La vida se puede dividir en quienes aman las setas —salir al monte a buscarlas y cocinarlas— y en quienes pasan de las setas. Y yo siempre voy con los primeros.
Hay palabras que te hacen salivar solo de escucharlas: boletus, por ejemplo. Dices boletus y uno siente una especie de admiración innata, uno empieza a salivar, porque los boletus ya tienen todo el sabor desde cuando los nombras.
En Augusto di Carmen (Pere III el Gran, 10) sienten esa pasión por las setas desde siempre. Año tras año introducen en su carta estos productos de temporada. Y como son trattoria romana, permanecen fieles a los secretos de la cocina romana. Fieles a la pasión culinaria. Así que le ponen pasión desde que salen a buscarlas al monte hasta que te sirven las elaboraciones en la mesa.
Los pappardelle con almejas y boletus de Augusto di Carmen le sacan brillo a la carta y son un todo un homenaje. Estamos ante una sublimación de la sencillez, pero capaz de dejarte el sabor en el paladar y la memoria durante horas: pasta fresca con almejas, boletus, ajo y cebollino. No hace falta buscar ningún truco. Solo disfrutar del plato y de lo que ocurre cuando dices: ¡boletus!