Nazaret pondrá en febrero la primera piedra de su Plan Especial

VALÈNCIA. A punto de aprobarse en Ciutat Vella y en el Cabanyal, el gobierno municipal quiere acometer nuevos planes especiales en otras zonas de València partiendo de las directrices para la mejora de la calidad urbana que aprobó el pasado verano. Ahora, es la hora de Nazaret. En las próximas semanas se pondrá la primera piedra de lo que pretende ser el Plan Especial de dicho barrio.

Por lo pronto, el Ayuntamiento prevé dar luz verde a la evaluación ambiental de la revisión simplificada de su planeamiento, que afecta principalmente a la zona centro de Nazaret, al sector de Moreras y a la zona este de La Punta. Será entonces cuando se abra un proceso de 20 días de participación ciudadana donde se desarrollarán los talleres con las asociaciones y colectivos vecinales. Estas sentarán las bases para el futuro Plan Especial, para el que todavía no existen plazos, si bien la velocidad administrativa obliga a pensar en el próximo mandato.

Así lo trasladó el equipo de gobierno al barrio en la tarde de este martes al vecindario. Gran parte de La Nau estuvo allí: el alcalde de la ciudad, Joan Ribó; el edil de Urbanismo, Vicent Sarrià; la concejala de Participación Ciudadana, Neus Fàbregas; las concejalas Gloria Tello y Sandra Gómez como representantes de la Junta del Marítimo; y la regidora de Igualdad, Isabel Lozano.

Con el proceso participativo se pretenden fijar las necesidades de mayor importancia para los residentes y a los que la administración deberá prestar atención especial en el nuevo Plan. Según el portavoz de la Asociación de Vecinos de Nazaret, Julio Moltó, uno de ellos es la construcción de vivienda pública asequible, pero la mejora del acceso a la zona -especialmente con La Punta-, la construcción de nuevos equipamientos educativos de Secundaria y la mejora de la FP, así como la continuación de los carriles-bici, son también aspectos a reflejar negro sobre blanco.

La intención es que gobierne quien gobierne, "se comprometa con el tejido social" y se pueda hacer un "seguimiento crítico para evaluar el cumplimiento" de todas estas medidas, cuenta Moltó. Existe, además, una reivindicación añadida entre el vecindario: "la solución de grandes problemas tiene que ser en coordinación con otras administraciones públicas".

La Comisión de Seguimiento de la Estrategia Integral Participativa del barrio -así se llama el órgano mixto entre representantes y vecinos para conducir las mejoras en el barrio- sirvió para plantear, por otro lado la creación de un corredor verde entre el barrio y el Puerto. El Plan Especial Nazaret Este, que articula este encuentro de la ciudad con el área portuaria, ya está en trámite. Y el parque provisional de Desembocadura ya está en marcha.

Otro de los objetivos es la mejora del espacio público y la movilidad, por ejemplo con la puesta en marcha de las obras de la línea pendiente del metro, la L10 -anterior T2-, que unirá el barrio de Nazaret con el centro de la ciudad. Las obras empezarán en abril y se prevé que estén finalizadas en el año 2021. "Es la promesa de un político", cuestionaba un vecino tras este anuncio. Sin embargo, en la Asociación existe la confianza en que se cumplirán los plazos dado que, si se retrasan, se perderían ayudas europeas. "Y eso ya es mucho más grave", insisten.