Rober Solsona. Foto: EUROPA PRESSVALÈNCIA. (EP) El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha vuelto a descartar este martes la posibilidad de un confinamiento domiciliario en la Comunitat Valenciana ante la escalada de contagios a la vuelta de navidades, aunque ha garantizado que las últimas restricciones vigentes desde el 7 de enero se evaluarán dentro de unos días y "se tomarán las medidas que corresponda".
"Hay margen todavía para llegar a otras medidas antes de un confinamiento domiciliario, que también tiene consecuencias muy negativas sobre la salud. Es competencia estatal pero, en cualquier caso, sería el último espacio posible", ha defendido en rueda de prensa sobre el cierre de toda actividad no esencial que piden sus socios de gobierno (Compromís y Unides Podem).
Puig ha hecho hincapié en que las últimas limitaciones (cierre perimetral, toque de queda a las 22 horas, cierre de la hostelería a las 17 y reuniones de seis personas) son "de las más restrictivas de España". Es más, ha destacado que algunas comunidades las han aplicado recientemente después de la Comunitat y que esta fue "la única que limitó la vuelta a casa en Navidad".
Esto supone, a su juicio, un semiconfinamiento en la práctica, por lo que ha sostenido que "la prioridad, sin duda", es el cumplimiento de lo que está vigente. "No por aumentar las medidas vamos a aumentar la capacidad de respuesta", ha insistido, para afirmar que "tampoco hay una relación directa entre las restricciones y el número de casos".
También ha puesto en valor el aumento de la colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los ayuntamientos, los comercios y la hostelería para el cumplimiento de los aforos "en todo momento con la legitimidad que da la ordenanza".
A partir de ahí, Puig ha prometido que en los próximos días se evaluarán las últimas limitaciones que llevan "solo unos días desde que se adoptaron", en función de eso, se tomarán "las medidas que corresponda". "Estamos en una situación en la que hay que ser mas autoexigentes que nunca", ha reivindicado.
Ha rogado así a los valencianos a no relajarse en el cumplimiento de la higiene, el uso de mascarilla y la ventilación, a pesar del frío, y ha destacado que "la inmensa mayoría ha seguido las medidas". "Pero la pandemia tiene muchas caras, incluso algunas situaciones que no se acaban de explicar", ha recordado advirtiendo que "cualquier relajación en el ámbito socio-familiar puede ser definitiva".
Por contra, ha resaltado la vacunación como "el activo más importante y el hecho definitivo" ya con casi 50.000 personas vacunadas, con el objetivo de que las residencias reciban en 21 días la segunda dosis y "a mitad de febrero esté inmunizada una parte importante de la población".
Dicho esto, el también líder del PSPV ha asegurado que las aportaciones de otros partidos y de la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra (Compromís), "son siempre consideradas" y por su parte no tiene "nada más que decir". "Esa es la posición de la Generalitat", ha zanjado para recalcar que "las medidas que la ciudadanía debe cumplir son las que ha acordado el gobierno".
Y ha defendido que la crisis debe abordarse desde la serenidad y la prudencia sin decisiones "tomadas de manera espasmódica ni excesivamente tacticista". "Desde luego, a mí cuanto menor ruido haya mejor pero, en cualquier caso, la ambición de todos debe ser superar la pandemia. Creo que todo el mundo debe sumar", ha ahondado.
Es algo que pretende tratar con los líderes del PPCV y Cs, Isabel Bonig y Toni Cantó, en la reunión que mantendrá este miércoles, un encuentro que ellos habían pedido y que atiende "como siempre, por supuesto: Tengo que tratar su visión sobre el momento actual, no hay ningún otro tipo de posicionamiento".
