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análisis vp     el salto de sagredo y zaragozá ante la nueva era del socialismo valenciano

Los dos líderes locales del PSPV que emergen en tiempos convulsos para su partido

12/06/2023 - 

VALÈNCIA.  Juan Antonio Sagredo es el único alcalde que gobernará con mayoría absoluta en una ciudad que supera los 50.000 habitantes en la provincia de Valencia. De hecho, ya lo consiguió en 2019 con tendencia electoral favorable para su partido, el PSPV, y lo ha repetido, con un concejal más y con la marca socialista a la baja, el pasado 28 de mayo. Contará, a partir del 17 de junio, cuando se constituya el pleno, con 14 de los 25 ediles de Paterna.

Quizás por esa consolidación local, Sagredo, apoyado en la alianza personal inquebrantable que mantiene con el secretario general provincial y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, ha querido emerger más allá de su municipio, algo a lo que había renunciado hasta la fecha. 

Lo ha hecho despuntando como cabeza de lista al Senado a propuesta de la dirección provincial y con la sorpresa e intento de freno de la autonómica. Sin pronunciarse al respecto y guardando un sepulcral silencio en una batalla en la que aparece como peón pero es más que alfil, ha asomado a esa tarima de máxima relevancia nacional. Sagredo, que ha demostrado su capacidad de resistencia -o de, incluso, resiliencia- desde que entró en política, presenta así sus credenciales como bastante más que un alcalde asentado (que no es poco) en el nuevo escenario socialista.

Empezó bajo mínimos

Llegó a la secretaría general del PSPV en Paterna con una agrupación sumida en el desánimo tras la derrota de su anterior alcalde, Francisco Borruey, frente a un joven y emergente líder del PP de nombre Lorenzo Agustí. De aquello hace 14 años. Venía de su Burjassot natal y su vinculación con el municipio vecino se circunscribía más al ámbito familiar.

En 2011, con Agustí en plenitud, no optó a la vara de mando. Lo hizo, por el PSPV, y sin éxito, una ex reina de las fiestas, Lorena Benlloch. Sagredo no se quemó en una tentativa condenada al fracaso y con su partido todavía en horas bajas. Esperó su momento.

Y este llegó con un Agustí obligado a retirarse por pronunciamientos judiciales y con una sucesora designada por este, Elena Martínez, que confundió su grado de popularidad con el de su partido y que llevó a cabo una errática campaña electoral centrada en su figura.

Primera alcaldía complicada

Craso error que Sagredo (como Borruey, su antecesor socialista en la vara de mando y abuelo de sus hijas, todo el mundo lo cita directamente por su apellido)  aprovechó. El PSPV solamente logró seis concejales, su registro más bajo en décadas. Uno menos que en el mejor resultado de Agustí como candidato. No obstante, le sirvió al ser el más votado pese al guarismo tan bajo. PP y Compromís sacaron otros tantos ediles (seis cada uno); y Ciudadanos, cuatro.

Juan Antonio Sagredo no se pierde una fiesta local del cariz que sea.

El alcalde se atrincheró tras la vara de mando con un reducto de cinco fieles encabezados por su inseparable Nuria Campos -hija de otro histórico socialista muy querido en la agrupación, Paco Campos-, a la que ahora ha promovido como diputada provincial. Vivió una historia de amor y odio con Compromís, que pasaba del gobierno a situarse no solo en la oposición, sino incluso cerca de plantearle una moción de censura. 

Sagredo sobrevivió con esa capacidad de resistencia que forma parte de su carácter. La acompañaba, eso sí, con un don innegable de ubicuidad para estar en todas partes y hacerlo notar, ya sea por su presencia o por su difusión en redes sociales. Alternaba la divulgación de su gestión con la de su paternidad o de realización de tareas domésticas. Y siempre lo hacía con ese lema de #Paternalovers que ha convertido en marca propia y que ha conseguido que cale con orgullo en la ciudad.

Sagredo=Paterna 

Lograr que sus conciudadanos vinculen Sagredo con Paterna le valió pasar de esos exiguos y sufridos seis concejales a alcanzar, en 2019, la mayoría absoluta con 13. Dejó al PP con cuatro; a Compromís, con tres; y a Ciudadanos, con otros tres. Estos cuatro años han sido más de lo mismo. También incluyendo un minado de recursos a la oposición, a la que incluso ha expulsado del edificio principal consistorial.

