VALÈNCIA. Juan Ramón Adsuara, Francisco Comes y Joaquín Segarra, con sus mayorías absolutas en 2019 en Alfafar, Massanassa y Benaguasil, han emergido como el trío de primeros ediles referentes del Partido Popular en la provincia de Valencia durante el mandato que está a punto de expirar. Sus amplias victorias en municipios populosos constituían excepciones en un mapa coloreada de rojo y naranja compromisario.
Los resultados del pasado 28 de mayo han cambiado el panorama y les han brindado una concurrida compañía de inminentes primeros ediles de su partido. En algunos casos, lo serán con seguridad por el extenso margen de apoyo que lograron en los comicios; en otros, previsiblemente también accederán a la vara de mando por tratarse de los más votados o por, sumando las actas de un hipotético apoyo de Vox o de formaciones locales, alcanzarán la mayoría absoluta del pleno. Se trata de los nuevos referentes del PP en la provincia de Valencia.
En la primera tesitura se hallan, por ejemplo, el abogado Alberto Primo en Alcàsser y la graduada en Relaciones Laborales Trini Montañana en Meliana. El primero, coordinador comarcal también de su formación en l´Horta Sud, ha dado un vuelco a la situación y ha desbancado a la socialista Eva Zamora, una de las alcaldesas que afrontaba con peores presagios los comicios. Primo ha conseguido nueve concejales sobre 17 en unos proceso electoral en el que Alcàsser incrementaba su número de representantes de 13 a los citados 17. Justo los cuatro que ha aumentado el PP.
Trini Montañana, por su parte, ha constituido una de las apuestas más exitosas de la formación popular. Contaba con el firme respaldo del coordinador de l' Horta Nord, Pedro Cuesta, y le han acompañado en Meliana, durante la campaña, diferentes cargos relevantes de la formación como el presidente provincial, Vicent Mompó, o el senador Fernando de Rosa, que parece disfrutar del don de la ubicuidad. Con Montañana al frente el PP ha duplicado su número de concejales al pasar de cinco a diez y ha desbancado de la alcaldía a Compromís.
El utielano Ricardo Gabaldón podría situarse en este mismo escalón del podium de primeros ediles del PP que han llegado y han arrasado. En su caso, su aportación tenía especial incidencia porque podía contribuir decisivamente a decantar para su partido el diputado del partido judicial de Requena, como ha ocurrido finalmente. Ha logrado un ascenso de seis a 10 concejales y ratificado la mayoría absoluta que le auguraban.
También despunta en este elenco Laura Sáez, la futura alcaldesa de Carlet, una localidad que se le resistía al PP -pese a ser el más votado en 2019- por la conjunción entre Compromís y PSPV pero que en estos comicios ha logrado asegurarla con su mayoría blindada de pactos de la oposición de nueve sobre 17.
Sin tanto margen, pero también con una victoria holgada, aparece un segundo grupo de ediles de municipios de mayor envergadura. En este grupo quedarían incluidas dos alcaldesas que han sobrellevado un mandato complicado y que, por el incremento de apoyos, teóricamente lo tendrán más fácil en el próximo. Se trata de Paz Carceller, en Puçol, que ha bordeado la mayoría absoluta al ascender de seis a diez; y de Elia Verdevío, en Bétera, casi en el mismo caso, al pasar de cuatro a ocho concejales.
A ellas se les sumará Arturo Ros, en Tavernes Blanques, que, además de convertirse en el más votado, reeditará su época de alcalde en esta ocasión con el previsible apoyo de la única concejal de Vox, Laura Carrasco. Con ella suma siete de 13, un registro inigualable para la oposición.
Igualmente podría formar parte de ese grupo la empresaria y abogada Rocío Cortés, la candidata en Requena. En su caso, no ganó; de hecho, empató a concejales (ocho) con el PSOE. No obstante, contará para su investidura con el previsible apoyo del Partido de Requena y Aldeas, que ha logrado tres munícipes, los que decantan la mayoría absoluta.
En una tesitura similar se situaría el PP en La Pobla de Vallbona, con siete actas sobre 21 y ganador de los comicios del 28 de mayo, si consigue sumar el respaldo de los dos partidos locales con sendos ediles cada uno o el de los tres concejales de Vox más el de uno de los grupos citados anteriormente.
