Al habla con la valenciana de la selección española de hockey hierba, clasificada para Tokio 2020
VALÈNCIA.-Las RedSticks, la selección nacional de hockey hierba, sellaron el billete de España para los próximos Juegos Olímpicos el pasado 26 de octubre. Una clasificación para Tokio 2020 que se concretó en València, que es lugar talismán tanto para el combinado femenino como para el masculino. Sobre el campo azul del polideportivo Virgen del Carmen de Beteró se alzaron los brazos victoriosos. Las RedSticks compitieron bien para eliminar a Corea y apuntarse el Preolímpico. Y en ese equipo, además marcando en sendos partidos, sobresalió la figura de la valenciana Lola Riera Zuzuarregui (València, 1991), jugadora del SPV-Complutense.
—¿Cómo vivieron el Preolímpico ante Corea?
—Fueron dos días muy emocionantes; llevábamos mucho tiempo esperando esos dos partidos. Si echamos la vista atrás, llevábamos prácticamente desde mayo juntas. Fue un verano muy largo e intenso y nuestro principal objetivo era conseguir la clasificación para Tokio. Son partidos de mucha presión, en los que el ranking o el supuesto mejor equipo da igual: ambos equipos teníamos que salir al campo y pelear la plaza. Sabíamos que iban a ser 120 minutos de mucha presión, pero estábamos muy preparadas para que saliera bien.
— ¿Qué análisis hace del crecimiento de las RedSticks desde 2013 y el momento actual rumbo a Tokio 2020?
—La evolución del equipo es obvia y no solo por las medallas que hemos conseguido estos dos últimos veranos; ahora podemos competir contra cualquiera y antes eso no era así. La capacidad de trabajo que tenemos ahora es mucho mayor, somos deportistas los 365 días del año y cambiar esa filosofía ha sido un proceso difícil. Algo también muy importante es que somos un grupo más grande, con mucha competencia interna y eso hace que el equipo sea cada día mejor. El ambiente es muy bueno y eso facilita mucho el trabajo; nos pasamos casi la mitad del año viviendo y entrenando juntas y llevarnos bien entre todos es algo importante para que el trabajo duro sea más llevadero. El ejemplo fue que después de acabar el partido estuvimos en el campo celebrándolo todos, tanto la gente que había disputado los partidos como la que no. Todos hemos formado parte de este éxito.
— ¿Cómo se sintió personalmente con esa clasificación para los próximos Juegos Olímpicos? ¿Y cómo lo hizo el grupo?
—Muy contenta. Para mí personalmente jugar en València siempre es un placer añadido; el poder estar con mis familiares y amigos en casa para luchar por un pasaporte olímpico es muy especial. Ya nos pasó en 2015, pero creo que esta vez es diferente: ahora ya tenemos la plaza para Tokio 100% nuestra. El equipo está muy cómodo en València, al final hemos vivido muchas competiciones y concentraciones allí. Por suerte para nosotros València se ha convertido en un referente en ese aspecto y poder entrenar tantas horas en el campo en el que vas a disputar las competiciones es una pequeña ventaja y a estos niveles cualquier pequeño porcentaje suma mucho. Sentimos el apoyo de todo el mundo cada minuto del partido; la Marea Naranja estuvo animando sin descanso de principio a fin y ver las gradas llenas es algo que por desgracia pocas veces pasa en España. Estamos muy contentas de cómo transcurrió el fin de semana.
— Será muy distinto a la clasificación para Río de Janeiro 2016. ¿Qué le va a permitir a la selección el poder preparar de una forma muy diferente los Juegos a los de la edición brasileña?
— Es muy diferente porque para los Juegos de Tokio ya estamos clasificadas; sin embargo para los de Río, a pesar de que las posibilidades eran prácticamente del 99%, tuvimos que esperar hasta diciembre para saberlo 100%. En València obtuvimos casi el pasaporte y luego es verdad que nuestro papel en los Juegos de Río fue bueno, diploma Olímpico.
— En su caso, serían los segundos Juegos Olímpicos.
— Tengo la misma ilusión, incluso más, que en los primeros; me encantaría estar entre las dieciséis que disputen los Juegos Olímpicos de Tokio. Tenemos por delante un año largo y con muchos partidos con nuestros clubes y con la selección. Hay que pensar paso a paso.
— ¿Cuál es la clave de las RedSticks y el trabajo conjunto con el equipo técnico que dirige Adrian Lock?
— El trabajo duro, no hay ningún secreto. Creo que tanto el staff como las jugadoras trabajamos mucho para que se puedan conseguir los objetivos.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 63 de la revista Plaza