Análisis

Más cultura

Auditoría del poder valenciano: el Gobierno

El poder valenciano en la cultura: referentes en todos los sectores, pero ausentes en la toma de decisiones

La lista innumerable de referentes y el empeño de las asociaciones profesionales por tejer red a nivel estatal no se traduce en un papel relevante en las grandes instituciones españolas

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. ¿Cuál es el papel de la cultura valenciana en España? es una de las preguntas que se repiten contínuamente los corrillos de profesionales cuando se encuentran en alguna presentación o algún acto social; sobre todo cuando, en los últimos años, la palabra internacionalización se ha puesto tan de moda en los discursos de los políticos y los gestores culturales —aunque la mayoría de veces que se ha pronunciado ha sido en vano.

En todo caso, la respuesta a la pregunta es compleja y nunca completa. Se podría medir, por ejemplo, en qué peso tiene en la facturación de las empresas culturales la clientela u organismos de más allá de la Comunitat. O de los premios que se van recogiendo. O del poder que tienen los profesionales valencianos en las instituciones culturales que ejercen influencia.

Hace 10 años, Plaza se hizo esta misma pregunta. Titulaba como resumen: “De la inexistencia a la relevancia”. Y echando la mirada hacia adelante, desde entonces quedaba mucha más relevancia que ganar, pero la influencia y el poder sigue siendo muy limitada.

La Comunitat cuenta con referentes en todos los sectores artísticos y culturales. Los ejemplos serían infinitos, pero aquí van unos cuantos: María Zamora o Fernando Bovaira en el cine; los exitosísimos Alice Kellen o Santiago Posteguillo en literatura, o los referentes Carlos Marzal o Paco Cerdà; las artes visuales en todas las generaciones, desde Soledad Sevilla hasta Paula Bonet; Héctor Serrano o Marisa Gallén, como muestra de las decenas de Premios Nacionales de Diseño que se ha otorgado a profesionales y empresas valencianas en los últimos años; la importancia de la escena electrónica y post-punk a nivel nacional; o Gustavo Gimeno en la música sinfónica y Llorenç Barber en la experimentación sonora; o Sol Picó, Marcos Morau y El Conde de Torrefiel como referentes en las artes escénicas.

Se le suman a estos decenas de celebrities que ocupan las pantallas de televisión y páginas de sociedad, como Pablo Motos, Arturo Valls o Nuria Roca. También los referentes que ya han fallecido pero que han resonado con fuerza estos últimos años a raíz de diferentes homenajes, como Vicent Andrés Estellés o José Luis Berlanga. La lista, en todo caso, siempre quedará coja.

Estos son los referentes más llamativos, pero es cierto que, a lo largo de la última década, sectores como el diseño, el audiovisual o las artes escénicas han desarrollado estructuras asociativas y patronales que también han permitido generar cierta influencia y ejemplo para el resto del sector en España.

Pero, echando un vistazo a la presencia valenciana de las instituciones que se podrían considerar centros de poder, la realidad es que el peso de los referentes no se traduce en el papel que tiene la cultura valenciana en la toma de decisiones de la cultura.

  • Felipe VI, en la entrega de los Premios Nacionales de Diseño e Innovación que se entregaron en València en 2022. -

Como ejemplo, hace una década apenas destacaba en la radiografía “un único valenciano en la RAE [Francisco Brines] y dos en la SGAE [Nacho Mañó y Juli Disla]”. Francisco Brines falleció, y desde 2015 ninguno de los 13 nombramientos de académicos de número ha sido una persona valenciana. Por otra parte, Nacho Mañó se mantiene en la Junta Directiva de la SGAE pero no Disla. Entre la treintena de vocales de la Academia de Cine, encontramos también tres valencianos, Piluca Baquero, Juan Luis Iborra y Javier Balaguer, aunque los tres han desarrollado su carrera principalmente fuera de la Comunitat.

En el Ministerio de Cultura, punto de mira del centro del poder estatal en el diseño de políticas culturales, se encontraría únicamente María José Gálvez Salvador como Directora General del Libro, del Cómic y de la Lectura. En el Museo del Prado se encuentra el valenciano Miguel Falomir al frente, aunque en estos últimos años, Manuel Borja-Villel ha abandonado la dirección del Reina Sofía. En este mismo plano de instituciones culturales estatales, Gustavo Gimeno asumirá la dirección musical del Teatro Real en esta temporada que empieza; y Miguel Ángel García Cañamero sigue al frente del Coro Nacional de España.

Y en un otro plano se encontrarían los profesionales que representan a la Comunitat Valenciana en asociaciones y federaciones profesionales, y que serían en lo único que se ha avanzado en esta última década, gracias al ya mencionado desarrollo de las estructuras en los últimos años. Es el caso de los productores Rafa Molés y Antonio Mansilla, presentes en las directivas de PROA y PIAF, que reúnen productoras independientes de toda España.

También la castellonense Cris Caballer ejerce como vicepresidenta de la READ (Red Española de Asociaciones de Diseño); Cyrille Larpenteur como presidente de la Unión de Artistas Contemporáneos de España; María Bravo como secretaria en CEGAL, la federaciones de librerías de España; y Olga Adelantado como vicepresidenta del Consorcio de Galerías españolas de Arte Contemporáneo.

Estos ejemplos sirven como reflejo para volver a alejar la mirada y mirar al plano general: históricamente, la lista de referentes valencianos no se ha traducido en una influencia real en la toma de decisiones. Sigue sin ser así, aunque el sector parece haber entendido que, en vez de exigir el tejado, empezar a construir la casa significa participar activamente en los lobbys que son las asociaciones profesionales. Y ahí se ha dado un paso de gigante, aunque ni mucho menos uno definitivo. Mientras, las grandes instituciones culturales parecen haberse vuelto a quedar en los centros de poder habitual, como son Madrid o Barcelona.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo