal, fue de 79’5 millones de euros. En 2015 ascendió a 100’3 millones; 143 millones en 2016, hasta alcanzar la cifra de 174 millones en 2017. Por último, Vilar se refirió al programa ARRU para el Cabanyal, con un importe de 4’6 millones de euros, el programa EDUSI, con un presupuesto de 3.250.000 euros para este año “y estamos ejecutando casi 5 millones del Plan Confianza de la Generalitat”.