En plena era de expansión de los museos, ¿qué es lo que necesita València más allá de los museos?
VALÈNCIA. La era postcrisis a lomos de la que cabalgamos, bajo el influjo de la expansión en precario donde todo parece posible, ha llevado a un redoble de la apuesta museística y a un propósito bastante común por el crecimiento. Una señal como de origen biológico por la cual si un cuerpo no hace crecer alguna de sus unidades, se atrofia. Museo, museo, museo.
De repente una pausa. Qué hay más allá del museo. Qué continentes necesita (sigue necesitando…) Valencia pero cuelgan del limbo. Por qué no en lugar de museo un centro donde artesanos locales se reúnan para trabajar en común, por qué no centros sin un fin cerrado en el que los creadores ejerzan comisariados espontáneamente, por qué no esas zonas intermedias entre museo y sala de espectáculos en las que maestros experimentados y jóvenes recién destetados ‘jueguen’ a pachas.
Frente a modelos clásicos de instituciones culturales ya instauradas, toda una gama de tonalidades por explorar.
Abran fuego. Dígannos qué contenedores necesita la creación en València pero todavía no ha encontrado o, lo que es peor, ha encontrado pero han pasado sin efecto.
Silvana Andrés y Sonia Rayos, Arquilecturas
“Nos encantaría que proliferaran en nuestra ciudad los "Fab Lab" y los puntos de dispensación de material reciclado. En nuestro día a día, por nuestra actividad, visitamos muchos talleres para poder llevar a cabo los proyectos, muchas fábricas y proveedores. En nuestro caso este tipo de espacio nos facilitaría mucho el trabajo, tanto en la realización de proyectos educativos como en la producción de obra personal.
Nosotras tenemos la inmensa suerte de poder trabajar en las instalaciones de Océano Naranja, en Alboraia. Espacios así en la ciudad gestionados por el ayuntamiento, supondrían un beneficio enorme para los barrios”.
Meritxell Barberá e Inma García, Taiat Dansa
“Nosotras echamos en falta, más que nuevos equipamientos culturales, nuevos departamentos en los equipamientos culturales que ya existe. Pero de verdad, con dotación económica y de personal, que sirvan para poder abrir nuevas vías de trabajo necesarios para los creadores valencianos. Como, por ejemplo, un departamento que se ocupara de generar intercambios de creadores de la Comunidad con creadores de otras comunidades y/o países, una vía de ayuda para la internacionalización del trabajo de los creadores valencianos.
Pero puestos a pedir, si tuviéramos que pensar en un equipamiento cultural para València que no existe, podría ser un centro de residencia para artistas de diferentes disciplinas y procedencias geográficas. Es decir, un espacio de trabajo para la investigación, para artistas que están en proceso de trabajo, donde puedan convivir diferentes autores e incluso pudieran surgir intercambios, colaboraciones entre disciplinas y artistas. Creemos que es muy importante el apoyo al artista durante el proceso de creación y facilitar un espacio confortable, que le permita un período de concentración y de investigación ayuda y favorece. Hemos conocido este tipo de espacios en Francia o Italia y de ellos han salido proyectos interesantes”.
Violeta Garín, gestora cultural
“Aunque siempre se habla de repensar los museos como espacios más interactivos, lo cierto es que los museos son bastante pasivos desde el punto de vista del visitante. Los museos (idealmente) deben crearse alrededor de una colección y esto conlleva unos gastos de conservación y adquisición de obra a largo plazo que podrían ser destinadas a cuestiones más prácticas que tuvieran beneficio más directo para los creadores.
Creo que los creadores contemporáneos necesitan espacios donde ellos sean los protagonistas. Espacios de utilidad. Estudios de bellas artes, de radio, de creación audiovisual, salas de ensayo, de reunión, de exhibición... Una combinación entre espacios de creación y espacios de representación para que los creadores y la ciudadanía estuviera en contacto. No exactamente en esta línea pero hace unos años visité Bilbao y me quedé muy impresionada con el centro de ocio y cultura de La Alhóndiga (ahora llamado Azkuna Zentroa). Cine, piscina, gimnasio, sala de exposiciones... Disfruté especialmente de la La Mediateka, que no solamente tenía una sección muy interesante de arte y tecnología, sino que contaba con un diseño de los espacio super inspirador y vanguardista. Recuerde que todo el edificio era así: un espacio motivador donde te querías quedar, donde querías pasar tiempo. Sentí que La Alhóndiga era un lugar para la ciudadanía”.
Ximo Solano, actor y presidente de l’AAPV
“Más que nuevos contenedores lo que necesita la ciudad es saber qué hacer con los que ya tiene, tanto públicos como privados y tener los mecanismos para que cuando aparezcan nuevas iniciativas hacerles el camino fácil para poder crecer. Menos burocracia y más creatividad. Los que ya tiene carecen de direcciones artísticas claras. Estamos disolviendo la creatividad en la gestión cultural. Todos los centros culturales del mundo se parecen. ¿Dónde ha quedado la originalidad de la creación? Siempre hacen ilusión los nuevos equipamientos, pero es necesario que el contenido esté a la altura. Tomemos los contenedores que existen y "repensémoslos”.
Gabi Ochoa, director y guionista
“La gestión de talento. Es algo inmaterial, pero es fundamental para poder canalizar una energía creativa que sigue deslavazada, exiliada y aún por (re)conocer. Hay teatros, hay cines, pero si no apoyan, animan o promueven el talento autóctono (sin autarquía, desde una situación abierta y promoviendo su caldo de cultivo), no servirá de nada que haya 20.000 Teatros Principales. ¿Con qué los llenamos?
Dicho lo cual, programas como Ikusmira Berriak (Donosti), talleres como Source (Berlín), programas como Escritos en Escena (CDN-Madrid) o residencias dramatúrgicas como la de La Beckett (Barcelona) son ejemplos para canalizar talento. Y si hablamos de espacios físicos, de equipamientos, desde hace años pido, necesitamos, urge y nos hace falta una Escuela de Cine Valenciana que beba de buenos referentes (desde ESCAC o ECAM en España, hasta La Fémis en París) para que nuestro talento no se vaya fuera.
Por otro lado, me entristece lo que ha pasado en Las Naves, pero me ilusiona las nuevas Naves de Ribes en Russafa”.
Diego Escriche, cantante La Plata
“Más espacios multidisciplinares que sirvan como punto de encuentro para los artistas de la ciudad. La legislación musical y las cada vez menos numerosas salas dificultan la proliferación artística local, y el paso de otros creadores nacionales e internacionales. Y son muy necesarios los espacios culturales gestionados y dirigidos por jóvenes de distintas disciplinas artísticas contemporáneas”.