El hijo de uno de los imputados asegura que él no medió para que su padre cobrara de más tras ser despedido
VALENCIA. Las declaraciones de los imputados de la pieza 2 de la Operación Taula, la conocida como pieza de los zombies, comenzaron este viernes. Cinco personas estaban citadas a declarar, aunque finalmente solo cuatro acudieron ya que Honorio Estornell, de UGT, pidió posponer su comparecencia porque está de viaje del Imserso en Tenerife con su mujer.
Su hijo, Rubén Dario Estornell, también tenía que prestar declaración ante el magistrado instructor Víctor Gómez y el fiscal Anticorrupción, Pablo Ponce. En el caso de Rubén Dario, la Guardia Civil cree que medió para que el finiquito que obtuvo su padre tras el despido fuera mucho mayor de lo que le correspondía, además de incrementar su propio sueldo más allá de lo que le tocaba.
Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, Estornell aseveró que él no tenía ni capacidad, ni un puesto adecuado para poder mediar en los finiquitos de las personas despedidas. En cuanto al incremento salarial que obtuvo, el investigado dijo que se debió a que “iba con su puesto”. A la salida de su declaración explicó que había respondido a todas las preguntas y que estaba muy contento y le gustaba mucho cómo lo están haciendo tanto el juez de instrucción, como el fiscal anticorrupción.
Tras él fue el turno de otros tres trabajadores despedidos de Imelsa. En este caso declararon Frutos Biosca, María Jesús Aleixandre y María del Carmen Benavent. Todos ellos siguieron la misma línea argumental. Todos ellos declararon que sus finiquitos tras el despido se ajustaban a la legalidad, que eran los que les correspondían y que no cobraron ni un euro de más.
Estas declaraciones contradicen lo declarado por el exgerente de Imelsa Marcos Benavent. En sus declaraciones, el yonki del dinero siempre ha dicho que “se pagaba el máximo posible en los despidos para garantizarse que, las personas que se iban a la calle no protestasen ni denunciasen”.
Este próximo lunes será el turno de los conocidos como zombies. El juez ha citado a declarar, además de al exdirector financiero de Imelsa, a varios trabajadores de la empresa pública que supuestamente cobraron de Imelsa sin ir ni un solo día a trabajar.
Dentro de este grupo está un exfutbolista del Olimpic de Xàtiva que, según la documentación incautada era asesor de Imelsa, cuando en realidad lo que supuestamente ocurría es que le pagaban parte de su sueldo de futbolista a través del ente público.
En breve también deberá acudir a declarar los “primeros espadas” del entramado corrupto, ya que en esta pieza están imputados el exgerente de Imelsa Marcos Benavent, el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus o el empresario, y dueño de la empresa de comunicación de cabecera del PP, José Aldolfo Vedri entre otros.