VALENCIA. Los miembros del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) cobrarán, cada uno, 400 euros brutos de dietas por cada reunión que mantengan. Así consta en la propuesta elaborada por el presidente del órgano, Enrique Soriano, y que en unos días deberá ser aprobada.
En esta aproximación a las indemnizaciones que percibirán los consejeros también se establece un límite salarial: aunque el órgano directivo se reúna más de tres veces al mes, ninguno de ellos podrá recibir más de 1.200 euros mensuales. Unos márgenes que, según la propuesta del presidente de la CVMC, se han establecido atendiendo a las dietas que perciben en otras televisiones autonómicas y en otros órganos valencianos como el Consell Valencià de Cultura (CVC).
Unos honorarios por reunión que, sin embargo, no recibirá Soriano, ya que él forma parte de la plantilla de la Corporació –es, de momento, el único empleado– y tiene una retribución anual equiparable al salario de un secretario autonómico, 58.162,44 euros.
Cabe señalar que desde que el pasado 27 de octubre tomaron posesión los nueve consejeros –queda todavía un asiento vacante después de que Maite Fernández no obtuviera el apoyo suficiente del parlamento valenciano al no contar con los votos de PP y Podemos–, no han percibido ninguna indemnización por las reuniones que han mantenido.
Así, cuando estas dietas sean aprobadas, los consejeros deberán percibir las dietas pendientes de los meses de noviembre, diciembre y enero. En este período, el órgano directivo mantuvo diversos encuentros para definir las bases del concurso de naming e identidad corporativa, fijar las bases de la candidatura para dirigir la CVMC o aprobar los pliegos técnicos de multicontinuidad.
Por otra parte, el Consejo Rector empezará a tachar otras tareas pendientes de su lista esta semana. El próximo domingo, día 19, está previsto que los consejeros se reúnan durante todo el día hasta que de ese encuentro salgan los tres candidatos finalistas a dirigir la nueva CVMC, terna que pasará a la última fase del concurso: la entrevista, que supone un 10% del total de la puntuación.
Desde que el 10 de enero terminó el plazo para presentar candidatura a este concurso, los consejeros han mantenido diversas reuniones para calibrar los méritos (un 30%). Así, si la semana pasada los miembros del Consejo Rector terminaron de puntuar este apartado de las 16 candidaturas –cuatro aspirantes caían de la lista, según publicó Las Provincias por no reunir los requisitos contemplados en las bases del concurso–, no quieren que termine esta sin que se sepa qué tres nombres pasan a la final.
Para agilizar los trabajos de puntuación, Soriano repartió los proyectos –que puntuarán hasta un 60% del total– entre los nueve consejeros la semana pasada para que, previamente al encuentro de este domingo, cada uno analice uno o dos trabajos y asigne una puntuación adecuada atendiendo al baremo ya publicado el pasado mes de enero.
De esta manera, durante esta reunión cada miembro leerá el proyecto que le ha tocado –según fuentes consultadas por este diario el reparto se realizó de forma aleatoria– y la puntuación que le ha otorgado a cada apartado. En caso de haber discrepancias entre los consejeros sobre la valoración, propondrán una diferente y se sacará la nota media. Es decir, la puntuación que le asigne cada consejero a los proyectos que estudie no serán definitivas, sino baremables a expensas de suscitar discrepancias entre el resto de miembros del órgano directivo.
Respecto a la valoración del proyecto la Comisión acordó dividirla en seis apartados. En primer lugar, los objetivos generales y específicos, sumarán un máximo de diez puntos. La programación y modelos de producción, podrán puntuar hasta 25 puntos; la estructura y organización, 25 puntos; sinergia y convergencia de medios, 15 puntos; cronograma, 10 puntos, y adecuación a la realidad presupuestaria, 15 puntos.