VALÈNCIA. Han pasado casi dos décadas desde que la Generalitat Valenciana proyectara la urbanización de una nueva zona residencial en València bajo el nombre de Sociópolis, en el barrio de La Torre. Un desarrollo que pretendía levantar más de 2.000 viviendas y convertir este enclave en una nueva zona para vivir y generar actividad en el 'Cap i Casal'. No obstante, de aquel anhelo solo hay hoy en día algunas edificaciones privadas construidas y mucho suelo por desarrollar. El duro golpe de la crisis inmobiliaria frenó la iniciativa y como símbolo de lo que pudo ser y no fue, dejó el famoso esqueleto de la conocida como torre de Sociópolis, que hoy en día exhibe ya una imagen bien distinta y última su puesta a punto.
No obstante, este 2024, 19 años después, tres compañías van a cambiar esta fotografía con el fin de culminar este 'trozo' inacabado de la capital del Turia. Y lo hacen con la vocación de revitalizar el barrio de La Torre y sacar al mercado nuevo producto en un momento de emergencia habitacional en la ciudad. Ese es el objetivo que se han marcado Grupo Ática, Prygesa y Albaluz, tres promotoras que se han aliado para reactivar este enclave a través de la compra de suelo a la Sareb para el lanzamiento de nuevas promociones.
Una operación que permitirá levantar cerca de 400 nuevas viviendas en la plaza valenciana en un momento en el que la oferta de obra nueva es casi residual. Y lo harán, además, con proyectos de vivienda protegida, es decir, VPO, dado que la mayoría de suelos en este sector tienen esta calificación. Para ello, las tres compañías han comprado parcelas a la Sareb para ejecutar nuevas promociones. Pero podrían no ser las únicas, dado que también se están negociando nuevas adquisiciones en la zona ante el gran volumen de suelo que hay pendiente. Además, a ellas se sumará a principios de este verano la conocida como torre de Sociópolis, cuyas obras licitó hace un año la Conselleria de Vivienda de Podem.
Lo cierto es que en este área hay en este momento construidos varios complejos residenciales, además de algunas dotaciones públicas, que poco a poco se han ido ejecutado como un centro sanitario público de la Conselleria de Igualdad. Todo el entorno está urbanizado, tras el impulso que le dio hace unos años el Consell del Botànic, que concluyó la fase de urbanización con nuevas dotaciones de servicios. Sin embargo, existe una extensa superficie, principalmente de uso residencial, en desuso.
Fue en 2006 cuando se inició el desarrollo de este ámbito, que cuenta con una superficie de más de 200.000 metros cuadrados. Del proceso de reparcelación resultaron 22 solares de uso residencial, la mayoría de ellos con calificación VPO, de los que actualmente se han ejecutado cinco de ellos. Muchas de estas parcelas acabaron en manos de entidades financieras y fondos, después de que la crisis de 2008 frenara el proyecto urbanístico, impulsado por el entonces conseller de Obras Públicas, Rafael Blasco, condenado por el 'caso Cooperación'. Desde entonces, ha habido algún intento de resucitar su puesta en marcha, pero no ha sido hasta ahora cuando realmente hay un movimiento en firme.
En concreto, la promoción de mayores dimensiones será la de la gestora de cooperativas madrileña Prygesa, perteneciente al Grupo Pryconsa, que ha adquirido un solar de 19.600 metros cuadrados de techo, que permitirá construir un complejo con cerca de 200 viviendas. Serán de una y hasta tres habitaciones, además de contar con diferentes zonas comunes. La compañía cuenta ya con presencia en la Comunitat Valenciana, con proyectos en Sagunt, en la zona de Parque Central de València y en el barrio valenciano de Quatre Carreres.
Por su parte, la valenciana Grupo Ática desarrollará una superficie de 11.100 metros cuadrados de techo, que ocupará una torre, compuesta por unas 152 viviendas de 1, 2 y 3 dormitorios. Asimismo, estará dotada de zonas comunes como piscina, gastroteca, sala multideporte, sala para teletrabajo y lavandería. Lo cierto es que la firma no es nueva en este sector, en donde ya tenía un edificio de 124 viviendas VPO que vendió a la Generalitat Valenciana. Asimismo, en este momento promueve otro residencial de 20 alturas y 96 pisos, del que ya tiene el 60% vendido. A lo largo de su trayectoria ha construido cerca de 5.000 viviendas por todo el territorio valenciano.
