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Marisa Gallén / presidenta de la associació valència capital del disseny

«El diseño es la herramienta imprescindible para que València sea competitiva a escala global»

| 20/01/2019 | 6 min, 3 seg

VALÈNCIA.-La diseñadora valenciana Marisa Gallén, conocida por su interés por el diseño conceptualmente creativo y su apuesta por los lenguajes contemporáneos, se encuentra al frente de la iniciativa que apuesta por convertir la ciudad de València en la Capital Mundial del Diseño.

—¿Nos encontramos ante una oportunidad única para que València alcance el posicionamiento que merece en materia de diseño?

— Es una oportunidad ‘oportuna’ pero única no porque puede haber más en un futuro; pero el momento es el adecuado. Las empresas han sido las que han tomado la iniciativa y lanzado el guante. Con el apoyo de las instituciones creo que no puede haber un mejor momento.

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—¿Por qué es necesaria esta candidatura? ¿Es la mejor manera de dar visibilidad al sector del diseño?

—Es necesaria para articular toda una renovación urbana en torno al diseño. No se me ocurre una manera mejor para que el diseño se convierta en el eje central de una serie de proyectos y actos públicos. Los diseñadores estamos formados para resolver problemas de un modo creativo con el foco de la investigación en el usuario. Este modo de operar de los diseñadores, el design thinking, se ha implantado en escuelas de negocios porque se ha comprobado su eficacia para la resolución de todo tipo de problemas. Aúna de manera equilibrada el pensamiento analítico con el pensamiento intuitivo. Pero su radio de acción no es solo el diseño gráfico o de producto. Su modus operandi alcanza otros campos y, por supuesto, otros problemas. Si deseamos que València sea una ciudad competitiva a escala global, el diseño es el aliado imprescindible.

—¿Está València preparada para lanzar una candidatura de este tipo?

—Pensamos que sí. Estamos convencidos de que la ciudad reúne las condiciones para convertir la candidatura en una idea plausible. Tenemos un equipo humano de prestigio, los centros de formación, el tejido empresarial, equipamientos urbanos y compromiso de la Administración local. Disponemos de los mecanismos necesarios para que la capitalidad sea factible.

—¿Es posible defender esta candidatura sin disponer de un centro de divulgación del diseño?

—Totalmente. Sería fenomenal disponer de ello pero no creo que sea un impedimento. Es más, la candidatura puede ser el germen que lo genere.

—¿Es imprescindible contar con el apoyo institucional? ¿Se cuenta en estos momentos con este apoyo?

—Sin el apoyo institucional, con el que contamos, es imposible llegar a ser Capital Mundial del Diseño.

—Hasta el momento, el calendario sectorial del diseño en València se centra en la Valencia Disseny Week, al hilo de Feria Hábitat. ¿Es factible extender este calendario a un año completo?

—Es posible a través de un proyecto colaborativo en el que se impliquen todos los agentes: centros formativos, centros culturales, centros de investigación, Administración... Pero estoy convencida de que va a pasar porque tenemos la capacidad para movilizarlos.

—¿De qué manera ‘vendemos’ esta candidatura al ciudadano de a pie?

—Al ser un proyecto colaborativo vamos a pedir que la ciudadanía dé su opinión. Estamos estudiando la manera de articular este punto porque no pretendemos que este proyecto pertenezca únicamente al sector del diseño. Esto creará una conciencia ciudadana que hasta ahora no se tiene. Tenemos muy buenos profesionales pero esto no se refleja en la calle. Circulas por València y no te da la sensación de vivir en una ciudad líder en diseño. A mí me gustaría que València lo fuera y eso pasa porque la ciudadanía tome conciencia de la importancia del diseño, lo valore y lo exija.

—Para ello previamente debe existir un conocimiento del valor del diseño por parte de la ciudadanía.

—La mejor manera de paliar este déficit de conocimiento es mostrando diseño. Y sus buenas prácticas. En la esencia del diseño se encuentra el mejorar la calidad de vida. Forma parte de su ADN. Si trabajamos para diseñar una ciudad mejor, el ciudadano lo percibirá. Y el hecho de percibirlo hará que el ciudadano lo valore. No hay medidas dignificadoras de la ciudad que no sean valoradas positivamente por la ciudadanía.

—¿Cuáles son los puntos clave a la hora de elaborar una agenda con posibilidades de éxito?

—Deben coincidir con las exigencias del concurso: demostrar las fortalezas de diseño existentes en la ciudad y la capacidad de movilización para una participación activa en proyectos colaborativos, englobando los agentes antes mencionados y la ciudadanía; describir qué proyectos se efectuarán para renovar el entorno urbano y cómo afectarán a la población, y demostrar la capacidad de organizar y financiar un programa anual de actos.

—¿La candidatura será transversal? Es decir, ¿contará con profesionales de la arquitectura, el interiorismo o el paisajismo?

—Es fundamental. Todas las profesiones que configuran nuestro entorno deben participar. La ciudad no se hace solo con diseño.

—Disponemos de un nuevo medio de comunicación autonómico, À Punt. Entiendo que es también un agente imprescindible.

La suerte es disponer de un conjunto de empresas privadas que participarán económicamente porque emplean el diseño como herramienta de innovación

—Debe implicarse en este proyecto siendo un altavoz, realizando programas sobre el diseño que generen conciencia ciudadana.

—¿Cuál es el coste económico de la candidatura? ¿Se va a solventar mediante la aportación de la empresa privada?

—Esta candidatura, en caso de que València sea escogida como ganadora, tiene un coste aproximado de 400.000 euros. Cualquier proceso de renovación urbana necesita una financiación. La suerte es disponer de un conjunto de empresas privadas que participarán económicamente porque emplean el diseño como herramienta de innovación y quieren que el diseño esté en el centro del progreso económico y social. Las empresas van a aportar la mayor parte de la financiación pero es necesario que las Administraciones se involucren también en este punto, pensando en que tendrá un retorno.

—¿Un retorno más allá del económico?

—Para una ciudad con déficit reputacional será una inyección de autoestima. Y sentir orgullo por los triunfos de tu ciudad es muy importante para la cohesión social. Es un empuje para construir una reputación como ciudad líder en diseño e innovación. Es un escaparate que generará una gran visibilidad internacional, fortalecerá el desarrollo económico y atraerá inversión y talento.

—Y una vez finalizado el calendario de actos, ¿cuál sería el legado?

—Un proceso de transformación urbana es un proceso de largo recorrido. El proyecto deberá continuar. La ciudad deberá seguir imaginando soluciones innovadoras para mejorar de forma sostenible el territorio y la vida cotidiana de sus ciudadanos.  

* Este artículo se publicó originalmente en el número 51 de la revista Plaza

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