El jefe del Consell alejó meses atrás la posibilidad de que cualquier miembro del Gobierno valenciano se marchara a un futuro Ejecutivo en Madrid, una circunstancia que parece haber cambiado
VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, rechazó de plano meses atrás la posibilidad de que alguno de sus consellers pudiera concurrir en las listas al Congreso de cara al 20D. De la misma manera, el líder de los socialistas valencianos alejó la opción de que pudiera producirse una salida camino a Madrid de sus responsables autonómicos: Puig quería así poner de manifiesto que todos ellos se encontraban centrados en la difícil tarea de gobernar la Comunitat Valenciana.
Esta máxima, no obstante, parece tener alguna fisura en esta nueva convocatoria electoral para el 26J. La imagen este domingo de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, sentada junto al resto de probables 'ministrables' de cara a un posible gobierno de Pedro Sánchez sorprendió a buena parte del Ejecutivo valenciano.
Todo ello tras unos días de cierta confusión respecto a la posición de la responsable autonómica acerca de la candidatura conjunta al Senado con Compromís y Podemos que proponía Ximo Puig y que Pedro Sánchez rechazaba. Montón, primero, pareció ponerse del lado de la dirección federal del partido, para un día después aclarar que respaldaba de manera "incondicional" la iniciativa del líder de los socialistas valencianos. No obstante, Montón no estuvo presente en la reunión de la Comisión Federal de Listas del PSOE -de la que forma parte- en la que se tenía que votar esta petición y donde el vicesecretario de Organización del PSPV, Alfred Boix, defendió la posición para el Senado que proponía Puig. Según fuentes del partido, no acudió por motivos de agenda al coincidir con el Pleno del Consell con lo cual, no tuvo que retratarse en la votación.
Tras este episodio, la participación de Montón en el acto de Pedro Sánchez solo ha hecho que incrementar la sensación -que por otro lado siempre ha estado presente en mayor o menor medida- de que la consellera de Sanidad tiene interés en dar el salto cuanto antes a la política nacional en un estatus superior al que ahora ostenta en la Generalitat.
Una tendencia que la propia Montón se esforzó este lunes en atajar tras protagonizar un acto conjunto con Puig. "Mi compromiso está con los valencianos y sobre todo con el presidente de la Generalitat", aseguró, para recordar que su cargo al frente de la Secretaría de Igualdad del PSOE le hace estar presente "de forma transversal en todos los grupos de trabajo tanto en los comités de listas como en los grupos de expertos y en este caso también". En este sentido, Montón aclaró que su labor será "la de coordinar las políticas de Igualdad de forma transversal tanto en el programa electoral y a la hora de desarrollar la campaña electoral, así como labores de comunicación".
Una tarea que, no obstante, y en el caso de limitarse solo a eso, parece chocar con la plena disposición que se le antoja a un responsable autonómico de Sanidad. "No se puede ser conseller a tiempo parcial", comentaba un alto cargo del Ejecutivo valenciano a este diario. Puig, por su parte, preguntado por este particular, se limitó a afirmar: "Son decisiones de carácter personal y político. Me parece bien". Unas declaraciones correctas que, no obstante, no tapan el mar de fondo que existe en el Gobierno valenciano sobre este asunto.