Finalmente, la albaceteña Albaluz se ha quedado un suelo de 9.616 metros cuadrados de techo, en el que levantará una torre de 20 plantas con 96 viviendas de entre 70 y 120 metros cuadrados de dos y tres dormitorios. Todas ellas contarán con calificación energética A y certificado Breeam. El complejo estará dotado de varias zonas comunes como piscina, solarium en cubierta o aparcamiento de bicicletas. La firma ya ha hecho varios proyectos en la autonomía valenciana, aunque el grueso de su actividad está en Albacete, en donde ha vendido la mayoría de las más de 10.000 viviendas que ha desarrollado en los últimos años.
"Ahora mismo, el precio del suelo está muy caro, lo que ha encarecido el coste de la vivienda. No obstante, estas parcelas de la Sareb eran más asequibles y, además, cuentan con calificación VPO, lo que nos va a permitir construir y vender a precios razonables, pero con altas calidades", explican a este diario fuentes de la operación. Así, la horquilla de precios irá hasta los 130.000 euros en el caso de las viviendas de una habitación; hasta 175.000 euros las de dos dormitorios; y hasta un máximo de 210.000 euros las de mayor tamaño.
De hecho, la intención de las tres compañías es dirigirse a un público joven, cuyas rentas en muchos casos no superan los 25.000 euros anuales. "En València, además, queda muy poco suelo urbano para construir, pero en esta zona hemos encontrado importantes bolsas pendientes, la mayoría VPO. Es una oportunidad no solo para revitalizar este entorno y acolmatarlo, sino para aumentar la oferta de vivienda en el mercado y facilitar el acceso a la primera vivienda a muchos jóvenes", comentan.
Sin embargo, su objetivo va más allá de estas adquisiciones, ya que quieren movilizar el resto de suelos y crear prácticamente un nuevo barrio en la ciudad. Ya se trabaja, incluso, en rebautizar esta zona. Y es que la amplia extensión de este sector permite unas 2.600 viviendas, de las que 2.100 serían de protección pública y el resto vivienda libre.
Pero, para hacerlo más atractivo, también han pedido a las Administraciones local y autonómica un firme compromiso con este nuevo barrio que se quiere generar. En este sentido, ha habido encuentros con el Ayuntamiento de València y la Generalitat Valenciana para trabajar en una mejora de las conexiones urbanas con el resto de la ciudad, así como para pedir activar la línea de avales ICO para ayudar con el 20% de la entrada de la primera vivienda.
"Esta zona tiene un potencial enorme porque es de las pocas que quedan en la ciudad con suelo VPO para poder ofertar pisos por debajo de los 200.000 euros. Además, va a ser la próxima área de desarrollo con un gran crecimiento por las posibilidades que tiene de construir obra nueva con máximas calidades", explican los promotores.
Aunque la mayoría de suelos está en manos del sector privado, la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha) contaba con tres parcelas que adjudicó a la UTE Urbania junto a la promotora Visoren en el concurso de suelo que licitó el Consell del Botànic la pasada legislatura. Una convocatoria a la que únicamente optó esta UTE, que se hizo con los tres lotes que incluyen la construcción de cerca de 1.100 viviendas en 17 suelos públicos, de los que tres de ellos están en este ámbito urbanístico. No obstante, todavía se está a la espera de que se adjudique definitivamente la operación para el inicio de obras.
En cambio, ya está en su recta final la conocida como torre de Sociópolis, cuyas obras de construcción está previsto que culminen en verano. Por tanto, en unos meses habrá 184 nuevas viviendas en el barrio y, por ende, nuevos vecinos. Además, el Ayuntamiento de València tiene, asimismo, un solar que, según ha podido saber este diario, tiene intención de meter en el concurso que sacará próximamente el consistorio para dar uso a las bolsas de suelo municipales.
Con todo, un nuevo horizonte planea sobre esta zona de València. Su resurrección está cada vez más cerca. Una oportunidad no solo para consolidar este sector, sino para dotar al 'Cap i Casal' de nueva oferta residencial con vistas a destensar el mercado inmobiliario valenciano y facilitar a muchos el acceso a una vivienda.