Los profesionales del audiovisual exigen la Film Commission autonómica

VALÈNCIA. Que en València hay más rodajes se sabe, y que eso es bueno también. Ahora toca ir más allá. Desde julio de 2018, la Diputación de Valencia, a través de la delegación de turismo, se puso al timón de ese camino y creó Film Valencia, una iniciativa que busca fomentar y coordinar film offices en los diferentes ayuntamientos para atraer más rodajes. Una especie de film commission carente de funciones orgánicas pero que, sin embargo, servía como un nexo necesario para poder promocionar mucha de las potenciales localizaciones que se encuentran en la provincia de Valencia. La idea es poner en contacto al sector privado con la administración para que esta adapte su forma de hacer a las necesidades particulares del sector, y este aprenda el funcionamiento de lo público para poder prever mejor los requisitos burocráticos. El primer acercamiento fue el desayuno de Valencia Plaza y ayer se abrió al todos los agentes implicados en el primer encuentro organizado por la propia plataforma en el espacio Nolich.

La cita buscaba ser un escaparate en el que presentar a los profesionales la página web y la herramienta de Film Valencia, un directorio de localizaciones y empresas y profesionales que busca recopilar al cuerpo técnico y audiovisual de la Comunitat para poder sacar rendimiento al atractivo que está despertando la región como plató. Alrededor de la mesa se sentaron representantes del sector público (Pilar Moncho, diputada de Turismo, Evarist Caselles, director del Patronato de Turismo y Vicente Haba, Rosa Llorca y Albert Llueca, responsables de las film offices de València, Benidorm y Sagunto, respectivamente) con el privado (Jose Jaime Linares, director de producción y presidente de la mayor asociación de productores en España y Mila Luengo, jefa de producción, que acaba de rodar Perdida para Atresmedia en València), y compartieron las diferentes perspectivas sobre el estado actual de las relaciones entre los diferentes actores del audiovisual. 

Por la parte de la Administración, se justificaba la creación de las film offices: "No venimos a sustituir a nadie, sino a caminar al lado de las productoras para que les sea más fácil rodar en nuestras localidades", explicaba Caselles, mientras recordaba ese dato imperfecto que calcula que por cada euro invertido en cine retornan seis. Por parte de los profesionales, el acento se puso en la necesidad de empatía con el singular oficio del cine: "Los ayuntamientos tienen que entender que somos profesionales y que no vamos a destrozarles el pueblo. La seguridad y la flexibilidad es el mejor atractivo para los rodajes", según ha aseverado Jose Jaime Linares. 

Más allá de la teoría, lo interesante del encuentro ha sido el taller en el que todos los profesionales y técnicos de diferentes ayuntamientos ha interactuado, compartiendo experiencias, necesidades y reflexiones. Ha destacado, por ejemplo, la iniciativa de Benidorm (fuera de Film Valencia porque pertenece a la provincia de Alicante) de impulsar una ley de rodajes para singularizar las necesidades y la respuesta a destajo de los ayuntamientos que necesitan los rodajes. Esta iniciativa ha puesto de relieve una necesidad que se decía en voz baja, pero que este encuentro ha servido para refrescar: el proyecto de Film Commission que se espera de la Generalitat.

El minuto y resultado del organismo, aprobado a través de una Propuesta No de Ley en Les Corts, no invita al optimismo. La Agencia Valenciana de Turismo asumió el único punto que vinculaba la iniciativa con un departamento concreto: el de las rutas turísticas. Cumpliendo eso, se está elaborando un convenio con un presupuesto de 80.000 euros para que una asociación de productores lo gestione, como ya adelantó Culturplaza. Las funciones que se esperan del organismo no las está asumiendo ningún departamento porque todos alegan falta de personal y presupuesto. Mientras, las diputaciones, ayuntamientos y empresas del audiovisual se coordinan y esperan no tener que toparse con la legislación autonómica. "Eso es trabajo de las consellerias" se ha escuchado en varias ocasiones durante el encuentro. De paso, Benidorm apunta el modelo a seguir: "nuestra film office empezó en Cultura, luego pasó a Turismo, y cuando los políticos se dieron cuenta de lo estratégico y el carácter global que tiene la iniciativa, se estableció en Alcaldía", según explicaba Rosa Llorca.

Más tasas por más seguridad

Entre los asistentes, no solo había gente del cine, sino también algunos de los localizadores de publicidad con más experiencia a nivel nacional, como Daniel Escrivá. El sector publicitario, a pesar de formar parte del audiovisual, tiene unos tiempos y unas necesidades diferentes, pero también unos presupuestos mucho más generosos que el cine. "Lo más importante en publicidad son los tiempos y los plazos. Prefiero que un funcionario esté dedicado en cuerpo y alma a atendernos y pagar más tasas, que muchas veces son extremadamente bajas, al igual que la seguridad policial o los cortes de tráfico", explicaba el localizador.

También se ha hablado de cómo las diferentes localidades han resuelto problemas específicos como la grabación con drones, que -por ejemplo- en el núcleo urbano de València no está permitido por formar parte del espacio aéreo. Técnicos de varios ayuntamientos aprovecharon también para tomar la palabra y explicar que, más allá de su implicación (que nunca es exclusiva para la film office), necesitan hacer un largo trabajo de pedagogía para poder resolver problemas que implican otros departamentos. 

Con todo esto, los implicados se apuntaron deberes que hacer y se emplazaron para otro encuentro. Mientras, la film commission no está pero se le espera para solidificar a la Comunitat como una región en la que rodar.