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El ayuntamiento recibe 1.692 peticiones de licencias de obra en 2020, un 47% menos que en 2019

Menos grúas en València: la actividad promotora se desploma a la mitad por la pandemia

1/02/2021 - 

VALÈNCIA. El dinamismo de la actividad promotora en València se desplomó en 2020 como consecuencia de la pandemia. Como la mayoría de sectores económicos, el mercado inmobiliario no quedó exento de los duros efectos de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Y, en este contexto, muchas compañías han decidido postergar y mantener en stand by proyectos a la espera de ver la evolución epidemiológica. El 'apetito' inversor sigue latente, especialmente en València, pero la incertidumbre no es una buena compañera.

Así, aunque durante los meses de julio, agosto y los inicios de septiembre se retomaron varios proyectos inmobiliarios que quedaron aplazados durante los meses de confinamiento y se recuperaron ritmos de venta, el nuevo escenario ha propiciado la parálisis de nuevas iniciativas. "Las compañías van a esperar porque ahora hay muchas incertidumbre para lanzar proyectos, pero los promotores siguen en la búsqueda de suelos finalistas para posicionarse y encontrar suelos a precios razonables", señala Fernando Cos-Gayón López, director del Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València.

Una situación que se refleja en las peticiones de licencias de obra nueva en el ciudad. Este pasado año, las solicitudes registraron un marcado desplome del 47% en el cap i casal. Y es que al parón de la actividad industrial durante los meses de confinamiento sumado al horizonte incierto sobre el futuro, han frenado la actividad inmobiliaria. Por tanto, menos compañías han solicitado al consistorio la autorización para desarrollar nuevos suelos y muchas grúas quedaron aparcadas este pasado 2020.

Las cifras de la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de València, que dirige Sandra Gómez, son claras: mientras que en 2019 se solicitaron 3.223 licencias de obra, en 2020 la cifra cayó hasta 1.692. Una minoración que ya se vislumbraba el pasado mes de junio, cuando sólo se habían pedido licencias para 816 viviendas en toda la ciudad, frente a las más de 1.600 viviendas que podría corresponder en un ejercicio continuista.

Aunque lejos quedan los números de 2015, cuando apenas se solicitaron autorizaciones para 329 viviendas en toda la ciudad, aunque lo cierto es que las solicitudes de 2020 rozan niveles de 2016, 1.319 solicitudes. Se trata, por tanto, de un desplome severo de cerca del 50% respecto a las viviendas nuevas solicitadas el pasado año.


De esta forma, se rompe la tendencia a alza de los últimos años. Así, de 2015 a 2016 se pasó de de 329 solicitudes a 1.319 en 2016, cuatro veces más. El siguiente año la subida fue de casi el doble, con 2.483 solicitudes; y en 2018 fueron 2.990, un 20% más; y ya en 2019, se llegaron a 3.223. Pero el coronavirus ha frenado en seco el la frenética actividad de los últimos años en los que València, que se había erigido como una de las principales plazas tanto de las grandes compañías, que cuentan con grandes reservas de suelo, como de los inversores.

Además, según los datos de Urbanismo, en 2020 se pidieron 264 licencias de intervención en edificios protegidos y se presentaron hasta 732 declaraciones responsables para intervenir en edificios de esta tipología. Las licencias de reforma y las declaraciones responsables para edificios no protegidos llegó a las 1.200 el pasado ejercicio.

Foto: EDUARDO MANZANA

La obra nueva que viene

La edil del ramo, Sandra Gómez, admite que la crisis económica derivada de la covid "ha afectado a todos los sectores", y como no podría ser de otra manera, también al urbanístico y al de la construcción. "Muestra de ello -explica- es que ha habido también un descenso en las licencias". Es, al fin y al cabo, un desplome esperado y que tampoco extraña al sector.

No obstante, los promotores esperan poder revertir estos datos en este nuevo año recién iniciado. La llegada de las vacunas y los fondos europeos, hacen augurar nuevos tiempos. Quizás no se recuperen los ritmos de los últimos años, pero hay optimismo. No se prevén bajadas de precios y la demanda de vivienda de obra nueva seguirá muy viva ya que es superior a la oferta existente en el mercado.

Así, por ejemplo, en la Comunitat Valenciana, Habitat Inmobiliaria asegura que seguirá trabajando en la comercialización y en las obras de sus seis promociones, así como estudia nuevas oportunidades. "La demanda de vivienda de obra nueva es muy superior a la oferta, por lo que esperamos que este segmento se mantenga estable y siga el crecimiento que venía apuntando durante los últimos años, sobre todo en la segunda mitad del año. Además, el hecho de que, tradicionalmente, la rentabilidad de la inversión inmobiliaria ha sido muy superior a la de otros activos, como puede ser la renta fija o la bolsa, convierte al inmobiliario, especialmente al residencial, en activos muy atractivos", subraya Patricia García, directora territorial de Levante de Habitat.

Foto: EDUARDO MANZANA

También desde Metrovacesa creen que los niveles de actividad, inversión y desarrollo de obra nueva se recuperarán conforme mejore la situación y se avance con las vacunas. "El sector cuenta con unos buenos cimientos, que harán que la recuperación de la confianza nos devuelva a los niveles de actividad previos a la pandemia. No esperamos una gran debilidad con respecto a los precios de la vivienda de obra nueva, puesto que el volumen de oferta de obra nueva sigue siendo muy moderado, y las empresas del sector tienen una situación financiera más sólida que en ciclos anteriores", incide Pablo Andreu, delegado territorial de la compañía en la zona de Levante.

Build to rent

Una de las tendencias que más auge está cogiendo en el mercado es el built to rent -construir para alquilar-, una fórmula al alza ante la creciente demanda de vivienda por parte de colectivos con dificultades para acceder a la compra de un inmueble y las mayores rentabilidades que ofrece para el inversor. No es casual que las grandes compañías ya han creado divisiones en este sentido para fortalecer su oferta en este segmento del mercado inmobiliario. Pero no solo nuevos proyectos se dedicarán al alquiler, sino también viviendas ya en comercialización que en un principio se habían lanzado para venta.

Agilización de licencias y ECUV

En el Ayuntamiento, el departamento de Urbanismo, por su parte, ya ha empezado a impulsar medidas que buscan agilizar los trámites de las licencias urbanísticas. "Se ha triplicado los arquitectos del servicio; se ha aumentado los tipos de solicitudes que se pueden tramitar como las declaraciones responsables y se han puesto en marcha las ECUV", asegura Gómez. Esta última herramienta sirve para que entidades externas colaboren en la verificación de los proyectos y así aliviar la carga de las administraciones locales y facilitar así las inversiones.

Sandra Gómez. Foto: KIKE TABERNER

Lo cierto, sin embargo, es que a fecha de octubre, y cinco meses después de que se activara esta vía, ninguna de las licencias solicitadas al consistorio había hecho uso de ella. Algo que ha servido en bandeja las críticas de la oposición al considerar "un fracaso de momento" el decreto aprobado por la Conselleria de Obras Públicas que dirige Arcadi España. Todo ello, cierto es, en plena pandemia.

Pese a ello, lo cierto es que el tiempo de asignación de técnico para una licencia de obra nueva se ha reducido desde 2015 de nueve a cuatro meses y, "si la documentación entregada por el promotor es correcta, se están dando licencias a seis meses", especifica Gómez. Esto es, dice, tres meses antes de lo que al principio se tardaba sólo en asignar un técnico. "Hemos mejorado mucho los plazos, pero somos conscientes de que debemos seguir en esa línea", admite, aunque apunta que se partía "de una situación difícil".

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