VALENCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, decidió pasar este jueves al contraataque en la sesión de control al Consell que tuvo lugar en Les Corts. Así, la pregunta lanzada por la presidenta del PPCV y síndica popular, Isabel Bonig, en referencia al Plan Económico Financiero 2016-2017, se encontró con una respuesta inesperada del presidente que, lógicamente, dejó a la líder de la oposición contra las cuerdas.
Y es que Puig desveló que el Tribunal de Cuentas ha pedido un informe sobre contratos menores de la antigua Conselleria de Infraestructuras dirigida por Bonig ante las "irregularidades" detectadas en el Informe de Fiscalización de la Sindicatura de Cuentas de 2013 relativas a la existencia de expedientes sin factura de gasto o la falta de documentación para justificar los criterios para elegir al contratista.
Según el documento remitido por el Tribunal de Cuentas, la investigación se centra, además de en Infraestructuras, en las consellerias de Presidencia, Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua; Economía, Empleo y Turismo, Gobernación y Justicia, Bienestar Social, así como en las cajas fijas de algunos hospitales. Todo ello perteneciente a la etapa de gobierno del PP.
El golpe desconcertó a los populares. Bonig prefirió evitar la reacción inmediata ante los periodistas y se marchó del hemiciclo sin hacer declaraciones hasta estudiar la ráfaga enviada por Puig. Posteriormente, acusó al presidente de lanzar "una cortina de humo" y recordar que la Sindicatura de Cuentas ya auditó la Cuenta General, además de afirmar que no había "responsabilidad contable". "Dice que en alguno no se ha apreciado la factura porque a lo mejor no se ha remitido o se tendrá que solicitar", afirmó, para resaltar que eso "es una cuestión de gestión de los subsecretarios" en la que los consellers "no intervienen".
Un cruce de disparos que, no obstante, pone de manifiesto la capacidad de obtener munición por parte del actual Consell referente a la pasada etapa de los dirigentes del PP en el Ejecutivo. En este sentido, un ataque de estas características era esperado desde la formación popular al inicio de la legislatura: un año y tres meses después, sin embargo, se considera más preocupante dado que desestabiliza la velocidad de crucero adoptada por la formación popular.
Cabe recordar que Bonig logró una ligera mejoría en los resultados del PP en las últimas elecciones generales y, sin ir más lejos, selló la pasada semana una buena intervención en el Debate sobre el Estado de la Comunitat, como así valoraron diversos medios de comunicación. Estas actuaciones, han conferido a la militancia de la formación popular cierta sensación de recuperación, que ve a la presidenta regional como una líder fuerte y vehemente, idónea para enfrentarse a un gobierno dominado por PSPV y Compromís.
No obstante, y esto lo admiten varios cargos populares, uno de los problemas que puede arrastrar Bonig es haber pertenecido al Gobierno valenciano en la pasada legislatura, además de haber ocupado en el pasado otras responsabilidades de menor calado en el partido y en consellerias como la de Educación. Este puede ser, precisamente, el talón de Aquiles de la presidenta regional: de hecho, en esta misma investigación que destapó Ximo Puig ayer, se ven salpicados otros compañeros suyos de partido todavía en primera línea como el diputado y exvicepresidente José Císcar o la ahora senadora y exconsellera Asunción Sánchez Zaplana.
Más allá del recorrido que pueda tener lo desvelado por Puig, es evidente que existe la amenaza constante de que aparezcan periódicamente determinadas informaciones relacionadas con el pasado de la presidenta popular que, de alguna manera, talen el inicio de remontada que había experimentado el PPCV. De hecho, más de un alto cargo desliza que existe en la recámara más material dirigido a menoscabar la pasada gestión de Bonig y, con ello su liderazgo. Todo ello guardado a la espera del momento adecuado para contraatacar a los populares.
Una circunstancia a la que hay que unir las delicadas comisiones de investigación sobre Ferias y Ciegsa -en esta última Bonig podría ser llamada a declarar- con las que PSPV y Compromís buscarán socavar políticamente las caras del pasado y presente del PPCV. Un compendio de artillería con la que las fuerzas instaladas en el Consell planean contrarrestar la vigorosa oposición que viene realizando la presidenta popular.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal