VALÈNCIA. València se ha convertido en una ciudad que atrae a grandes empresas que quieren instalar sus operativas en España. Tanto es así que en los últimos meses son varias las tecnológicas que han aterrizado en el 'cap i casal', pero también firmas logísticas que aprovechan infraestructuras como el Puerto para hacer negocio y generar actividad. Una alta demanda que ha acabado por absorber la escasa oferta de oficinas en la ciudad, dejando en mínimos históricos el stock disponible.
De esta forma, la contratación de espacios de trabajo en València se ha visto limitada este año por el desequilibrio existente entre el interés de los operadores y el producto actual, que lleva años a la baja por la falta de reposición y rehabilitación del parque inmobiliario. Así, de acuerdo con los datos de CBRE, la tasa de disponibilidad de oficinas en la capital del Turia está en el 3% en el tercer trimestre de 2023, lo que supone mínimos desde hace más de diez años.
Esta situación ha provocado que, a falta de datos concretos de cierre del ejercicio, en este 2023 no se haya transaccionado ninguna gran operación en València. "Todos los años se suelen hacer una o dos, pero este 2023 no ha habido ninguna relevante a nivel de inversión", apunta Belén Patiño, directora de oficinas en Valencia de CBRE. Y ello, pese a que son muchos los fondos que tienen su foco puesto en la ciudad. "Hasta ahora, los inversores buscaban Madrid o Barcelona, pero con la subida de tipos de interés y la bajada de las rentabilidades, desvían su interés a otras urbes que acusan menos la coyuntura actual como València", apunta.
También ha tenido mucho que ver en la falta de oferta el interés que las multinacionales están evidenciando por instalarse en la ciudad. "Los fondos ven que las empresas internacionales quieren València por su innovación, clima y sus buenas comunicaciones y, por tanto, ellos también", afirma. Sin embargo, encontrar producto es tarea costosa. "No estamos siendo capaces de aprovechar esta situación, por la falta de espacios con estándares internacionales. Estamos perdiendo la oportunidad de que estas empresas se establezcan en la ciudad, siendo la falta de oficinas el mayor freno. Es un tema crítico", puntualiza Katrina Molina, del equipo de oficinas en Valencia de CBRE.
Pero, además, a la falta de disponibilidad se suman otras desventajas: la demanda se inclina hacia la contratación de mayores superficies en edificios exclusivos que estén bien comunicados y cumplan con altos estándares de calidad y sostenibilidad. Requisitos que no siempre cumple el parque inmobiliario construido, lo que dificulta aún más la llegada de empresas. "El problema es que no hay oferta y menos de gran tamaño, por lo que para buscar espacio estamos intentando que empresas ya instaladas en la ciudad y con posibilidad de teletrabajo dejen plantas disponibles para poder alquilarlas a otros operadores", explica la directora de oficinas de CBRE en Valencia.
Según datos de la consultora, las compañías que están demandando más superficie son multinacionales del sector tecnológico, con el 55% de la contratación de superficie de más de 400 metros cuadrados. La falta de oferta de superficies por encima de 1.000 metro cuadrados está obligando a las empresas a tomar la decisión de instalarse en varias ubicaciones a la espera de que surja en el mercado una oportunidad.
Además, la sostenibilidad ya es un factor determinante en la toma de decisiones de empleados, empresas y fondos de inversión, que aplican criterios ESG en sus activos. Y esto, según Patiño, es una exigencia porque "condiciona la obtención de financiación". Por ello, urge a los propietarios a "mejorar el stock" y certificar sus inmuebles para darles mayor valor y que cumplan con las exigencias de las firmas internacionales.
En cuanto a la evolución de las rentas, CBRE estima la renta prime de mercado en 20 euros el metro cuadrado al mes en los edificios que cumplan con los criterios de calidad, sostenibilidad, eficiencia y digitalización, cuya presencia es escasa en la ciudad de Valencia. Además, las operaciones de mayor superficie son las que alcanzan las rentas más elevadas.
Las zonas más demandadas son el entorno de La Marina y la avenida Cortes Valencianas. "Es necesaria la colaboración público-privada para dar salida a proyectos como el PAI del Grao con un componente terciario importante, para satisfacer la creciente demanda de empresas nuevas que fortalezcan el ecosistema valenciano", subraya Patiño.
También, considera que mejorar las conexiones de transporte público con polígonos y municipios periféricos ayudaría a que estas zonas entraran en el circuito y acaparan el interés de las compañías para ubicarse. "Tenemos todos los ingredientes para generar un ecosistema de empresas punteras, pero hay que mejorar las comunicaciones para ampliar el espectro porque València por sí sola no puede asumir la alta demanda que tenemos", concluye.
Mientras tanto, muchas empresas recurren al 'flex' para iniciar operaciones en la ciudad. Se trata de una alternativa que permite mayor flexibilidad en cuanto a espacios y tarifas, frente al modelo de oficina tradicional, y que permite a las firmas llegar con pequeños equipos para poco a poco ir aumentando su peso. Un modelo que va creciendo en la ciudad con la reconversión de edificios y la apertura de espacios de coworking.
Así, a día de hoy, el mercado de València recoge más de 13.200 metros cuadrados de espacios flexibles, según CBRE. De hecho, la ciudad es la quinta de España con mayor ocupación, por detrás de Málaga (98%), Sevilla (85%), Madrid (84%) y Barcelona (79%). "A nivel demandas, seguimos notando que las empresas corporativas muestran interés por los espacios flexibles, aunque son las empresas de tamaño mediano (8-20 puestos) las que recurren principalmente a este formato", indica Patiño, quien apunta que las oficinas y el 'flex' son modelos complementarios.
"Proyectos como el de Insomnia o Lanzadera y todo el ecosistema de La Marina están potenciando el reconocimiento de València y, por ende, el interés de empresas extranjeras en posicionarse en la ciudad. Un acompañante perfecto para este proceso es el espacio flexible, ya que facilita la entrada y crecimiento sin ataduras para más adelante ir a una oficina tradicional", puntualiza. Pero en caso de no encontrar producto, como pasa en València por la falta de stock, es una buena fórmula para poder llegar a la ciudad.
A nivel de expansión, este año grandes operadores como WayCo o Regus han apostado por València creciendo en metros cuadrados con nuevos espacios o ampliaciones. Solo en 2023 el mercado valenciano ha sumado aproximadamente 3.300 nuevos metros cuadrados y para 2024 la previsión de la consultora es que lleguen a la capital del Turia nuevos operadores, siendo una solución complementaria a la escasez de oficinas en el mercado valenciano.