VALÈNCIA (EP). Mujer trabajadora con ingresos que no alcanzan para llegar a fin de mes es un perfil que cada vez más acude al servicio de Atención social y distribución de alimentos y productos de higiene de la Asociación Valenciana de Caridad.
Así lo advierte Casa Caridad, que este jueves ha presentado la campaña 'Puedes ser tú', una exposición que apuesta por romper estereotipos y visibilizar "lo fácil que es caer en riesgo de exclusión social". Para ello, instala en el Mercado de Colón de València cinco siluetas sin rostro que cuentan los testimonios de cuatro mujeres y un hombre, hecho que explica la brecha de género que ha detectado la asociación.
Al respecto, el presidente de la Asociación Valenciana de Caridad, Luis Miralles, ha subrayado que es "especialmente preocupante" el número de mujeres "que están viviendo en la calle y en unas circunstancias muy lamentables". "Siempre hemos dicho que la pobreza tiene cara de mujer, y en estos últimos años, cada vez más, lo estamos viendo y lo estamos demostrando", ha destacado.
Asimismo, ha señalado que "está aumentando el número de personas que acuden al reparto de alimentos, de productos de higiene y productos para el hogar de Casa Caridad", además de haber percibido un incremento del número de personas sin hogar. Así, desde el primer semestre de 2024 ya han aumentado las cifras de usuarios atendidos con respecto a 2023. "En 2023 hablábamos de 4.820 personas, en el primer semestre de 2024 ya estamos atendiendo a casi 3.300", ha indicado.
En este sentido, la campaña pretende "sensibilizar a la sociedad valenciana de lo fácil que es caer en riesgo de exclusión social e incluso convertirse en una persona sin hogar", ha explicado el presidente de la institución benéfica. De esta forma, a través de las siluetas, muestran cinco casos distintos de personas "completamente normalizadas" que en un momento de su vida y por diversas circunstancias "han llegado a situaciones límites y se encuentran del día a la mañana viviendo en la calle".
Uno de estos casos es el de María, una usuaria de 62 años con trabajo: "La nómina es escasa y no cuento con una red de apoyo que me pueda ayudar, por lo que solo me alcanza para pagar la habitación de alquiler. Casa Caridad me proporciona alimentos y productos de higiene y limpieza para tener una mejor calidad de vida", relata.
Las siluetas tienen la "particularidad" de estar de pie. "Si una persona está en la calle, sin hogar, está pidiendo, están sentados y tumbados, por lo que nosotros ponemos las siluetas de pie porque queremos levantar a esas personas", ha explicado Miralles, y ha añadido que su objetivo es que "con la ayuda de los valencianos, estas personas puedan recuperar su autonomía, recuperar su dignidad y, en la medida de posible, recuperar una vida normalizada".
En la inauguración de la campaña se ha he hecho referencia al perfil de "trabajadores con contratos temporales", presentes en la última publicación del Instituto Valenciano de Estadística (IVE) sobre los 'Indicadores de pobreza y condiciones de vida', en la que se indica que el 18,9 por ciento de los residentes en la Comunitat Valenciana estaba por debajo del umbral de riesgo de pobreza en 2023.
La directora-gerente de Casa Caridad, Guadalupe Ferrer, ha destacado que "tanto en el reparto de productos básicos como en las escuelas infantiles vemos a personas que tienen trabajo, normalmente esporádicos, pero por los bajos ingresos no pueden hacer frente a todos los gastos".
Además, ha manifestado su "preocupación" cuando llega el verano, una época en la que desde Casa Caridad "no descansan" porque es cuando es "más difícil" estar en la calle y las personas en situación de sin hogar y en riesgo de exclusión social necesitan su ayuda "los 365 días del año". "Es necesario desestacionalizar las ayudas y que no se concentren en Navidad", ha añadido Ferrer.
Por otra parte, Luis Miralles ha pedido a las instituciones "facilitar" a las personas en riesgo de exclusión social asistencia en materia de derechos y obligaciones, además de dispositivos electrónicos para poder realizar "trámites que les permita acceder a la renta valenciana de inclusión, el ingreso mínimo vital o ayudas para la vivienda".
"El tener miedo a las personas sin recursos, el tener miedo a las personas con enfermedades, el tener miedo a las personas que están en un rincón, lo único que hace es poner una separación entre la recuperación de esta persona y la sociedad", ha añadido.
Para ayudar a este nuevo perfil de personas en situación de exclusión social, Casa Caridad cuenta con varios servicios a través de los cuales cubre las necesidades básicas de las personas usuarias y ofrece un recurso necesario para muchas familias.
Por el servicio de entrega de productos básicos, que es donde se atiende mayoritariamente a este perfil, han repartido 12.851 lotes completos y 1.679 cheques de supermercado, por un importe total de 13.165 euros.
La asociación también cuenta con talleres formativos para que las personas usuarias puedan mejorar sus habilidades y adquirir nuevos hábitos. En 2023, un total de 109 personas, previamente alojadas en los Centros de Acogida Temporal (CAT), encontraron soluciones habitacionales gracias al taller de búsqueda de vivienda de Casa Caridad, mientras que a través de los itinerarios personalizados 25 personas obtuvieron empleo y 23 completaron cursos formativos reglados para así mejorar su empleabilidad.
Por otra parte, en sus escuelas infantiles se atiende a 148 niños y niñas en situación de vulnerabilidad, así como a sus progenitores y familiares. En el curso anterior, el 64% de los padres y madres estaban trabajando con contratos temporales que no les permitían disponer de ingresos suficientes, mientras que el 42% tenía empleos esporádicos sin contrato de trabajo, dentro de la economía sumergida. Además, en el 37% de las familias solo había una nómina como principal fuente de ingresos.
La directora-gerente de Casa Caridad ha destacado la labor realizada en el Proyecto Fénix, un programa en el que usuarios con los que ya han trabajado con un plan de atención individualizado "están a un punto solo de una inserción social total". "Nosotros tenemos 10 viviendas supervisadas en las que viven de una manera independiente y autónoma, y los usuarios ya están en búsqueda de empleo y en búsqueda de vivienda, de forma que cuando llegan a conseguir empleo a la vez ahorran para poder alquilar una vivienda", ha indicado.