Crisis en la Conselleria de Sanidad: la chispa adecuada para que arda el Botànic
Crisis en la Conselleria de Sanidad: la chispa adecuada para que arda el Botànic
VALÈNCIA. La inflamación del Botànic ha descendido en los últimos días, especialmente en lo que se refiere a los dos principales socios enfrentados, PSPV y Compromís. La escalada de tensión entre estas dos formaciones, cuya relación se asemeja al recorrido de una montaña rusa, se ha detenido esta semana e incluso ha terminado por atravesar una inusual de meseta.
Varias son las señales que han contribuido a este descenso de las hostilidades. Tal y como informó Valencia Plaza, el clima de malestar había alcanzado cotas muy importantes en los dos últimos meses, creando un escenario en el que solo empezaba a caber una ruptura o, cuando menos, un nivel de discrepancia pública difícilmente sostenible. Sin embargo, la fiebre parece haber remitido en estos días, pese a varias situaciones que, en otro momento, podrían haber prendido la mecha.
Crisis en la Conselleria de Sanidad: la chispa adecuada para que arda el Botànic
Para empezar, el martes tuvo lugar una esperada reunión entre la vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, y la consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, para abordar la situación de las residencias, especialmente en lo que se refiere a la campaña de vacunación. Según distintas fuentes, la comunicación fue buena e incluso puede decirse que hubo lealtad entre ambas partes a la hora de informar sobre la cita. Tanto es así, que desde ninguna de las dos consellerias se transmitió el dato del número de residentes que falta por recibir la vacuna.
El rencor parecía enterrarse -al menos de momento- con un compromiso de una mejor y constante comunicación entre ambos departamentos. Una paz conveniente para ambas dirigentes políticas, dado que las residencias son un escenario especialmente sensible y vulnerable a lo largo de toda esta pandemia. Si a ello se le sumara una mejora de la comunicación en el mestizaje entre PSPV y Compromís de la Conselleria de Sanidad, quizá ambos socios podrían avanzar hacia una estabilidad algo más consistente.
Otra pista de tregua la dio la propia Oltra durante la sesión de control al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La número dos salió a responder ante los ataques de Eva Ortiz (PP) respecto a la presunta trama de subvenciones del hermano del jefe del Consell, algo poco habitual dado que viene siendo el conseller de Hacienda, Vicent Soler (PSPV), quien suele ocuparse de esa tarea. Así, aunque la vicepresidenta evitó involucrarse en la defensa de las actuaciones del hermano de Puig, sí protegió la figura del presidente llegando a afirmar: "La familia no se elige, la corrupción sí". Más allá de lo acertado o no de la frase, la sensación en el conjunto la intervención fue de que la líder de Compromís daba la cara por el jefe del Consell.
En esta línea, el mismo jueves tuvo lugar también la reunión de la Comisión Interdepartamental contra la covid-19 en la que de nuevo se veían las caras los principales representantes del Consell de PSPV, Compromís y Unides Podem. Una cita que, en otras ocasiones, se ha resuelto con los rifirrafes más explosivos de la legislatura pero que, en esta ocasión, fue lo más parecido a una balsa de aceite. El presidente propuso continuar 15 días más con las restricciones, lo cual fue avalado sin problemas por el resto de socios, lo que terminó con la reunión más breve y tranquila de este órgano desde su creación, según las distintas fuentes consultadas.
Por último, estas evidencias se constataron este viernes en la rueda de prensa posterior al pleno del pleno del Consell donde Mónica Oltra suele dejar recados por doquier, especialmente si existen tensiones o problemas pendientes de resolver con sus socios del Botànic. Esta semana, la rueda de prensa fue especialmente tranquila, dado que la vicepresidenta esquivó cualquier cuestión que pudiera conllevar algún desplante a sus compañeros en el Ejecutivo.
Veremos hasta cuando dura esta calma chicha: el siguiente examen, la reunión para decidir sobre la posible reducción de restricciones a partir del 1 de marzo.