Ese apoyo voxista -partido que sigue sin pronunciarse abiertamente sobre su política de pactos- resulta fundamental para la posible futura alcaldesa del término municipal más poblado de la provincia, Torrent.
Amparo Folgado, felicitada desde las elecciones dando por hecho que suscribe ese acuerdo, tiene que sumar los cuatro votos del partido que preside Ignacio Gil Lázaro en la provincia si quiere alcanzar la mayoría absoluta de 13. De lo contrario, el socialista Jesús Ros, como candidato más votado con diez ediles, levantaría la vara de mando.
Una situación muy similar se produce en Xirivella. La aspirante popular, Paqui Bartual -que debutará la próxima legislatura como diputada autonómica-, ha logrado nueve ediles, los mismos que el PSPV, aunque con una ligera diferencia de votos a favor del actual primer edil, Michel Montaner.
Este último ha iniciado una beligerante campaña para impedir que Vox pueda inclinar la alcaldía, pese a que, tal como decretó la ciudadanía local con sus votos, la suma del partido verde y el PP configura mayoría absoluta. Bartual, al igual que Folgado, cuenta con autonomía local para sellar un acuerdo de investidura o de gobierno.
En Algemesí José Javier Sanchis ganó a una de las alcaldesas socialistas mejor posicionadas en su partido, Marta Trenzano. Le superó en un concejal. No necesita, al contrario que Folgado o Bartual, de manera imprescindible el apoyo de Vox para la investidura, aunque si añadiera los tres ediles de este último partido a su gobierno alcanzaría los 11 que constituyen la mayoría absoluta.
Héctor Troyano ha vencido claramente en Vilamarxant. Ha duplicado sufragios y añadido tres concejales a los que tenía para llegar a siete. Formará pacto, pese a las discrepancias del pasado, con el alcalde de Ciudadanos, Xavier Jorge, que también ha incrementado en dos concejales su grupo municipal. Juntos aglutinan 12 sobre un pleno de 17.
José Miguel Ferris, en Albal, aspira a desbancar a otro de los tótems del PSPV. Mientras el todavía alcalde, Ramón Marí, no se explica por qué ha caído hasta los seis concejales, la formación valencianista Avant Decidix se deja querer por el PP. Sus dos ediles, junto al de Vox, darían a Ferris el trío de votos que necesita para sentarse en el sillón presidencial.
Junto a estos previsibles referentes destacados del Partido Popular por ejercer un destacado cargo institucional a escala local en breve, existen otros que lo serán de manera más testimonial. No gobernarán, aunque han logrado un resultado que mejora ostensiblemente el que tenía la marca de su formación en sus respectivos municipios.
Se trata de la periodista Eva Palomares, que ha conseguido ocho concejales en Tavernes de la Valldigna, uno de los grandes bastiones de Compromís. Ha logrado relegar a la coalición compromisaria a tres ediles. No le bastará para gobernar, ya que entre todos sus rivales (los de Palomares) suman nueve
El motorista Juan Carlos Roses también ha ganado en Albaida, otra localidad, como Oliva o la citada Tavernes, donde Compromís cambió de alcaldía durante el mandato, lo que le ha penalizado electoralmente con evidencia. No obstante, como Palomares, tiene muy escasas posibilidades de gobernar.
Le ha ocurrido al igual que, de nuevo, ha sucedido a Reme Mazzolari, secretaria general provincial del partido que dirige Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana. Ha obtenido una vez más el mayor número de respaldos pero la suma Compromís-PSPV la supera. Le tocará seguir esperando su momento.
El diputado Modesto Martínez, en Alboraya, ha reflotado la marca PP y ha igualado los ediles del alcalde socialista, Miguel Chavarría, que ha ganado por poco las elecciones y, con el apoyo de un Botànic en extinción, podrá seguir al frente del municipio.
De entre estos referentes municipales en poblaciones de más de 5.000 a buen seguro que habrá, una vez configurados los plenos, algún diputado provincial que compartirá bancada con su presidente provincial, Vicent Mompó, que ha vuelto a arrasar electoralmente en su municipio, Gavarda, y puede que con Avelino Mascarell, que igualmente ha obtenido mayoría absoluta en Xeraco.