Crecen las dudas sobre si el secretario autonómico valenciano, quien apoyó públicamente a Errejón, se presentará a la reelección
VALENCIA. La Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, más conocida como Vistalegre II, celebrada el pasado fin de semana en la que se produjo una sólida victoria de Pablo Iglesias sobre Íñigo Errejón tanto en la votación dirigida a los miembros de la dirección como en los diferentes documentos presentados deja paso ahora a los procesos autonómicos como el que se celebrará en la Comunitat Valenciana.
Así, tal y como ha ido informando este diario, se viene produciendo en el ámbito regional una fractura entre los partidarios del actual secretario general, Antonio Montiel, y un grupo de dirigentes -especialmente del espectro parlamentario- que se autodenominan renovadores y aspiran a dar un giro a la formación morada en la Comunitat Valenciana.
En este sentido, las disputas internas entre ambas posturas se han incrementado desde el verano pasado, especialmente tras la destitución vía Telegram de la secretaria de Organización, Sandra Mínguez. Un suceso por el que el propio Montiel pidió disculpas -la comunicó por error, según aseguró- pero que terminó de convencer a varios diputados de la necesidad de abordar un cambio en el partido.
Con la llegada del Vistalegre II, la posición de Montiel y su equipo de respaldar a Errejón públicamente fue criticada por los renovadores, que fueron más heterogéneos en sus apoyos e, incluso, no tomaron posición en algunos casos. De hecho, en este sentido, algunos críticos deslizaban este lunes sus dudas sobre si Montiel dará finalmente el paso de presentarse tras la derrota de Errejón, una posibilidad a la que no se da crédito -aunque sin demasiada energía- desde el entorno del secretario general.
En cualquier caso, una vez culminado el proceso estatal, es evidente que las energías se dirigen a la Comunitat Valenciana. De lo que nadie duda, en ninguna de las dos sensibilidades, es que desde la dirección estatal de la formación morada tratarán de influir para evitar la continuidad de Montiel tras su apoyo específico a Errejón. En lo que respecta al sector crítico, diversas fuentes consultadas apuntan a dos nombres propios para dirigir una candidatura que pueda hacer frente a Montiel: la propia Sandra Mínguez y Antonio Estañ, también parlamentario en Les Corts.
Cabe recordar que Mínguez fue una de las caras visibles del 15M en Valencia y siempre ha sido considerada como una referente del 'pablismo' en la Comunitat. Desde el sector próximo a Montiel se pone el acento en que no ha sido integrada dentro de la candidatura de Iglesias en el Vistalegre II, de lo cual deducen una pérdida de peso de la diputada dentro del grupo de confianza del líder de Podemos. En este sentido, algunas fuentes de la formación morada opinan que Iglesias y los suyos podrían tratar de introducir algún nombre en la terna procedente de EU como la trabajadora social y activista de Vamos! Vlc Esther Sanz, quien militó además en A Contracorrent y en el Partit Comunista del País Valencià (PCPV).
Unas tesis que en general son rechazadas por el grupo de renovadores. De hecho, miembros destacados de este sector que no se enmarcan dentro del 'pablismo' consultados por este diario valoran la trayectoria de Mínguez desde el 15M hasta la creación y desarrollo de Podemos y consideran que debe ser una de las personas que encabece el proyecto alternativo que se presente como alternativa a Montiel. Es más, incluso alguno de ellos señala que la confianza desde Madrid hacia la diputada está "intacta".
Por otro lado, distintas fuentes de este grupo también coinciden en señalar a Antonio Estañ como otra de las piezas básicas para una futura candidatura. El diputado, quien firmó el documento de Anticapitalistas de cara al Vistalegre II, también participó en el 15M y en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Según varios dirigentes, se considera a Estañ un activo "muy valorado" por la militancia especialmente en la provincia de Alicante -es de Callosa de Segura- y, además, apuntan a que su concurso reforzaría comarcas muy importantes donde Compromís tiene mayores problemas de implantación.
En este sentido, tal y como informó Valencia Plaza, desde el grupo de renovadores se muestran favorables a la creación de una dirección coral con varias portavocías o cargos de peso equivalente en el futuro Podemos de la Comunitat.
Una circunstancia no permitida en el documento organizativo inicial presentado por Pablo Iglesias, que obligaba a una imitación estricta de la estructura estatal pero que, tras el proceso de enmiendas, evolucionó al incluirse el apartado Descentralizando Podemos en el que, a juicio de algunos cargos preguntados, existirían ciertas rendijas a la hora de realizar un organigrama propio valenciano que pudiera ajustarse a ese deseo de una dirección compartida.
Una perspectiva optimista de los críticos que no se comparte desde el sector de Montiel, donde consideran que el documento organizativo de Iglesias especifica que debe existir un secretario general, con lo que creen que la dirección coral no es posible y la división por el liderazgo en el grupo opositor no tardará en aflorar.