CASTELLÓ (EFE). El president de la Generalitat, Ximo Puig ha asegurado este miércoles que comparte la preocupación del sector azulejero de la provincia de Castellón por la subida del precio del gas que está mermando su competitividad y ha pedido a la UE que atienda esta situación y que haya "la máxima interlocución con Argelia para garantizar el suministro y que los precios vayan a la baja".
Puig ha hecho estas declaraciones este miércoles en Castelló después de que el secretario general de la patronal azulejera Ascer pusiera de manifiesto recientemente los altos costes energéticos, especialmente del gas, que "estrangulan" las cuentas de las empresas del sector y que hacen prever caídas "dramáticas" de rentabilidad en 2022.
El president ha asegurado que la Generalitat comparte la preocupación y ha señalado que "todos los indicadores parecen apuntar a que en los próximos meses se producirá al menos una contención del aumento de los costes energéticos".
Sin embargo ha pedido que en el caso del gas "haya la máxima interlocución con Argelia para conseguir una garantía de suministro y de que los precios vayan a la baja porque ahora están dando un golpe muy grande a la competitividad".
Tras confiar en que en los próximos meses "cambien las circunstancias", Puig ha pedido a la UE que el mercado de CO2 se configure de manera que no esté condicionado por la especulación sino que se consolide como un mercado favorable a la descarbonización".
Preguntado por la nueva Ley de la Cadena Alimentaria que aprobará el Consejo de Ministros ha indicado que podría ser una ayuda al sector citrícola valenciano y ha expresado que el productor agrario "ha quedado siempre descolgado y eso es lo que esta ley intenta reequilibrar".
Según ha explicado el jefe del Consell, "en la cadena hay distintos actores y lo que no es posible es que el actor principal, que es el que produce, se quede descolgado y teng un menor beneficio".
Por tanto ha abogado por garantizar que, "tanto en la naranja como en todos los productos agroalimentarios de la Comunitat Valenciana, que son fundamentales para nuestra economía, tengan la suficiente respuesta económica para mantener la actividad del campo, no solo por la importancia de la producción de alimentos, sino por su capacidad de contribuir a la descarbonización".