El alcalde se ha multiplicado. Se coloca en primera línea de la cordà y viaja con los jubilados donde toque. Todo eso mientras el Ayuntamiento no dejó de estar pendiente de la salud de sus ciudadanos, con baldeos, whatsapp y todo lo que fuera necesario, durante los meses más letales de la pandemia. Así, continuamente.

Y el pasado 28 de mayo, en un momento delicado para las siglas PSPV y en una jornada aciaga para muchos conmilitones suyos, Sagredo (también secretario de Política Municipal en el Comité Ejecutivo autonómico y miembro del Comité Federal nacional) se superó y obtuvo un concejal más, 14. Agrietó los cimientos de su ex socio Compromís, que quedó con dos ediles. El PP se comió dos de Ciudadanos y subió a seis. 

La situación del PP

De poco le sirve. Lo mismo que aquella primera lista de Sagredo como secretario general en 2011, que sacó siete. ¿Podría Sara Palma emularlo con el tiempo? La diferencia sustancial es que el actual alcalde no sufrió, en primera persona, como candidato, esa derrota.

Por ahora, y haciendo un paréntesis con el PP, Palma y su equipo mantienen la distancia con su agrupación local. Por cuestiones de salud (brote de covid) no asistieron la pasada semana a la reunión del comité ejecutivo convocada de urgencia por la presidenta, María Villajos, para analizar unos resultados que no han gustado en el seno del partido. De momento, no habrá otra cita. Sara Palma prepara su equipo de oposición con ella al frente.

Tendrá ante sí al principal referente emergente del PSPV en la provincia. Este ingeniero que ha cursado sus estudios en la Universidad Politécnica y que ha desarrollado labor profesional en Ferrocarrils de la Generalitat es el alcalde socialista que gobierna más holgado un municipio de los cinco que sobrepasan los 50.000 habitantes en la provincia. 

Alcaldes emergentes

La Mislata de su amigo Bielsa no llega a esa cifra de pobladores y en ella tampoco su formación, pese a sus sensacionales registros de 14 de 21 ediles, ha mejorado en votos. La ambición de Sagredo, hasta ahora, se ha ceñido al ámbito local. Con el nuevo ciclo que se abre para el PSOE ha dejado claro que tiene argumentos y ganas de ir más allá. 

A la hornada de alcaldes emergentes en 2019 (el propio Bielsa, Jordi Mayor en Cullera o Rafa García en Burjassot -los tres diputados provinciales en este mandato) se suma el primer edil paternero. Lo hace con la fuerza que aporta dirigir un término municipal con alrededor de 72.000 y obtener ese triunfo con abrumador apoyo popular (el 48,6% de votos emitidos) en núcleos diferentes y tan dispersos como los que aglutina Paterna.

Vicent Zaragozá

Y otro referente local que despunta en un panorama en el que se masca la desolación de la derrota global es el alcalde de Silla, Vicente Zaragozá. Figura impulsada por el denominado lobby 3.0 que coordina Bartolomé Nofuentes, concejal de Quart de Poblet, logró, hace algo más de un año, resultar elegido secretario general del PSPV en l´Horta Sud. 

Vicent Zaragozá, a la derecha de la imagen, junto a Bielsa.

Lo hizo sin tener rivales, una circunstancia que contrasta con la reñida competición entre el edil de Torrent Andrés Campos y la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, apenas un cuatrienio antes.  

Desde aquel mes de marzo de 2022 su rol de consenso ha ido creciendo con las continuas jornadas de formación y convivencia que ha impulsado en la comarca, la más populosa de la provincia de Valencia y en la que más militancia tiene el PSPV. Abandera lo que todavía puede considerarse -así lo han ratificado de nuevo, pese al descenso en votos, los resultados electorales- ´cinturón rojo´, como se bautizó en los años 80 del pasado siglo.

Zaragozá ha revalidado la mayoría absoluta en Silla dejando sin posibilidades a una oposición fragmentada y ha logrado ser propuesto como diputado provincial por la comarca en una designación que no arrastra polémica para el Comité Ejecutivo Nacional. 

Con ese ascenso el secretario general de l´Horta Sud, y  también técnico en organización industrial, da un paso más y trasciende su municipio en la comarca. Al igual que en el caso de Sagredo, despunta como uno de los principales referentes del nuevo PSPV que germina.


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