Jesús Esmorís, consejero delegado de TubacexMADRID (EP). Tubacex tuvo un beneficio neto atribuible en los primeros nueve meses del año de 7,2 millones de euros, un 41,7 por ciento menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El resultado bruto de explotación (Ebitda) entre enero y septiembre fue de 46,2 millones, con una caída del 16,4 %, y la facturación cayó un 8,4 % para quedar en 476,3 millones, debido al pedido que se canceló con Irán por las sanciones de Estados Unidos, sin el cual las ventas habrían crecido un 40 %, según el fabricante alavés de tubos de acero inoxidable y altas aleaciones.
La deuda financiera neta fue de 274,1 millones, 4,5 veces el Ebitda, y en un 80 por ciento es por circulante. Según Tubacex, el aumento de la deuda se ha debido a inversiones (adquisiciones de dos empresas y la construcción de una nueva fábrica en Estados Unidos) y se espera que el endeudamiento baje a 4 veces el Ebitda al cierre del año y en 2020 se sitúe en 3 veces.
La empresa alavesa ha destacado que su cartera de pedidos está un 40 por ciento por encima de la media de los últimos años y en los próximos meses espera cerrar varios proyectos plurianuales en diferentes áreas geográficas, según ha dicho su consejero delegado, Jesús Esmorís. Asia es el principal mercado de Tubacex, con un 45 % de las ventas, y las previsiones de crecimiento en esta zona "se mantienen elevadas".
Por segmentos, la empresa espera una "gran mejora" en el de exploración y producción de petróleo y gas, está a niveles de récord en pedidos en umbilicales (los tubos de mayor valor) y tiene una gran demanda en tubos para generación térmica convencional en China.
En Mid y Downstream (gasoductos y oleoductos y refinerías) la caída del tercer trimestre por la incertidumbre macroeconómica se ha compensado por la adjudicación de proyectos estratégicos en el segmento de hornos en China.
